Capítulo 32: Viaje a Los Angeles (el reencuentro)

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Unas semanas después de empezar el año nuevo Mónica y yo teníamos un vuelo a Los Angeles que nos habíamos ganado aquella noche de covers ambos estábamos muy emocionados porque la íbamos a pasar muy bien toda esa semana que estaríamos por allá, pero yo lo estaba aun más porque iba a ver a mi tía Yuna, mi mamá.

Los padres de Mónica no estaban muy seguros por lo del viaje pero a la final Mónica y yo los convencimos aunque Mónica de todas formas iba a ir así ellos no estuvieran de acuerdo.

El vuelo no iba ser tan largo, aproximadamente una hora si no nos tardamos mucho en despegar. La última vez que volé fue el día que regresamos de la gira y aunque no viaje mucho, me encanta todo lo que tiene que ver con los aviones.

Llegamos a Los Angeles a las diez de la mañana con mucho sueño porque nos levantamos muy temprano, mi tía Yuna me esperaba en la terminal, estaba muy emocionada de verme.


—Tía Yuna ella es Mónica,  mi novia.
—Un placer conocerte Mónica, aunque ya nos habíamos visto pero no nos habían presentado.
—El gusto es mio señora Yuna, me alegra conocer a la madre de Axel.
—Se que dirás que no eres mi mamá pero para mi si lo eres y siempre lo serás -le digo-.
—Es bueno saber eso hijo, ahora vamos,  seguro están hambrientos, les preparé el desayuno favorito de Axel.

—Espero que sea lo que estoy pensando -digo emocionado-.

—¿Cual es tu desayuno favorito? - pregunta Mónica inquieta-.
—¡Arepas! -digo emocionado-.
—¿Arepas?
—Si, el mejor desayuno, almuerzo y cena del mundo -contesto-.
—Pues si es así,  muero por probarlas -dice Mónica-.
—Entonces vámonos, el auto no está muy lejos de aquí -dice Yuna-.


Dejamos las maletas en la habitación y nos fuimos a comer, Mónica y yo moríamos de hambre a pesar de haber comido en el avión, digamos que la comida no era muy buena. Después de comer nos tomamos un café, charlamos un rato y luego nos fuimos a dormir un rato. Mi tía nos despertó para que fuéramos a almorzar, hizo un pollo al horno extremadamente delicioso, luego de comer Monica y yo nos fuimos al Downtown, el centro de la gran ciudad.

El taxi nos dejo al frente de un centro comercial gigantesco,como pude jale a Monica para que no entrara porque si lo hacia, íbamos a regresar a Portland en burro.  El centro era increíble, los edificios gigantes, los numerosos centros comerciales, los hermosos comercios, todo era verdaderamente hermoso.

  El centro era increíble, los edificios gigantes, los numerosos centros comerciales, los hermosos comercios, todo era verdaderamente hermoso

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Se hacia de noche y Monica aun no quería irse, después de caminar un rato mas y comprar muchas cosas, nos regresamos a la casa esperando con ansias nuestro segundo día en Los Angeles

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Se hacia de noche y Monica aun no quería irse, después de caminar un rato mas y comprar muchas cosas, nos regresamos a la casa esperando con ansias nuestro segundo día en Los Angeles.

Un corazón como el suyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora