NARRA *Emi*
Desperté de golpe, me costaba respirar, mi vista estaba nublosa, parpadee un par de veces para poder ver mejor a la persona que trataba de calmarme.
- Shhh. No fue real.
Decía para calmarme, seguía tratando de poder ver mejor, me sentía mareada, solo quería saber quién era, no podía reconocer su voz.
Emi – Quien eres?
Andrea – Mi nombre es Andrea.
Logre ver un poco mejor, a primera vista ella parecía perfectamente normal, parecía humana. Era delgada, de piel medio clara, cabello ondulado café un poco largo. Todo en ella era normal, menos uno de sus ojos. Uno era café, concordaba con ella, pero el otro era color naranja. Era otro experimento?
Emi – Que eres?
Andrea – Soy como tú. En cierto sentido.
Emi – Como es posible?
Andrea bajo la mirada, Jake nunca menciono nada de esto.
Emi – Dime, que salió mal? Como es que aun eres humana?
Andrea – Todos seguimos siendo humanos en cierto sentido.
Emi – Sabes a lo que me refiero.
Ella no me miraba, solamente se quedó callada. Necesito respuestas y si no me las da... las tendré que obtener de otra forma.
Tome su mano, perdóname Andrea. Las visiones nunca mienten. Ella era una nacida, pero no es la única.
Emi – Donde está tu hermano?
Andrea – Como te metiste a mis memorias?!
Emi – Lo lamento, pero necesito respuestas.
Ella me miraba horrorizada, hoy ya no me parece tan raro que me miren de esa manera, la verdad es que soy un monstruo.
Emi – Por favor, tú puedes ayudar a una chica embarazada que no sabe que carajos pasa dentro de su vientre.
Andrea – De que hablas?
Emi – Debo llamar a Pame.
Andrea – Quien es Pame? Me estas asustando.
*Emi – Pame, ven por favor.
*Pame – Ya voy.
Emi – Ya viene, no te preocupes.
Ella estaba asustada hasta que vio a Pame entrar y logro entender.
Cuando me pude levantar, buscamos a el hermano de Andrea y a los otros dos nacidos. Eran:
Elliot, un chico fornido de cabello café igual de Andrea, de piel medio clara y ojos color amarillo, tenía el don de la teletransportacion.
Sanwyer, era delgado pero también un poco fornido, de cabello castaño rubio, de piel pálida y ojos color verde opaco, tenía el don de poseer cuerpos.
Scott, un poco fornido, de cabello rubio, piel pálida y ojos color miel brillante, tenía el don de la invisibilidad.
Todos nacidos, pero lo raro aquí es Andrea, porque ella nació semi-humana. Despues de reunirlos, me llevaron ante la hermana del señor Bach. Entramos a la casita en donde la tenían amarrada a una cama.
Jake – Emi, Cuidado es peligrosa.
Me acerque a ella, parecía estar dormida, pero a mí no me engaña. En cuanto estuve cerca ella abrió los ojos, que eran color rosa, y la cama que estaba compuesta de metal y algodón comenzó a retorcerse, pero yo sabía cómo pararlo. Extendí mi mano sobre ella y todo paro.
Emi – También puedo controlar el metal.
Ella me miro sorprendida, pero cuando me miró fijamente a los ojos pareció entenderlo todo.
Emi – Cuál es tu nombre?
Karla – Mi nombre es Karla. Tú debes ser la copia pura de mi hermano.
Emi – A que te refieres?
Karla – Sigues sin saberlo todo.
Emi – Entonces cuéntame o es que aun sigues del lado de tu hermano.
Karla – YO JAMAS ESTARE DEL LADO DE ESE MALDITO, NO DE NUEVO!
Exclamo, mientras se retorcía y trataba de liberarse.
Emi – Demuéstralo.
Me miro algo molesta.
Karla – Entonces deseas saberlo todo.
Emi – Sí.
Karla – Bien. – Recostó su cabeza de nuevo – Mis dos hermanos y yo acabábamos de perder a nuestros padres, yo era una genetista y mi hermano un científico que estudiaba el cuerpo humano, mi hermano menor era el menos científico, el solo quería ser un escritor. Después de la muerte de mis padres, mi hermano mayor Albert, se obsesiono con la idea de traer a los muertos a la vida de nuevo. Pasamos meses encerrados en un laboratorio hasta que lo conseguimos, inventamos el virus que revivía a los muertos, lo probamos en varios animales y siempre resultaba positivo, aunque siempre cambiaba su apariencia, los dejaba conservar su conciencia. Pero, el virus solo funcionaba con muertos que habían fallecido alrededor de 48 horas, de lo contrario no revivían. Mi hermano menor fue el primer humano traído de regreso de la muerte, Albert lo mato. Creo que tú conoces muy bien a mi hermanito – Me miro y yo simplemente no entendía.- Su nombre es John. – La Mire incrédula.
Emi – Eso no es posible.
Karla – Lastimosamente sí. Mi hermano Albert lo probo, y el virus provocó una variable en su ADN, obtuvo más que vida, obtuvo poder. Pero aun así, no era perfecto. Luego de unos meses, Albert enloqueció, traían a todo tipo de gente que había fallecido, los revivía y encerraba para observarlos, quería la perfección. Yo, me opuse a sus decisiones y me mato y revivió igual que al resto, me encerró. Mi hermano, John solía visitarme en mi celda, me contaba todo. Un día, John no llego solo a mi celda, Albert lo acompañaba. Albert dijo que habían encontrado la perfección en el ADN de una joven y John seria el señuelo para atraparla. Albert no deseaba que tu escaparas, por eso mato a tu madre y a tu hermanita, ocasiono el accidente en el que mato a tu hermana y a ti, pero no pudo matar a tu padre, él se había ocultado. John se opuso a matarte, pero al final no le quedo de otra que obedecer. Cuando escapaste la primera vez, Albert se puso furioso, John sabía que tratarías de regresar a la ciudad para estar con él, John se había enamorado de ti y eso a Albert no le agrado, así que cuando tú y John se reunieron, él lo asesino de nuevo sabiendo que a pesar de todo él iba a volver a revivir, le inyecto un nuevo virus para lavarle el cerebro y ponerlo en tu contra por si volvías a escapar... perdí a mi hermano, al igual que tú, cuando escapaste la última vez.
Emi – Yo.. yo.. yo lo lamento.
Tome un cuchillo y la libere.
Emi – Ella viene con nosotros.
Jake parecía molesto pero entendía que ella nos sería útil.
Hola
espero que les guste. perdón por la tardanza
compartan la historia si les gusta.
no se olviden se votar y comentar. porfis.
Gracias por leerla.
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Heroes
FanfictionNacemos para morir, pero en el proceso nos encariñamos de la vida y al momento de tener que dejarla... No sabemos como dejarla ir. No sabemos morir, no sabemos aceptar que formas parte del pasado, que ya no abra un futuro. Pero para mí, está segund...