Capítulo 11: La sorpresa

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Mónica vivía del otro lado del puente Rivertside, el lado positivo era que conocía un poco la zona en donde vivía así que me puse en marcha. Tome un taxi para llegar mas rapido, el conductor sabia perfectamente la zona así que estaba confiando en el para no perderme. Mis pensamientos me hacían ponerme cada vez mas nervioso, algunas veces pensaba en dejarlo asi y regresarme pero verdaderamente estaba decidido. 

Llegue a la urbanizacion Wallter M, donde vive Monica, su casa era la 100 y yo estaba apenas por la 50 asi que comence a caminar buscando su casa. Eran aproximadamente las diez de la noche, vi a mucha gente en las afueras de su casa o caminando por la calle; era perfectamente entendible ya que era viernes por la noche y la gente salia a divertirse.

Y ahí estaba yo, frente a la casa #100, mis manos temblaban, mi corazón estaba acelerado, estaba completamente paralizado, no sabia que hacer. Me quede unos frente a esa casa viéndola (así como un asesino) las personas se me quedaban viendo y yo solo estaba ahí, pensando. Después de un rato tuve una idea, bastante loca pero era lo único que se me había ocurrido en ese momento. 

Me acerqué a la casa, como había gente viendo no hice ningún movimiento raro, empece a caminar poco a poco hacia la cerca que da para el patio de su casa, no podía pasar por ningún otro lado, así que tenia que saltar esa cerca pero no podía hacerlo ya porque había personas cerca,  tenia que esperar el momento indicado. Justamente paso el camión de basura y como se quedo parado aproveche y brinque la cerca; del otro lado habían muchas cosas pero no me iba a quedar viéndolas, de repente escucho un ruido,  poco a poco gire la cabeza hacia donde creía yo provenía ese ruido y vi aquella bestia...

...Era un perro gigante que apenas me vio salio corriendo a buscarme, yo no me iba a quedar parado así que empece a correr también. El patio era un poco grande asi que tenia un poco de ventaja sobre esa bestia, yo solo corría y buscaba un lugar donde ese perro no me agarrase; en mi intento por despistar a ese perro, vi una tubería que daba al techo del garaje y como no tenia ninguna otra opcion aparente, corrí con todas mis fuerzas hacia esa tuberia. Subi rapidamente y como estaba cansado me acoste en el techo por unos segundos, el perro ladraba y ladraba, yo lo unico que podía hacer era rogar para que nadie me descubriera. El perro continuó ladrando por varios minutos hasta que por fin se calló y se durmió, de repente, escucho que abren la puerta del patio,  como pude me recosté en el techo, rogando para que no me descubrieran o que eso no se cayera el techo. Pude escuchar a alguien que le decía algo al perro (supuse que era el padre de Mónica, no quise prestarle atención y seguí ahí acostado esperando que se fuera.  Al cabo de unos minutos se fué, yo me levanté y empecé a caminar con mucho cuidado para no caerme; el cuarto de Mónica, según Claudia quedaba en el segundo piso,  así que empecé a buscar una manera de llegar. Buscando algo para subir pude notar que había una tubería que daba al segundo piso,  no tenia otra opción así que lo hice, cuando empecé a subir note que el tubo estaba muy bien fijado, así que agarré confianza y subí más rápido.  Al llegar al segundo piso,  pude observar la ventana de lo que suponía era el cuarto de Mónica; poco a poco me fui acercando a la ventana cuando de repente una voz dice mi nombre...


—¿Buscas a alguien?
—¡¿Que?! Mónica! -respira aliviado- Menos mal que eres tu, yo pensaba que era tu papa o tu mama, déjame decirte que ya me imaginaba en la cárcel por hacer esta locura, aparte, tus perros casi me comen vivo -Monica rie-.
—No seas tonto, no creo que ellos coman humanos o quizás si -dice bromeando-. Dejame decirte que me hiciste reír muchísimo, en especial cuando estabas huyendo de Mandela y de Vaca. 
—Creo que no es muy difícil adivinar cual es Vaca  -bromea-
—Si verdad? -ríe-. Ven pasa antes de que alguien te vea. 
—Gracias -dice axel-
—Ahora, explícame ¿que haces aquí? -pregunta inquieta-
—Bueno, es que, tu siempre me sorprendes y me llevas a lugares increíbles, hoy yo quiero hacer lo mismo...
—¿Lugares increíbles? -dice apenada-. Eres el primero que dice eso, a la mayoría de la gente le parecen muy aburridos esos lugares,  simplemente prefieren estar frente un teléfono o una computadora que relajarse un rato viendo las estrellas o recostarse a disfrutar la naturaleza.
—Créeme que disfruto mucho pasar tiempo contigo en esos lugares,  nunca lo había hecho y de verdad desde que salimos por primera vez he descubierto que me gusta relajarme en la naturaleza.
—Que bueno! -dice emocionada-. Me alegra que lo hayas descubierto. Ahora, ¿a donde iremos?
—¿En serio crees que te diré? Es una sorpresa.
—Vale esta bien solo..... -Mónica calla por unos segundos-
—¿Que sucede?
—Shhhh, viene mi papa, escóndete bajo la cama -dice nerviosa-
—Tu cama es muy bajita, no creo que pueda entrar.
—¿En serio? -se ríe-. Entonces mete la barriga y no respires.
—Esta bien, lo intentare -bromee-.

Un corazón como el suyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora