Capítulo 27: La batalla de las bandas

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Estuve en el lobby esperando un buen rato a que llegaran los muchachos, personas entraban y salían pero ninguno eran los muchachos. A lo lejos pudimos observar  la camioneta aproximándose al hotel al ver la camioneta, Mónica, Brian y yo salimos corriendo hacia la entrada a esperarlos.


—¿Que pasó? ¿Como estas? -pregunto Brian-


Al ver a Jops pudimos notar una venda que cubría toda su mano por lo que nuestros peores temores se habían hecho realidad.


—Pues mal,  no podré tocar la guitarra por una semana.  Mis dedos se inflamaron muchísimo -respondió jops-
—Lo siento chicos,  arruine todo, ya no podremos competir hoy -dijo Carlos casi llorando-
—No pasa nada amigo, no es tu culpa -le dice Jops-
—Bueno pero no tenemos porque salirnos de la competencia.  Puedes cantar ¿no jops? -pregunte-
—Si.  Pero el problema es que las canciones que escogimos son todas con dos guitarras,  la líder y la rítmica ¿A donde vamos a conseguir a alguien que sepa tocar la guitarra y que sepa como tocar esas canciones a estas alturas? -respondió-
—Pues yo conozco a alguien -respondo mirando a Mónica- y esa persona se sabe todas nuestras canciones.
—¿Ah sí?  ¿Quien es? -preguntan todos-
—Pues está justo a mi lado -respondí-
—¿Qué?! -dice Monica- No amor tu sabes lo penosa que soy, no podré estar frente a tantas personas. 
—¿Mónica? ¿Tu tocas la guitarra? -le pregunta jops-
—Si, desde hace mucho tiempo pero lo siento chicos no puedo hacerlo -responde- 
—Vamos Mónica por favor,  necesitamos tú ayuda -dice Bryan-.
—Lo siento chicos pero lo arruinare todo si toco con ustedes


Tomé a Mónica de los brazos y la jale unos metros de los chicos para hablar sólo con ella.


— Perdóname de verdad Axel pero no puedo 
—Amor ¿recuerdas cuando tocamos aquella canción en la cabaña?
—Sí,  claro que lo recuerdo.
— ¿Recuerdas lo mágico que fue ese momento?  Ahí no tuviste pena ni nada amor.
—Lo se pero esta vez es diferente.  Esta vez estaré frente a miles de personas aparte de las otras miles de personas que nos verán por televisión.
—¿Recuerdas cuando estaba apunto de salir a tocar en el MAC? ¿Recuerdas lo nervioso que estaba?
—Si obvio.
—Cuando llegaste,  tomaste mi mano y me dijiste que no estuviera nervioso porque  tú estabas ahí. Nunca te lo dije pero me sentí tan seguro que todas mis preocupaciones desaparecieron, me sentí seguro, me sentí invencible...  Ahí fue donde comprendí todo.
—¿Que?
—En este concierto olvida a las personas, solo mírame a mi,  olvídate del mundo para que entiendas porque me quedo viéndote en cada concierto...
—Ax -interumpe-.
—Estaremos juntos Mónica, ganemos o perdamos estaremos juntos y pase lo que pase hay que disfrutar el momento,  sin preocupaciones,  solo tu y... -intente decir pero fui interrumpido por un beso de Mónica-.
—Esta bien Axel, hagámoslo.
—¡Si!  -respondí besándola nuevamente eres la mejor.
—Si lo haré chicos -les dijo Mónica.
—¡SIIIII!  -gritaron de la emoción todos- gracias Mónica, eres la mejor -dijeron mientras todos la abrazaban.


No todo estaba resuelto,  teníamos que ensayar mucho antes del concierto para que Mónica se acostumbrara. Llegamos muy temprano al teatro para ensayar aprovechamos que no había ninguna otra banda necesitando el escenario para ensayar mucho más.

Pasaron las horas y empezó la batalla de las bandas. Habían muchísimas personas, la mayoría apoyando a la banda local nosotros estábamos muy tranquilos esperando nuestro turno.


La competencia se haría de la siguiente manera:

En la primera ronda todas las bandas tocarán el cover de su elección. Los jueces calificarán a cada una de ellas con calificaciones del 0 al 10.  Las dos bandas que tengan menor puntuación serán eliminadas y las demás pasarán a la siguiente ronda.

Un corazón como el suyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora