Johanna en Sinsajo

Capítulo 16

Llevamos una semana bastante rara aquí, en el 13. Todo el distrito se ha volcado en la boda de Finnick y Annie. Se casarán dentro de dos semanas, ya que en un mes sale la misión al Capitolio. La gente está ayudando muchísimo. Muchos están buscando telas y otras cosas que puedan servir para decorar la ceremonia. Annie usará como vestido de novia, el vestido que llevó Katniss en el distrito 5 durante su Gira de la Victoria; es un vestido de Cinna y Katniss se lo ha dado como regalo de bodas. Finnick, bueno, no tengo ni idea de cómo irá vestido, porque al parecer yo se lo podría decir a la novia y eso trae mala suerte. Desde mi punto de vista es una completa estupidez. Yo también le podría decir a Finnick cómo se vestirá Annie y no se lo he dicho, pero en fin, es su boda y él manda.
Lo que me sorprendió mucho fue que Coin autorizara una boda. No sería raro si fuera una boda íntima, pero es que va a asistir todo el distrito. Al parecer a la gente le vendrá bien olvidarse de la guerra, al menos durante un día.

Katniss y yo llevamos una semana en el entrenamiento y tengo que decir que es mucho más duro de lo que esperaba. De todos modos, la entrenadora dice que hemos avanzado bastante y que es muy probable que estemos en plena forma para la misión. Dice que tenemos que trabajar muy duro para la prueba final, que consiste en una simulación de una misión en la que puede pasar de todo, pero tenemos que seguir siempre las órdenes pase lo que pase, que según ella, es la parte más difícil.
Estoy caminando hacia mi habitación cuando me encuentro con Haymitch.
- ¡Hola preciosa!
- ¿Qué pasa, Haymitch?
- ¿Es que no puedo saludar a una amiga?
- Me parece raro viniendo de ti, ¿te han quitado la bebida o necesitas algo de mi?
- Las dos cosas. Sí me la han quitado y necesito hablar contigo porque me aburro y con Katniss no se puede hablar de nada sin que le siente mal.
- De acuerdo. Por cierto, ¿cómo está Peeta?
- Bueno, el chico está mejor. Ya puedo ir a verlo sin que le den ataques ni nada de eso pero no es el mismo.
- Ya, no creo que pueda volver a ser el mismo.

Después de las dos horas de charla con Haymitch me voy al hospital, donde me tengo que reunir con Plutarch. Al parecer, Peeta tiene lagunas de nuestra estancia en el Capitolio y quiere saber lo que pasó. Algunas veces es más estúpido de lo que pienso, ¿para qué quiere revivir la tortura del Capitolio? Pero en fin, son órdenes que tengo que cumplir.

Han pasado dos semanas y la boda de Finnick y Annie está muy cerca, se casan esta tarde. Estoy muy feliz por ellos.
Estuve yendo a ver a Peeta tres veces a la semana, respondiéndole algunas preguntas que tenía, hasta que en una de esas sesiones le dio un ataque y tuve que irme. Ya no lo he vuelto a ver, pero Haymitch me ha dicho que ha hecho él la tarta de bodas, como terapia.

Me voy a mi habitación a buscar a Katniss para ir a la boda pero no la encuentro. Estoy una hora más esperándola pero al final decido ir yo sola porque no quiero llegar tarde.
Al llegar me siento al lado de Haymitch que parece que vive en una resaca permanente desde que no bebe. Desde allí veo a Finnick. Tengo que reconocer que esta muy guapo y también muy nervioso. Pasan 15 minutos cuando entra Annie. El vestido es muy bonito, bastante discreto y lleva una diadema preciosa. La ceremonia transcurre entre promesas de amor, risas y lágrimas de alegría. Después de que Finnick y Annie se conviertan en marido y mujer oficialmente, llega el momento del baile típico del distrito 4, en el que todos nos cogemos de la mano formando un círculo y empezamos a bailar una canción muy alegre. Me lo pasé realmente bien.

Hoy es el día de la prueba final, la prueba de la que depende si Katniss y yo vamos al Capitolio o no. Antes de la prueba nos ponen un mono especial, nos dan armas que simulan unas de verdad pero son inofensivas y nos colocan un aparato por el que nos dicen las órdenes. Nuestra misión es atravesar 10 manzanas y llegar ilesas.
En las primeras dos manzanas no pasa nada. Alguna flecha que esquivar pero nada importante. En la manzana número 3, escuchamos unos gritos desgarradores y a alguien pedir auxilio, mientras que el comandante nos dice que sigamos avanzando y no nos detengamos. Fue difícil pero lo conseguimos. En la cuarta y quinta manzana, tenemos que esquivar minas enterradas para no volar por los aires. Nos cuesta mucho pero al final lo conseguimos. Llegamos a la sexta manzana y no pasa nada. Estamos alerta, con las armas preparadas pero no hay ningún tipo de movimiento. Entonces aparece el agua. No se de donde viene, solo se que estoy empapada. Intento seguir pero no puedo, estoy paralizada de terror. Katniss me dice que siga andando, que no es nada pero mis músculos no responden. El comandante no para de gritar que sigamos con la misión pero no puedo, así que le digo a Katniss que siga ella. Al menos una de nosotras irá al Capitolio.

Estoy en mi habitación, llorando de impotencia, de frustración. No soporto ser tan débil, no soporto paralizarme cada vez que me mojo, es absurdo. Cuando entra Katniss, yo sigo llorando.
- ¿Qué tal estás Johanna?
- ¿Acaso importa?
- A mí si me importa, eres mi amiga.
- Pues estoy jodida. Es increíble, ¡tengo miedo al agua! Parezco un niño de 6 años. Encima no puedo ir a la misión, es frustrante.
- Te he traído esto, por si te ayuda- me da una cajita y la abro. Es un ramillete de varias hojas de distintos árboles y su olor me es muy familiar.
- Huele a casa- después de unos minutos sigo hablando- Katniss, prométeme una cosa.
- Dime
- Mata tú a Snow.
- Eso está hecho.