Me quedo sentado en el auto con las manos en el volante, pero no lo enciendo.
Porque hay un pequeño problema.
No sé conducir.
Y ahora mismo, me siento demasiado miserable para siquiera intentar fingir que tengo todo bajo control.
Suelto un suspiro pesado y saco mi teléfono, desbloqueándolo con dedos temblorosos.
La primera persona en mi lista de contactos es Jin.
Claro que lo es.
Él fue quien me dijo que llamara si lo necesitaba.
Y aunque odio admitirlo… lo necesito.
Presiono su nombre y llevo el teléfono a mi oído, escuchando los tonos de llamada hasta que su voz inconfundible resuena al otro lado.
— Vaya, vaya, si es mi patético mejor amigo.
Cierro los ojos con fuerza.
— Jin…
No necesito decir más.
Porque Jin, con toda su personalidad ruidosa y dramática, se queda en silencio unos segundos.
Y cuando habla de nuevo, su tono es más suave.
— ¿Dónde estás?
— En la empresa. — respondo en un hilo de voz. — ¿Puedes venir?
— Ya voy. — dice sin dudarlo. — No te muevas.
Como si pudiera.
Cuelgo y dejo el teléfono a un lado antes de apoyar la frente contra el volante.
No sé cuánto tiempo pasa, pero cuando escucho unos golpecitos en la ventana, levanto la cabeza.
Jin está ahí, mirándome con una mezcla de exasperación y preocupación.
— ¿Vas a abrirme o tengo que romper la ventana? — pregunta, arqueando una ceja.
Con un suspiro, abro la puerta y él se mete al auto sin perder tiempo.
Se queda en silencio un momento, mirándome de arriba abajo, como si estuviera evaluando los daños.
Y entonces suelta un resoplido.
— Te ves como una mierda.
Suelto una risa amarga.
— Me siento peor.
Jin niega con la cabeza y extiende la mano, revolviéndome el cabello como si fuera un niño.
— Ven aquí, tonto.
Antes de que pueda protestar, me jala en un abrazo, uno de esos que te envuelven completamente.
Y es ahí cuando finalmente me rompo.
Las lágrimas caen sin control, empapando su camisa, y él no dice nada. Solo me sostiene, dejándome desmoronarme en sus brazos.
Porque si hay alguien en este mundo que sabe cómo recogerme en pedazos…
Es Jin.
Y por primera vez en todo el día, no me siento completamente solo.
(...)
Pov's Jungkook (Señor Jeon) *Nota del autor: pueden decirle sus verdades*
El reloj avanza lento.
Demasiado lento.
Y, aun así, cada segundo que pasa me pesa en los hombros.
Estoy sentado en el sofá de la sala, con los codos apoyados en las rodillas y las manos entrelazadas frente a mi rostro. No he dicho nada en un buen rato. No porque no tenga nada que decir, sino porque no sé cómo decirlo.
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Señor Jeon
FanfictionÉl hizo una pequeña lista en una hoja de papel. "Reglas" * Ser más amable y cariñoso con su hijo. * No hablar en un tono muy elevado en su presencia. * No intente hablar con él sobre su difunta esposa. * Ser amable con él y sus empleados, más en las...