Capítulo 28

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Falta apenas una semana para la boda de Peeta y Katniss. En estos tres meses de preparación, no hemos podido casi ni respirar, y con "hemos" me refiero a todos, no solo los novios. Effie se ha encargado de organizar la boda, y, al parecer, tenía tareas para cada uno. Yo me he librado de algunas de mis tareas porque estoy de casi 6 meses y no quepo ni por las puertas.
Esta semana va a ser la más ocupada. Al igual que en la boda de Finnick, según Effie da mala suerte que los novios vean el traje de su pareja antes de la boda, así que Effie, Katniss y Annie (con el pequeño Finn, que es el único chico que sigue en la casa) se van a quedar esta semana en mi casa. Thom, Peeta y Haymitch están en la casa de Peeta. Yo soy la única que puede usar el teléfono para hablar con ellos, al parecer en un embarazo de gemelos es común dar a luz antes de tiempo, así que es para no estar incomunicada.
Ayer fue el primer cumpleaños de Finn. Todos nos reunimos en casa de Peeta y Katniss para comer y pasar la tarde. Fue muy emotivo. Como si lo supiera, todos estábamos pensando en Finnick, aunque no lo dijéramos. Faltaban sus chistes, su sonrisa irónica, su orgullo de padre al ver a su hijo soplando las velas, su carácter de marido perfecto, las bromas que, sin duda, Haymitch y él les habrían hecho a Thom y a Peeta... Faltaba él. Y, no sé si fue por las hormonas del embarazo o porque lo necesitaba, pero a mitad de comida me salí un rato fuera, con una excusa completamente absurda que seguro que no funcionó, y me puse a llorar. No quería pero las lágrimas salían solas. Entonces salió Katniss y se sentó a mi lado.
- Lo echas de menos, ¿verdad?
- Sí... No puedo parar de pensar en que falta él en este momento... En que no es justo
- Nada de lo que nos pasó fue justo. Mi hermana, Cinna, Finnick, tu familia... Pero en momentos así, me gusta pensar que sus muertes no han sido en vano. Que gracias a ellos, ahora tenemos la vida que queremos. Yo me voy a casar con un chico que no me merezco, que me ama. Tú has encontrado al tuyo y mírate Johanna, vas a formar una familia. Gracias a Effie y a su hijo Danny, Haymitch ha dejado de beber. Y Annie, nunca superará lo de Finnick, igual que ninguno de nosotros, pero tiene algo de él, tiene a su hijo Finn y eso es algo que ayuda mucho. Seguro que todos nos volveremos a reencontrar algún día.

Después de la charla con Katniss, las dos estuvimos media hora más, llorando, recordando y hablando, antes de que salieran todos y nos separáramos por grupos.
Anoche, Katniss casi mata a Effie, que solo quería que mirara catálogos de vestidos de boda. Ella no paraba de decirle que ya había visto uno pero Effie insistía. Al final fue Annie la que decidió cambiar de tema, y toda la conversación se concentró en mi embarazo.
- Por cierto, ¿cómo estás Johanna?- empezó Annie
- Bien, gorda.
- Eso salta a la vista- dijo Katniss, intentando enfadarme. Yo le seguí el juego
- No te pases descerebrada que seguro que en un par de años, te vemos con mini-mellarks corriendo por ahí. Eso si no os emocionáis en la noche de bodas.
- Como os pasó a Thom y a ti. Ah no, que no os habéis casado.
Se hizo un silencio incómodo en la sala. Cómo no me lo había planteado. Thom quiere casarse, me lo dijo al enterarnos de que íbamos a ser padres pero se me había olvidado.
- ¿No estarás pensando en...?- dijo Effie
- Él me lo sugirió hace 6 meses o así, pero con lo del embarazo, pues se me había olvidado, y a él tambien.
- Pues podemos organizar una boda. Necesitaremos otra tarta y vestido... El vestido va a ser complicado pero puedo llamar a...- cuando Effie empezaba a hablar no había quien la parara
- Effie, no me voy a casar. Vamos a dejar de lado ese tema, que la que se casa en una semana es Katniss.
Estuvimos hablando un par de horas, hasta que el cansancio fue mayor que las ganas de cotilleos y nos fuimos a dormir.
Eran las 4 de la mañana cuando me desperté por un dolor en el vientre. Me asusté muchísimo. No me dolía demasiado pero, era incómodo. Bajé abajo y me tropecé con una de las maletas de Effie. Casi al instante, unas Effie, Katniss y Annie muy cansadas bajaban por la escalera con cara de preocupación.
- Estoy bien, estoy bien
- No estás bien, ¿qué haces despierta a las 4 de la mañana?- me pregunta Katniss
- Es que he notado un dolor en el vientre pero ya se me ha pasado.
- ¿Un dolor en el vientre? Siéntate ahí un rato, y nos aseguramos de que no es nada- sugiere Annie
Me siento en el sillón y ellas se sientan en los sofás restantes. En apenas unos dos minutos vuelvo a notar el mismo dolor. Me subo la camiseta y veo la piel de mi barriga moverse.
- ¡Se está moviendo!- gritó Effie- ¡Madre mía Johanna! ¡Se mueve mucho!
Al decir esto, veo una luz de la casa de al lado encenderse. En un par de minutos, Haymitch, Thom y Peeta están en la puerta.
- ¿Qué es este escándalo? ¡Son las 4 de la mañana!- dice Haymitch
- Ha sido tu mujer- dice Katniss
- ¿Pero qué ha pasado, estáis bien?- pregunta Peeta
- Sí, es solo que se están moviendo- le digo a Thom. Acto seguido le cojo la mano y la poso sobre mi barriga, justo donde noto las patadas. A Thom se le saltan las lágrimas. Y todos ponen esa típica sonrisa, la misma que pusieron en la boda de Finnick y Annie y la misma que cuando le vimos al pequeño Danny la cara.
Es el llanto de un bebé lo que rompe el momento. Effie sube corriendo y baja con Danny. Se lo da a Haymitch.
- Hoy te toca a ti, necesito estar perfecta mañana- le dice y antes de que tengan tiempo de reaccionar, Effie ya les ha cerrado la puerta.

Esa semana fue una locura. El resto de días pasaron entre compras de flores para decorar, viajes a la pradera, para arreglar el sitio de la ceremonia, vestidos... Esto último fue lo más complicado. En ninguna tienda cercana vendían vestidos de fiesta tan grandes, así que cogimos un tren y nos fuimos a pasar el día al Capitolio. En una tienda de premamá encontramos el traje perfecto y lo compré.

- Katniss, desde el día que te vi en la escuela con esas trenzas cantando la canción del valle supe que mi corazón ya no pertenecería nunca jamás, porque sin querer te lo había entregado. Me enamoré de repente pero ese amor ha ido creciendo, día tras día. Y lo seguirá haciendo. Puede que no tuviéramos una primera cita o escapadas románticas. Pero el amor forjado en el furor de los Juegos es indestructible. Todo lo malo que nos podría pasar, ya nos ha pasado, pero hemos sobrevivido, nuestro amor ha sobrevivido y se ha hecho más fuerte y más poderoso. Ahora solo nos queda mirar al futuro, a la vida que tenemos por delante. Te quiero, mi vida.
- Peeta, he de reconocer que eres mejor que yo con las palabras. Yo no te conocía hasta aquel día que me salvaste la vida. Y me eras indiferente. Tuviste paciencia y me enamoraste, día tras día. Fue en el vasallaje cuando supe que te necesitaba, que siempre te había necesitado pero que no me había dado cuenta. Esto es real, lo que siento por ti es muy real y solo puedo decirte que te quiero.

Después de los votos de la boda, a todos se nos volvió a quedar la cara que pusimos noches antes, cuando se empezaron a mover los bebés. Ahora he descubierto que esa cara es de felicidad, es una cara de alegría, como diciendo "al final lo han logrado, lo hemos conseguido". Solo puedo desearles que sean muy felices.

Johanna en SinsajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora