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🍷🌸 Sooyeon 🌸🍷
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Con la respiración acelerada y un ligero dolor en la boca del estómago, doy un frenón, casi derrapando en el asfalto húmedo, al estacionarme frente al edificio tétrico donde el bar del Cxpitan se esconde como una madriguera.

Mantengo las manos aferradas al volante con una desesperación sofocante, empeorada por la humedad en la cabina del auto, mientras la lluvia cae con fuerza sobre el parabrisas, prácticamente cegándome. No puedo ver nada más que luces distorsionadas a través del cristal.

Con el corazón en la garganta, estoy a punto de salir del auto cuando me detengo en seco, sobresaltándome, como si la manija del auto me hubiera quemado los dedos. Recuerdo que, si mis procesadores de audio llegan a mojarse, fallarán de inmediato, y el simple hecho de pensarlo me pone aún más ansiosa.

Cuando salí corriendo de la universidad, la lluvia apenas era una llovizna y no pensé que empeoraría tanto hasta convertirse en una tormenta.

Inclinándome hacia atrás, busco entre los asientos traseros del auto algo para cubrirme la cabeza, rezando internamente por encontrar un paraguas. Pero no hay más que un saco negro de vestir, que probablemente Yuta olvidó.

No es lo que quería, pero es todo lo que tengo.

Mi mandíbula se tensa con una mezcla de frustración y resignación. Tomo el saco para cubrirme y bajo del auto, corriendo tan rápido como puedo al cruzar la calle.

De inmediato entro a este maldito callejón mohoso que siempre me pone los nervios de punta, bajando las escaleras tan rápido como puedo, aunque todavía con cuidado de no resbalar y caer por ellas.

Recargado sobre los ladrillos húmedos, sin importarle que estos le manchen la camisa, Yuta espera por mí a unos pasos de la entrada del bar, sonriéndome tranquilamente cuando me ve bajar las escaleras.

--¿Dónde está? --pregunto directamente, con el sonido de mi voz tan cortante como puede serlo, incapaz de ocultar la molestia que me consume. --Yuta.

Digo en un susurro molesto, con la mandíbula tensa. Él eleva las cejas, fingiendo sorpresa por mi actitud.

--Qué valiente eres. Creí que no te atreverías a venir aquí y hacer público tu adulterio...

Resoplo con fastidio, demasiado alterada como para detenerme en sus provocaciones. Trato de ignorarlo y pasar directamente al bar, pero él me detiene tomándome del brazo con fuerza.

--No confundas valentía con poder, Haru...

Yuta se inclina hacia adelante, como si quisiera susurrar al hablar. Está tan cerca de mí que puedo sentir su aliento caliente, impregnado de algún licor, chocando contra mi piel expuesta.

Mi corazón late con fuerza, golpeando mi caja torácica de manera desesperante. A pesar de esto y de toda mi incomodidad, mi gesto no cede, mi mirada no cae y él no logra atemorizarme. No lo suficiente como para someterme.

--Y tú no confundas provocación con poder... --respondo inquieta, deteniéndome un momento antes de continuar. De alguna manera, siento lástima por él y sus patéticos intentos de tener el control, aunque nunca pueda controlarse a sí mismo. --No vine aquí a jugar tus juegos, Yuta. Vine por él.

Hablo tan decidida como puedo, y esto hace que la fuerza de su agarre en mi brazo se intensifique dolorosamente, tanto que mi gesto duda un segundo.

--A mí me parece que te encanta este juego. --Su voz baja se endurece en un susurro amenazante. --¿Te parece si agregamos una regla más?

Jalando mi brazo, él trata de traerme de nuevo frente a él, pero me resisto, incluso si mi cuerpo tenso tiembla descontrolado a su lado. No me muevo ni un milímetro.

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⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

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El sonido de tus melodías pérdidas | Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora