-Ya estoy en casa.-Anuncié entrando.-Estos son Akamatsu Takeshi y Hattori Karin, unos amigos.-Al instante pude notar la mirada tensa y poco familiar de mi padre y abuelo.
-¡Bienvenidos!-Gritó mi madre haciendo que pasaran a la sala de estar, donde se sentaron para recibir un zumo y galletas.-Karin, tu pelo me encanta ¿es tu color natural?-Preguntó haciendo que mi amiga, incomoda, se tocara un mechón morado oscuro ligeramente rizado.
-Pues...
-Mamá, por favor, seguro que a Karin no le agrada la idea que tengas el mismo color que ella.-La interrumpí nerviosa.
-Cierto.-Asintió con una sonrisa dulce en sus labios.
-Perdonen.-Llamó la atención Takeshi, haciendo que mi padre quien estaba sentado tomándose un té y mi abuelo sentado en el sillón viendo la televisión, le prestaran atención.-Ya sé que es muy precipitado, ya que no los conozco y su llegada a este pueblo sigue siendo bastante reciente y no llevan mucho tiempo aquí, pero... ¿me dejarían obtener la mano de su hija, para cuando acabe el instituto no casemos?-Preguntó educadamente y muy nervioso, haciendo que el zumo que me estaba bebiendo, lo escupiera de la sorpresa, así manchando la mesa mientras tosía fuertemente, al igual que mi padre se atragantó con el té y mi abuelo casi se cae del sillón, pero mi madre estaba completamente normal.
-¡Yumiko! Fíjate cómo has puesto la mesa.-Dijo ligeramente molesta, haciendo que me levantara por un trapo.
-¡Claro que no!-Gritó mi padre cabreado.
-¿Por qué no?-Preguntó mi madre sin comprender.
-¿Enserio lo preguntas?-Se preguntó mi abuelo con una gran gota de sudor en la frente.
-¡No, no, no y no!-Me entrometí cabreada, mientras Karin levantaba ligeramente el puño, dispuesta a pegarle.
-Espera Yumiko.-Dijo mi abuelo con una sonrisa escalofriante en los labios.-Así que quieres casarte con mi nieta, ¿no, Tatusi?
-Takeshi, señor.-Le corrigió.
-Eso he dicho, ¿acaso estas diciendo que soy tan viejo que no puedo escuchar y no puedo recordar bien los nombres?-Preguntó amenazante.
-No, por supuesto que no, señor.-Contestó nervioso.
-Bien, porque si digo que te llamas Sakura, te llamarás Sakura, si te llamo Oochan, ese sería tu nombre ¿entendido?
-Sí, señor.
-Así me gusta, siendo un chico listo. Bueno, dijiste que querías casarte con mi nieta, pero, ¿sabes lo que eso conlleva?- Preguntó, el chico negó inquieto.-El test Inoue.
-¿Test Inoue?-Repitió el joven algo nervioso.
-Sí, es un test que se ha hecho en mi familia durante generaciones, todo aquel hombre que se quiera casar con una descendiente de los Inoue, tiene que pasar unas pruebas, para probar su valor y fuerza, arriesgando su vida.
-Mira, ¿ves esta cicatriz?-Preguntó mi padre, enseñando la gran señal de herida que tenía a lo largo de la pierna.-Casi perdí la pierna, pero ella me curó y todo mereció la pena.-Continuó abrazando a mi madre, quien tenía una sonrisa incomoda.
-Si fuera Takeshi el que estuviera a punto de perder la pierna, yo no le habría curado, directamente se la hubiera cortado.-Dije mientras miraba fijamente la cicatriz, cuando escuché la risa nerviosa del chico.
-Opino que todavía somos muy jóvenes, que pasen los años y ya se verá.-Dijo temeroso. En aquellos momentos adoraba a mi abuelo, mi esperanza de que ese chico me dejara tranquila había vuelto.
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Wolf's soul Okami no tamashi
RomanceSiempre viví en la ciudad de Tokyo, nunca pensé en mudarme a las afueras, me gusta el ruido, los coches, el sonido de los anuncios y la gente hablando, me crié con ello y nunca experimente lo que sería vivir en tranquilidad en el bosque, en un puebl...