Un corazón como el suyo

Capítulo 1: El inicio de algo grande

—¡Gracias por todo, han sido un público estupendo, nos vemos dentro de una semana en el Graice Palace! -exclama Josep al público- Que gran concierto muchachos, tocaron grandiosos.
—¿Escucharon cómo el público coreo nuestra canción? Me siento toda una estrella de rock -dice Bryan.

Podía entender  la emoción de los muchachos, era la primera vez que el público coreaba de esa manera una canción nuestra, la verdad es que en estos tres años que somos una banda es lo mejor que nos ha pasado. Digamos que pasamos de tocar canciones de Fall Out Boy, Green Day, Bon Jovi, Foo Fighters y Metallica a escribir nuestras propias canciones es por eso que estábamos tan emocionados. Que el público cante tus canciones como hoy sin duda es lo mejor, te hace sentir como una verdadera estrella de rock.

—¡Ha sido genial! Nunca creí que el público cantaría una canción nuestra, ha sido buena la idea de alargar un poco el final de esa canción, se me erizo la piel -dice Claudia muy feliz-
—Lo genial es que no habíamos planeado alargar el otro pero al ver los resultados deberíamos hacerlo más seguido a ver qué pasa –les digo-
—Está bien muchachos entiendo su emoción pero no hay que dejarnos llevar por el momento, esto apenas es el comienzo, lo mejor está por venir y en el Graice Palace nos consagraremos -dice Josep-.
—Era de esperarse que Josep nos arruinara la emoción ¿no muchachos? –todos ríen– mejor vámonos, se está haciendo tarde –respondo-.
—¡Yo no he arruinado nada! Solo pienso en lo que viene.
—Es mejor que nos larguemos de aquí, después Josep con su pesimismo nos arruina el viaje de regreso a casa o peor se daña el auto –dice Claudia–.

En este grupo todos somos una familia, una familia a la cual se le aplica una especie de "bullying" a cada uno dependiendo de lo que dice, supongo que nos turnamos para ver a quien molestamos. Sin duda yo no sé qué haría sin estos chicos, me alegra que el destino haya puesto en mi camino a cada uno de ellos en circunstancias y momentos que nunca olvidaré.

—¡Axel, Axel! –Exclamaron a lo lejos con mucha emoción–

Rápidamente giro mi cabeza pensando que es Claudia y le digo: —¿Se te olvido algo Claudia?—. Pero al ver a esa persona más de cerca me doy cuenta de que no es Claudia —Lo siento, pensé que era una amiga, tienes casi la misma voz -respondo intentando excusarme-.

—Pero no te pongas nervioso Axel -bromea- soy Alexandra, una gran admiradora de todo lo que haces. Me encanta como tocas la guitarra, haces que la música de tu banda suene genial.
—Gracias por los halagos pero recuerda que yo solo no hago la música, hay tres personas más detrás de todo esto –respondí estúpidamente odioso–.
—Lo sé, pero digo que tu forma de tocar la guitarra hace que toda la música que tocan tenga sentido, ¿Sabes qué? Iré al grano, me gustaría salir contigo, conocerte y pasar un buen rato ¿qué dices?
—¡Vaya! Directo al grano eso me gusta...Y respondiendo tu pregunta... ¡Claro! ¿Por qué no?
—¡¿EN SERIO?! -grita emocionada- está bien, toma mi numero o mejor dame el tuyo por si acaso se te olvida escribirme -me da un papel con su número y un "llámame" escrito de una forma en que alguien que está en el espacio lo pudiera ver, o sea, gigante–.
—Vale, te llamare tan pronto como pueda.
–¡¡Gracias!!—. Y sin decir más, me da un beso en la mejilla y se va muy rápido.

Fue extraño aunque tenía que admitir que esa chica era hermosa. Ojos marrones, pelo casi dorado, una voz muy tierna, el clásico estereotipo de chica americana.

Llegando a la salida del club saco mi cigarro y me fumo un Lucky (tengo que admitir que a veces fumar me relaja pero no soy esa clase de persona que necesita un cigarrillo cada 2 horas o cada días para sentirme bien) y empiezo a fumar mientras espero que los muchachos salgan del club. Esa noche hacia una brisa fría, la típica brisa fría de noviembre que te decía a gritos que el invierno estaba cerca. Me quedo viendo el cielo un rato, un negro extremadamente oscuro llenaba el cielo esa noche, era tenebroso pero a una parte de mi le gustaba, quizás era porque desde pequeño me gustaba todo lo que tenía que ver con el cosmos aunque lo admito, aun me gusta pero no tanto como antes.

—Parece que ya tienes planes dentro de unos días -dice Claudia-.
—¿Por qué lo dices? –respondo-.
—Tú sabes muy bien porque te lo dijo Claudia, no te hagas el loco –Dice Bryan-
—¿Vieron? Estrellas de rock muchachos, estrellas de rock... -interrumpe jops e inmediatamente todos reímos a carcajadas-.

Quizás Jops si tenga razón, quizás estamos muy cerca de ser estrellas de rock o quizás solo este borracho, yo creo que la segunda.