Capítulo 10: Preparando una gran sorpresa

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Un día más, una mañana llena de color y de calor; era raro tener una mañana calurosa después del frío que hacía ayer pero bueno,  no es extraño que el clima esté así, la cinta y todo eso hace que el Camp climático sea una realidad.

Esta mañana me he levantado con muchos ánimos,  tenía que hacer algunas cosas fastidiosas pero en realidad no me importa mucho ¡ESTOY FELIZ!

Empecé a limpiar la casa con mi playlist favorita así que eso aumentó bastante mi ánimo. Fall out boy,  Coldplay, Green Day,  Blink 182 y muchas otras bandas se reproducían aleatoriamente,  al terminar "i miss you" de Blink 182 suena el teléfono y rápidamente voy a atender.


—¿Aló?
—¿Axel? Soy Claudia
—¡Claudia!  Que dicha escucharte
—Si,  lo sé mi voz es hermosa -risa- llamaba para saber que vas a hacer hoy.
—Pues hoy no mucho,  en estos momentos estoy limpiando la casa -respondo-. 
—¿Tú  limpiando? - exclamó- eso sí que hay que verlo para creerlo

—Me confundes con Jops,  él es el flojo.

— ¡Oh!  Cierto, el de verdad que es un bueno para nada -ambos reímos-.  Bueno,  como estás ocupado entonces salimos en la tarde a tomarnos un café ¿te parece?  
—Vale,  por mi no hay problema.

—Nos vemos a las tres,  ya sabes donde.


Continúe limpiando la casa y escuchando música hasta aproximadamente las doce del mediodía, no continúe porque tenía mucha hambre y por ende tenía que preparar la comida. Cocinando, decidí llamar a Josep para saber si iba a venir a comer pero no me contestó, era raro porque cuando sale por bastante tiempo siempre me avisa pero bueno, me da igual, cocinaré para mí.

Yo no era un buen cocinero,  se me daba pésimo cocinar, lo único que me queda bien es el cereal y las famosas arepas que mi tía me enseñó a cocinar, desde que me empezó a cuidar me enseñó como hacerlas; ella decía que era la comida más especial del mundo,  puesto que es la única la cual puedes rellenar con cualquier cosa y aun así queda riquísima, definitivamente es una de mis comidas favoritas.

Me preparé una arepa gigantesca,  casi no podía caminar de lo lleno que había quedado, por supuesto que no me comí una sola,  fueron tres,  así que como pude me fui a dormir antes de encontrarme con Claudia. 

Desperté un poco tarde pero yo soy un experto en vestirme y arreglarme en 5 minutos así que no me preocupe. Salí de la casa y me fui a la cafetería para encontrarme con Claudia.  Al llegar ella estaba ahí esperándome,  así que fui a donde estaba.


—¿Esta esperando a alguien señorita? -le digo bromeando-
—Sí,  a un tonto que siempre llega tarde -me responde de la misma manera-
—¡Oh! Seguramente se quedó dormido,  tienes que entender eso
—Ese bestia se la pasa dormido entonces -dice riendo-
—No,  de verdad me quedé dormido, lo siento Claudia -le digo en serio-
—No pasa nada bestia. Ahora ven y dame un abrazo
      -Ambos nos damos un abrazo-
—¿Cómo estás Claudia?
—Estoy muy bien ¿y tú? 
—Excelente, todo va mejorando poco a poco.
—¡Que bueno! -exclamó- me alegra saber eso.
—Sep,  lo mismo digo amiga mía
—Bueno,  seguramente te estarás preguntando porque te pedí que nos viéramos...
—Si, justamente te lo iba a preguntar.
—Quería hablar sobre Mónica...
—A ver,  dime qué pasó con ella.
—No pasa nada,  solo que te he visto muy feliz últimamente, tenía mucho tiempo sin verte así Axel y a mi parecer se debe a ella...
—Estoy como siempre Claudia -Mentí-
—No mientas,  te conozco muy bien,  apenas mencioné su nombre yaya tenias una sonrisa de oreja a oreja.
—Bueno, con ella me la paso bien,  eso es todo.
—¿Te gusta cierto? -pregunta con una sonrisa-.
—¡¡¿De qué hablas Claudia?!! -digo apenado-.
—¡AXEL! Hablo en serio, dime la verdad...


Había llegado a un punto donde ya tenía que admitirlo, desde el día en que la conocí supe que iba a ser especial pero jamás pensé que iba a llegar a.....


—Sí -le respondí tímidamente-
—Lo sabía -Claudia sonríe-. Lo sospechaba desde hace tiempo pero no estaba tan segura como ahora.
—Si pues pero no te des muchas ilusiones, entre nosotros no pasará nada.
—¿Por que dices eso?
—No lo se,  es lo que pienso...
—No seas tonto Axel, no pienses eso. Más bien,  no deberías ocultar lo que sientes.
—Tienes razón, pero simplemente me da miedo a lo que pueda pasar,  con ella me lo paso muy bien, cuando estoy con ella me siento tranquilo, como en otro mundo; prefiero que eso siga así a que cambie  o que me deje de hablar por eso.
—Axel, entiende algo. La sinceridad, la honestidad, la naturalidad son los adornos más bellos de la personalidad. Nadie nos podrá echar en cara que digamos lo que sentimos. Los sentimientos se sienten, no se controlan. Son los que son. Están ahí. En la vida hay que tomar riesgos, no puedes vivir con el miedo de lo que pueda pasar, tienes que arriesgarte y decirle  ¿Que tal si le gustas? Eso no lo sabrás si no te arriesgas. 
—Me he arriesgado muchas veces claudia y siempre me sale todo mal. 
—Las cosas pasan por algo Ax, así es la vida, solo tienes que aprender a vivir con eso.
—En eso tienes razón.
—Hace mucho tiempo que no te veo con ese brillo en los ojos, solo quiero verte feliz y quien lo hace es Monica.
—Gracias Clauida, aprecio eso, pensaré lo que dices.
—Soy tu mejor amiga ¿que esperabas? -ambos ríen-. Por cierto, mañana tenemos que ensayar y aun no hemos ido a ese "lugar" que mencionaste.
—¡No puede ser! –exclamó Axel tomándose la cabeza– Lo había olvidado completamente, dile a los muchachos que mañanas nos reuniremos en el muelle y allí les enseñare el lugar.
—Vale, Carlos también quiere verlo así que le diré.  
—Esta bien, dile a todos que nos veremos allí en la tarde. Le diria a Jops pero esta desaparecido...
—No me parece raro, siempre hace eso desde que está con Melanie, seguro llega mañana en la mañana, de todas formas yo le enviare un mensaje.
— Vale.

Claudia y yo continuamos hablando hasta que empezó a oscurecer, cada uno tomó su camino y empezamos nuestro regreso a casa. Mientras caminaba pensaba en lo que me dijo Claudia,  que me arriesgara y le dijera a Mónica, ella tenía razón, no es malo arriesgarse de vez en cuando y decir lo que sientes. Pensé en eso todo el camino y al llegar a casa tome una decisión....

—¿Hola?
—Claudia! Necesito que me digas donde vive Mónica...
—¿Para que?
—Es que, pensé lo que me dijiste y tienes razón...
—¡Si! -dice emocionada-. Por supuesto que te la daré, anota... -Claudia le dicta la dirección-
—Gracias Claudia, por incansable intento de hacerme feliz.
—Para eso estoy y estaré siempre Ax....

Un corazón como el suyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora