Capítulo 29

380 38 6
                                    

Desde la boda de Peeta y Katniss estoy fatal. No puedo dormir, como bastante mal y apenas puedo moverme. Me encuentro muy mal. El otro día, le dije esto a Thom y sugirió que nos tomáramos unas vacaciones. Nuestras primeras vacaciones juntos y las últimas solos. Me pareció una buena idea. Ahora mismo estamos de camino a la estación, donde ya se encuentran Haymitch y Effie para despedirse. Peeta y Katniss, bueno, no se sabe nada de ellos desde la boda. Creo que volvieron hace un par de semanas de su luna de miel, pero no estoy segura.
- Preciosa, espero que vuelvas bien- me sorprendió ese comentario tan fraternal de Haymitch, debí de poner una cara muy rara porque él aclaró- No es lo que te imaginas, es que igual no arranca el tren contigo encima- dicho esto se empieza a reír, Effie le da un codazo para que se calle, porque Danny está durmiendo y porque es una grosería, según ella
- Ni caso Johanna, estás preciosa. Buen viaje chicos.
Tras despedirnos, subimos al tren que nos llevará al distrito 4, donde estaremos un mes de vacaciones.
En el tren, Thom no para de hacer fotos. Desde que Snow ya no está, casi todo el mundo tiene acceso a cámaras fotográficas y Thom se compró una cuando se enteró que íbamos a ser padres. Desde entonces hace fotos a todo.
Llegamos al distrito 4 en apenas un par de horas. Annie nos recibe y nos indica el camino a la casa que le dieron a Finnick como vencedor. Ella y Finn viven en la de ella. Al llegar a la casa, Thom sube a dejar las maletas y echa un vistazo a las habitaciones. Yo me siento en uno de los sillones, pensando que en esa casa había vivido mi amigo, que era como un hermano para mí. Thom interrumpe mis pensamientos.
- Johanna, voy a ir a por algo de comida, ¿te vienes?
- No, estoy muy cansada del viaje, no creo que pudiera andar mucho. Te espero aquí.
- De acuerdo, hasta luego.
- Adiós
En cuanto se va, subo a ver las habitaciones. Encuentro la que debió ser de Finnick. Entro y me sorprendo al ver que huele a él. Las paredes están decoradas con un dibujo del mar. En la mesilla tiene una foto de Annie, y al lado suyo algunas cartas. Aunque sé que no debería, las cojo y las leo. Son cartas de Finnick para Annie. Están fechadas desde 4 meses antes del Vasallaje hasta apenas un par de semanas antes. Son todas cartas de amor, así que en cuanto leo la fecha y el destinatario las dejo. Debajo de todas esas, hay un sobre con mi nombre escrito. Miro la fecha, es de antes del Vasallaje. Empiezo a leerla:
"Hola Johanna:
Si estás leyendo esto, es porque me ha pasado algo. Con lo vigilados que estamos ahora, no creo que te la haya enviado yo y si no me equivoco, esta carta debería seguir en mi habitación. Sabes, pensaba que después de ganar los Juegos, todo sería más fácil, pero ha sido al revés. Supongo que ya habrá terminado el Vasallaje y, espero, que todo haya terminado. Puede que yo siga vivo, pero si lo estás leyendo, o te he invitado a mi casa a celebrar el éxito y ahora te vas a reír de mí por ser tan sentimental, o estoy muerto. Si es así lo siento. Siento haber abandonado todo. Os puedo jurar que no quería. Lo que más me duele es por Annie. Ella no está bien, quiero que si sigue así, que la ayudes. Aunque no te debería decir esto, porque seguro que te estás acordando de nuestra promesa. Voy a despedirme de ti, porque si estoy muerto, supongo que no tuve ocasión."
Dejo de leer la carta para secarme las lágrimas que se han acumulado en mis ojos. Cojo la carta y salgo de la habitación de Finnick. Al llegar a la puerta la abro y me da en la cara la brisa marina, característica del distrito 4. Recuerdo que el entierro de Finnick fue aquí, así que cojo la carta y me dirijo a la playa. Me siento en la arena y sigo leyéndola:
" Sabes que siempre has sido mucho más que una amiga, has sido mi hermana. Me has ayudado en todo lo que has podido y más, y yo he intentado hacer lo mismo. Mags me contó que en mis Juegos, tú te hiciste pasar por patrocinadora y me enviaste pan. Parece una tontería, pero puede que hubiera muerto de hambre si no hubiera sido por ti. Después de nuestros Juegos todo fue diferente. Los acompañantes, los chantajes... No nos debería haber pasado nada. Pero tú siempre tenías una sonrisa en la cara y me la contagiabas. No quiero que estés triste, quiero que seas feliz. Quiero que encuentre a alguien que te quiera y al que quieras, que te cases, que tengas hijos... Quiero que tu vida sea tan buena que olvides nuestra adolescencia. Te deseo esto, porque es lo que habría querido yo para mí. Lo primero lo hice pero el resto no. Puede que lo hiciera antes de morir pero creo que eso es algo que no puedo saber. Resumiendo, que te quería mucho y que no quiero que llores por mí, quiero que me recuerdes como antes.
Cuídate Johanna"
Estoy llorando. No puedo dejar de llorar. Leo la carta una y otra vez y me doy cuenta de que detrás tiene algo escrito:
"Quiero que sepas que si no estoy muerto y te he invitado a mi casa y has descubierto esto, era una broma. No me restriegues lo cursi que me he vuelto. Mejor prevenir que curar. Imagínate que hubiera muerto, te habría ayudado mucho esta carta. Ahora enséñame la carta y nos reiremos juntos"
Al leer esto último, una sonrisa se escapa de mi rostro. De verdad que me habría encantado enseñarle la carta y que nos riéramos juntos durante un rato. Seguramente, me habría burlado de él, Finnick era así, un chulo y arrogante pero era sentimental, simpático y conforme lo conocías descubrías que su arrogancia era, en realidad, carisma. Pero tenía razón, me ha ayudado encontrarla. Finnick me deseaba lo mejor, y lo he cumplido todo, excepto lo de casarme, pero eso tiene fácil solución.
Una hora después llega Thom a la casa, disculpándose por la tardanza, pero no sabía donde estaba el mercado. Juntos, preparamos algo de cena. Después de cenar, pondré en marcha mi plan.
- Thom, mírame la barriga, ¿no me la ves rara?
- ¿Rara? Te le veo como siempre- hace una pausa- Estás guapísima
- Sí, mírala bien- me levanto la camiseta y dejo al descubierto el mensaje que me he escrito: "No se lo digas, pero mamá quiere casarse contigo". Thom se empieza a reír
- ¿Es enserio Johanna? ¿De verdad te quieres casar?- pregunta entusiasmado
- Claro que me quiero casar. Te quiero mucho Thom y quiero estar toda mi vida contigo.
Y nos casamos esa misma noche, al más puro estilo distrito 12, con la ceremonia del tueste. Sin invitados, sin vestido, sin tarta... Solo él y yo.
Me despierto por un dolor en el vientre, otra vez. Aunque esta vez era diferente. No eran patadas, era dolor. Despierto a Thom y él me mira asustado.
- ¿Estás bien?
- ¡No Thom, no estoy bien! ¡Me duele mucho, joder!- al decir esto, noto un líquido bajarme por las piernas- ¡He roto aguas!
- Vamos, al hospital. Tranquila Johanna, vamos a hacerlo juntos.
Salimos corriendo hacia el hospital, que no está muy lejos. Al llegar me tumban en la camilla y me llevan al paritorio. Los médicos gritan datos que soy incapaz de entender, están nerviosos y me están poniendo nerviosa a mí. Una enfermera joven se acerca a mí y empieza a decirme que no tenga miedo, que están así porque un parto de gemelos nunca es algo fácil y, por un instante me recuerda a Lilly, su tranquilidad, su sonrisa...
Thom está cogido de mi mano todo el tiempo, dándome ánimos. Cuando llevo dos horas dando gritos como una loca, deciden que lo mejor es un parto artificial y me sedan.
Cuando me despierto, Thom está a mi lado. Miro hacia abajo y me veo los pies.
- ¿Dónde están? ¿Ha salido bien?
- Todo perfecto. Ahora las traen, las están limpiando.
- ¿Las?
- Sí, dos niñas.
En ese momento, entra la misma enfermera que antes y me entrega dos bultos de mantas. Me asomo y veo dos caritas perfectas. Noto que se me cae una lágrima. Thom lo ve y sonríe. Él coge a una.
- Son preciosas- le digo- Se parecen mucho a ti.
- A mí lo que me preocupa es que se parecen mucho entre ellas. ¿Cómo las vamos a distinguir?- yo me río
- Ya se nos ocurrirá algo. ¿Cómo las vamos a llamar?
- Tú elige el nombre de una y yo el de la otra.
Ambos nos quedamos un rato pensando. Entonces me viene la inspiración y tengo el nombre perfecto.
- Ashley. Me gusta Ashley- Thom me mira con una mezcla de duda y cariño- Mi hermana...
- Me encanta. A mí solo se me ocurre un nombre Johanna, bueno se me ocurren dos. Uno es Johanna.
- No, no me gusta que mi hija se llame como yo.
- Eso imaginaba, así que el otro es Lilly.- ahora soy yo la que lo mira con una mezcla de duda y cariño- Ella te salvó del Capitolio, si no fuera por ella, nunca habría sido tan feliz como ahora, y ya que el Capitolio no le dio el mérito que se merecía, me gustaría dárselo yo.
- Perfecto. Lilly y Ashley. Nuestras hijas, todavía no me lo creo.
- Ni yo, ahora tengo una sorpresa para ti- Thom abre la puerta y veo a Peeta, Katniss, Haymitch, Effie y Danny, Annie y Finn. Todos llevan globos, peluches, ropa...- Los he llamado durante tu operación. Les he contado todo- hago un gesto de duda.
Haymitch se acerca y me dice mientras mira a mis hijas.
- Vaya mierda de noche de bodas habéis tenido, entonces.
Todos nos empezamos a reír. Y así amaneció, entre felicitaciones, cumplidos y bromas, y dos miembros más en esta extraña familia que hemos formado.

*******
Subo este capítulo tan seguido para disculparme porque estuve como un mes sin hacerle caso a esta historia. Quería tranquilizar a los seguidores de esta historia, que me preguntan y me suplican que suba un capítulo. Os agradezco mucho vuestros ánimos. Y deciros que tengo escrito el epílogo de la historia, lo que quiere decir que la terminaré, no se va a quedar a medias. Faltan muchísimos capítulos todavía, pero avisaros que la historia no se va a quedar sin terminar.
¡¡¡Gracias!!!

Johanna en SinsajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora