Capítulo 18: Una propuesta

42 4 0
                                    


Pasó una semana luego de que se acordara todo para la gira. La gira constaría de 5 conciertos,  uno cada dos días y se realizaría por todo Oregon.

El señor Louis nos ayudó muchísimo con esta gira,  nos dio un automóvil más grande para viajar más cómodos, nos dio unas tarjetas de cortesía en los hoteles donde nos íbamos a quedar para que no nos costará ni un centavo la comida. 

Faltaban un par de días para empezar la gira, cada uno estaba haciendo sus maletas para tener todo preparado antes del viaje, mi maleta la termine ayer así que no estaba corriendo de aquí para allá como los demás.  Estaba recostado en mi cama revisando el teléfono,  leyendo noticias y twiteando una que otra cosa cuando de repente pasado entre las noticias de Facebook veo una foto de Mónica, era una selfie que se tomó en el MAC justo cuando empezamos a tocar.  Aproveché el momento y revise su perfil, en su perfil publicaba cosas de la banda ella estaba emocionada por todo lo que habíamos hecho, estuve a punto de agregarla para saber de ella cuando no la vea, pero tuve una mejor idea.


—Jops tomaré el auto un rato
—Está bien Ax nos vemos -respondió-
—Preparas la cena por mi ¿vale?
—No prometo nada -bromea-.


Me puse en marcha a casa de Mónica, tenía que preguntarle algo, solo espero que me diga que si. Cuando llegué hice lo mismo de siempre,  pasar por la cerca,  pero esta vez no iba a correr de Vaca y Mandela,  esta vez le traje un buen pedazo de carne, solo para que se encariñen conmigo. Llegué al segundo piso muy rápido,  ya me estaba volviendo bueno en eso. Cuando me asomé cuidadosamente pude percatarme que no había nadie así que toque la ventana a ver si me escuchaba, pero no tuve éxito así que comencé a bajar para irme cuando de repente se escucha algo...


—¡Policía, Policía!  ¡Un ladrón! -escuche a lo lejos-


Cuando escuché a esa persona decir eso me asusté mucho, tanto que resbale del techo del primer piso y caí en el césped,  cerca de donde subí.

OK,  eso dolió como su madre. al estar en el suelo,  casi que sin moverme por el dolor  pude escuchar a alguien riendo pero estaba muy adolorido como para levantar la cabeza, quería simplemente estar ahí  acostado.


—¿Estas bien amor? –dice la persona que estaba riendo–.


Al levantarme me si cuenta de que era MÓNICA y que todo había sido una BROMA.


—¡¿Mónica?! Me has pegado un susto tremendo —dije molesto–
—Ay lo siento, es que no pude no pude resistir las ganas de echarte broma.
—Casi me mato por tu "broma" -respondí molesto-
—Perdón, perdón -responde triste-
—Esta bien -dije sobándome donde mas me dolia-  
—Pero me dio muchísima risa como caíste -ríe a carcajadas- parecías un meteorito.
—Me voy de aquí - respondí aún más molesto-
—Nonono, lo siento, quédate -responde tomándome de la mano -
—No,  me voy -conteste- 
—Ya se como hacer que te quedes... 
—Nada de lo que hagas me hará...  -decía mientras Mónica me interrumpió con un beso-.
—¿Decías?
—Nada, solo decía que me iba a sentar -respondí-
—Así me gusta -ríe- ¿Que haces por aquí Ax?
—Bueno, Quería verte... -conteste-
—Yo también -respondió con una sonrisa-
—Además -dije mientras acariciaba sus mejillas-. Quería preguntarte algo...
—¿Que será? -pregunta desconcertada-
—¿Recuerdas que dentro de un par de días empezamos la gira?
—¡Claro! Estoy super emocionada por su gira,  espero que les vaya bien -contestó-
—El punto es que...  Quiero que vengas conmigo y que te quedes hasta que termine...
—¿De verdad? -contesta emocionada-.
—Si,  de verdad.
—Shh... Espera.
—¿Que pasa? -pregunte nervioso-
—Ven 


Mónica tomó mi mano y me arrastró hacia el garaje y hizo que nos escondieramos.


—¿Que pasa Mónica?
—Es que llegó mi mamá...
—Oh! Rayos! -dije aun mas nervioso-
—Se irá pronto,  tranquilo pero hay que escondernos -dice muy segura- 
—¿Por qué? ¿Acaso me matara si me ve?
—Es que se pone como loca cuando viene alguien y no le aviso.
—Eso lo explica todo. ¿Aún eres la niña de papá y mamá? -ambos reímos-
—Cállate estúpido - respondió riendo-
—Entonces ¿qué dices?
—¿De que?
—De ir con nosotros a la gira...
—Pues... ¡Claro que sí, me encantaría! -responde mientras lo abraza-
—¡Genial! Ahora todo sera mucho mas divertido.


Continuamos escondidos en el garaje unos diez minutos hasta que por fin su mama se fue de la casa.


Un corazón como el suyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora