Estaba en un bar sentada en la mesa del fondo, tenía un lío más grande que una casa en mi cabeza. Qué era lo que tenía que hacer? Correr y arrojarme sobre Chris y decirle que lo amaba? Olvidarme de él y volver con Dylan? Y si me iba con Chris que pasaría con él? Chris muy a mi pesar tenía razón al igual que Ellie, yo quería mucho a Dylan, pero querer no es lo mismo que amar, yo amaba a Chris y estaba segura de ello, pero tampoco quería que Dylan sufriera. Cómo había terminado metiéndome en este maldito problema?
-Hola- no hacía falta que levantase la cabeza para darme cuenta de que Ellie estaba allí -Puedo sentarme?- me límite a asentir con la cabeza mientras me tomaba de un trago todo el vaso de whisky -Qué es lo que vas a hacer?-
-Ding dong has hecho la pregunta del millón!- dije con una media sonrisa imitando la voz de un conductor de televisión, ella me miraba de una manera en la que jamás lo había hecho, me miraba con lástima -Qué es lo que debo hacer Ellie?-
-Yo no puedo decirte lo que debes elegir, es tu decisión- ella se miraba las manos.
-Por favor Ellie, no he parado de tomar malas decisiones y por mi culpa alguien va a salir lastimado- dije atragantandome con la culpa, odiaba que la gente sufriera, prefería absorber todo el dolor de los demás para que ellos no tuvieran que sentirlo.
-Sí, te has comportado como una idiota y más de una vez me dieron ganas de partirte la cara a patadas- dijo mi amiga mirandome de nuevo.
-Gracias eso ha sido de mucha ayuda - le dije con sarcasmo.
-Aún no he terminado- Ellie me tomó de la mano y me obligó a mirarla -Si crees que las decisiones que has tomado son malas quizás debas cambiar de camino- Ellie se levantó de su silla y se encaminó hacia la puerta, pero antes de irse escuche como le decía al dueño del bar que me sirviera tantos vasos de whisky como le pidiera y los cargará a su cuenta, tendría que agradecerle por eso en la mañana.
Iba por el quinceavo vaso de whisky y la vista se me había comenzado a nublar, el alcohol no me ayudaba mucho a tomar mi decisión a decir verdad la complicaba más.
Narra Chris:
Cuando había visto a Megan entrar en la oficina mi corazón se paró momentáneamente, pero toda esa emoción fue sustituida por una gran cantidad de celos al ver las ojeras que tenía bajo sus hermosos ojos que sólo sirvieron para hacerme saber que ella no había dormido por estar con ese imbécil al que creía amar.
Yo debería ser el que le dejara esas ojeras, yo debería ser con el que se desvelará todas las noches.
Había cerrado el trató con Stan y habíamos acordado que dentro de unos meses comenzaríamos a filmar. Estaba por irme, pero no podía hacerlo, hacia bastante tiempo me había prometido que no la dejaría ir y no lo haría, me dirigí con paso decidido a su oficina y cuando ella la abrió me abalancé sobre ella, le haría saber que su corazón era mío y sólo mío.
Eran las tres de la mañana, ya me había puesto el pijama y estaba listo para acostarme cuando el timbre sonó por toda la casa, si era un reportero lo molería a golpes por venir a molestarme a estas horas.
-Hola cariño- dijo una Megan muy borracha.
-Megan qué haces aquí? Estas borracha- le dije ayudándola a entrar y llevándola al salón, para que se sentara en el sillón.
-Yo... Yo no lo sé- dijo mirando sus manos con nerviosismo -Creí que el whisky me ayudaría a pensar pero adivina qué? No funcionó! Como nada en mi estúpida vida!- dijo lanzando una risa amarga.
-Llamare a Ellie para que te pase a buscar- dije levantándome para ir en busca de mi teléfono.
-No!- ella jaló de la manga de mi pijama haciéndome tomar asiento de nuevo -Aún no he terminado de hablar y no estoy tan borracha como crees-
-Si claro- dije negando con la cabeza -Cuántos dedos tengo?- dije mostrándole mi mano, ella entrecerró sus ojos hasta que se dio por vencida y dijo.
-Tienes 20 dedos- parecía feliz por su respuesta -Espera, yo no había venido a decirte cuantos dedos tienes o sí?- ahora parecía confundida.
-No sé a qué has venido, pero tu novio debe estar preocupado- esa palabra, "novio", me enfurecía.
-Dylan no es mi novio- dijo ella con el ceño fruncido -Y quizás si este algo borracha, pero dicen que los borrachos y los niños nunca mienten- estaba sería como nunca -Yo he venido a decirte que lo que hice fue una estupidez y créeme que me he estado arrepintiendo de las elecciones que tome desde que te deje ese día en Florida- hizo una pausa para tomar aire ya que estaba hablando muy rápido -Y como soy una maldita orgullosa y cabeza dura, jamás iba a admitirlo estando sobria, yo te amo Chris- sus palabras me sorprendieron en especial las ultimas, ella se levantó y se sujetó la cabeza algo mareada con una expresión de dolor y con paso torpe se encaminó hacia la puerta de salida, pero yo se lo impedí.
-No puedo dejarte ir en este estado- le dije y ella me miró de manera extraña.
-Estoy en perfecto estado!- y quiso abrir la puerta, pero cuando quería agarrar la manija su mano se desviaba -Maldita puerta!-
-Quieres calmarte- ella me miró por unos minutos y creí que me golpearía, sin embargo, cerró los ojos y se desmayó, estaba seguro de que si no hubiera estado allí se habría roto la cabeza contra el piso.
Cargué su cuerpo desmayado hasta mi habitación y la recosté en la cama, me acosté a su lado y ella me abrazo, la alegría que sentía en ese momento no tenía comparación, ella me amaba, Megan Carter "la novia en fuga" me amaba!
Esa noche me dormí con una sonrisa en el rostro y el corazón feliz.
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La boda de mi mejor amigo
RomancePodríamos resumir la vida de Meg en una sola palabra "fracaso". Luego de recibir la llamada de su mejor amigo anunciándole su casamiento ella emprende un viaje hacia Florida para ayudarlo con los preparativos. Lo que ella no sabía es que estas vac...