Wolf's soul Okami no tamashi

Capítulo 26-La nueva mascota de Tomomi: Copito de nieve.

-¡Shizen! Traigo visita.-Informé cuando me dí cuenta de que no estaba, ya que se encontraba trabajando en aquel bar.-Ese chucho, nunca está cuando se le necesita.-Mascullo molesta.

-Oye, oye, entonces ¿cómo fue salir con un youkai?-Preguntó de repente, provocando que yo me sonrojara.

-¿A qué viene eso?-Pregunté avergonzada.

-A que es un tema bastante interesante, eres la primera persona a parte de mi padre, que se atreve a salir con un ser mitológico.

-¿Y por qué no le preguntas a tu padre?-Pregunté molesta.

-Ya lo hice, pero quiero saber si para ti fue también tan duro.

-Lo fue, realmente fue duro, es duro tener que mantener una relación en secreto con la persona que crees que amas, es duro que todo el que lo descubre, quiere que os separéis y hacerte daño, es duro despertar sabiendo que un nuevo día difícil se avecina y que por la noches te acueste pensando qué es lo próximo que ocurrirá, es duro pensar que posiblemente todo lo que dice ese youkai con el que estás saliendo, solo son mentiras, sí, fue duro.-Contesté sin pensar, haciendo que ella me mirara entristecida pero al mismo tiempo su expresión era ligeramente cómica.

-¡¡¡Yumiko-chan!!! lo has tenido que pasar realmente mal, ven a mis brazos, yo te daré cariño.-Dijo con los ojos llenos de lágrimas.

-No, gracias, estoy bien.-Contesté incomoda.

-¿Por qué no dijiste nada?-Preguntó una voz femenina a mis espaldas, haciendo que me sobresaltara al descubrir que estaba escuchando la conversación.

-Hana...

-Si tanto dolor te causaba ¿por qué continuaste? ¿Sabes lo mal que lo pasó Shizen por tener que terminar contigo? ¿por qué no lo hiciste tú?-Preguntó molesta.

-No podía.-Contesté haciendo una falsa sonrisa.-Para mi él era de lo poco que me quedaba, no quería ni quiero creer en esas historias y aún me duele pensar que nada será como antes...

-Cris... huye.-Me interrumpió al instante Hana con el rostro aterrado.

-¿Qué pasa?-Preguntó preocupada.

-Se acerca Seiya.-Contestó la mujer repleta de pánico, cuando de pronto apareció el cazador alarmado.-¿Tu también lo sientes?-Le preguntó mientras el enmascarado asentía.-Cazador, por favor, llévate a la sacerdotisa y a su amiga a casa, aquí no están seguras.

-¿Quién es Seiya? Suena muy peligroso y excitante.-Dijo Tomomi llena con los ojos repletos de emoción.-¿Y este ninja rechulongo*? 

Diccionario Tomomi: Rechulongo: Algo guay, interesante, original, sorprendente. Ej: Ese baile es rechulongo, ojala pudiera bailarlo.

-No nos vamos.-Negué convencida mientras Hana me miraba con desaprobación.-No es un ninja, es un cazador bueno.-Le explique con media sonrisa ignorando la mala situación en la que nos encontrábamos.

-No hay tiempo para que te pongas valiente, debes irte a casa...-Dijo furiosa, pero cada vez con un tono más bajo ya que me había ido al templo sin escucharla para poner un talismán protector.-Me ignora...-Murmuró desanimada.

-Todo el mundo te ignora, florecilla.-Dijo una voz masculina y ronca a nuestras espaldas. Lo primero que vi fue al hombre zorro mirándonos con superioridad, sin embargo... al segundo siguiente, Tomomi estaba subida a él acariciándole las orejas.

-¡¡¡QUE ADORABLE!!! Me encanta los hombres con orejas de animales ¿te puedo adoptar?-Preguntó animada, mientras él tenía una cara de placer. No es de extrañar, que nosotros miráramos completamente incrédulos al terrorífico zorro que casi nos mató hacía unos meses, ahora con ese rostro tan inocente y placentero, similar al de un niño pequeño tomando un helado en verano ¿qué narices le pasaba a ese canoso?-¡Wow! tiene tres colas, me pregunto si cuando está feliz, parecerá un ventilador...-Murmuró. Nuestros rostros cada vez eran más exagerados por culpa de la curiosa imaginación de mi nueva amiga. Cuando por fin Seiya se dio cuenta de la extraña imagen que nos estaba otorgando, reaccionó apartando de forma muy brusca a Tomomi... lanzándola hasta el otro extremo del bosque...-WIIIII, ESTOY VOLANDO....-Gritaba mientras se alejaba de nosotros, no obstante, a los segundos siguientes había vuelto corriendo.-¡¡¡Me gustas!!! Te llamaré Copito de Nieve.