Connor me despertó a las 12 para tomar mi "almuerzalluno" y llegar a tiempo a la floreria, la noche anterior me había costado dormir y seguramente tenía cara de pocos amigos porque, nadie se atrevió a hablarme.
-Como están tus padres?- Connor rompió el silencio mientras, subíamos a esa máquina mortal a la que llamaba auto -Hace mucho que no los llamó-
-Están bien, el otro día hablé con Mamá y me dijo que entre las "amigitas" de mi hermano, y las quejas de mi papá, esta pensando en internarse en un loquero por su propia voluntad -Connor encendió el auto mientras reía.
Mi familia vive en Argentina, Connor me invitó a vivir con él y su familia en Estados Unidos y acepté, por eso hoy en día vivía aquí, siempre iba a agradecerle por esa invitación que cambio mi vida.
-La extraño- dijo él, mi madre podía tener 50 años pero, se comportaba como alguien de 20 y amaba a Connor como si fuera su hijo, después de todo, nuestras madres eran amigas y prácticamente nos criamos juntos.
-Yo también- había sido difícil dejar a toda mi familia atrás para meterme en un lugar desconocido y nuevo para mi pero, no me arrepentia de la decisión que había tomado.
-Crees que vendrán a la boda?-
-mi madre jamás se la perdería- dije riendo -Sería capaz de vender la casa y a mi hermano con tal de estar presente. Tus padres vendrán?- la pregunta hizo que mi amigo se tensara mientras manejaba.-No lo sé, aún no se los he dicho- los padres de Connor lo amaban pero, no aceptaban muy bien que su hijo fuera gay.
-Y tus hermanos?-
-Cuando le dije a Paul, lo primero que dijo fue que vendría si había chicas lindas- no puede evitar sonreír al recordar cuan mujeriego era -Y Luke dijo que vendría para probar el champán- Luke era el menor de los tres y aveces podía ser muy molesto pero, lo hacia solo para llamar la atención.
Pasamos el resto del viaje hasta la floreria hablando sobre los invitados. Cuando entramos a la tienda un morochazo con asentó español y ojos verdes nos recibió.
-Ustedes deben ser los de la boda- dijo el muchacho -Soy Thomas- Connor me miró con una sonrisa pícara mientras, estrechaba la mano de Thomas.
-Qué tipo de flores están buscando?- dijo mientras volvía a colocarse detrás del mostrador.
-Tienen que tener lindo aroma y combinar con el blanco- dije adelantándome a mi amigo.
-Veré que puedo hacer- dijo Thomas mostrando unos dientes perfectos -Esperenmé aquí ya regreso-
Cuando desapareció Connor me miró y dijo
-A éste te lo tiras- yo reí negando con la cabeza -Claro que lo harás, yo ya estoy comprometido pero, tú puedes divertirte con él y contarme cuán firme es su trasero- no pude evitar largar una de mis carcajadas rompe vidrios ante su comentario.
-Lo tendré en cuenta- dije guiñándole un ojo mientras reía.
Thomas nos mostró varios ramilletes con diferentes flores que, pasaban desde los colores naranja y amarillo hasta los azules y violetas. Con Connor nos decidimos por uno que tenía rosas blancas y jazmines entre otras. El morocho y yo aprovechábamos cada oportunidad que teníamos para coquetear y Connor se dió cuenta de ello.
-Nos llevamos estas, la dueña del salón los llamará para decirle cuantos ramos como este necesitó-dijo mi amigo con una tierna sonrisa mientras, le daba la mitad del dinero para reservar las flores.
-Claro- dijo Thomas aceptando el dinero -Pero, antes de que se vallan me gustaría preguntar, si me permites llevarme a tu amiga este sábado?- dijo coqueto con una blanca sonrisa. Connor me miró y sonriendo con malicia dijo
-Te la doy con moño si quieres, y te permito que le hagas lo que quieras- los ojos casi se me salen de las órbitas cuando dijo esto último.
-No lo escuches- dije al borde de un ataque -Tén esté es mi número- saqué una lapicera del bolsillo y lo anote en su mano apresuradamente.
-Nos vemos Thom- saqué a rastras a mi amigo y lo obligue a subir al coche -Estas loco? Como vas a decirle eso?- le golpie el hombro.
-Oh, vamos linda, creó que es hora de que alguien te alegre no sólo las vacaciones- dijo entre risas haciendo que, yo también riera.
El resto del trayecto lo hicimos mientras decidíamos que pruebas hacer.
-Creó que la del chile y la canela podría ser una- dije segura de que esa prueba era la más fácil y rápida de hacer.
-Y conseguir la taza de Walter será la otra- mi amigo estaba concentrado en el tráfico pero, no pudo evitar desviar la vista hacía mi para ver como reaccionaba.
-Tú sigue así y conseguirás que Scott enviude antes de tiempo- él río pero, yo estaba seria, no era que tuviera miedo de meterme en una puta comisaria a robar sino que, no me agradaba la idea de ver a Walter de nuevo después de la última vez.
Flashback
Estábamos en el patio de la escuela y tenía 15 años, todos hablábamos hasta que, el sonido de un micrófono nos hizo callar.
-Hola- dijo Walter Peters parado sobre un parlante, para poder ver encima de los demás estudiantes -Esta canción es para Megan Carter, el amor de mi vida- el petiso regordete de cabellos rojos enrulados comenzó a cantar una canción, tan horrible como su chillona voz.
Todos voltearon a verme y pasé la peor vergüenza de mi vida, pero claro, que ese no fue su último intento de conquistarme, sino que hubo muchos más, se rindió cuando terminé la escuela y me fuí a Los Angeles.
Fin del Flashback
-Recuerdas cuando él...-
-Ni lo menciones- le dije a mi amigo mientras, un escalofrío recorría mi cuerpo.
Antes de llegar a la casa paramos en un hipermercado para comprar la canela y el chile.
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La boda de mi mejor amigo
RomancePodríamos resumir la vida de Meg en una sola palabra "fracaso". Luego de recibir la llamada de su mejor amigo anunciándole su casamiento ella emprende un viaje hacia Florida para ayudarlo con los preparativos. Lo que ella no sabía es que estas vac...