Por fin sábado señores!!!
Estaba lista para la fiesta de Ellie, con Connor nos habíamos pasado toda la tarde pensando en que ponernos, ya que la fiesta era en una casa en la playa y sería difícil caminar en la arena. Pero de igual manera decidí ponerme mis botitas negras con taco, junto con una musculosa también negra con detalles en dorado pegada al cuerpo y unos pantalones oscuros ajustados.
Odiaba la arena así que no saldría de la casa ni aunque me pagasen.
Connor había optado por unos jeans con sus zapatillas favoritas, una camisa blanca y una corbata negra, elegir la ropa me distrajo y no pensé en lo que había pasado con Chris en la cocina, hasta que lo vi parado en la puerta esperándonos para ir a buscar a Ellie junto a Scott.
Se veía tan relajado que me ponía nerviosa, llevaba puesta la remera negra que decía "Police" la cual le había regalado hacía tiempo para su cumpleaños, y que le quedaba extremadamente bien junto con sus infaltables jeans y zapatillas. La ropa de Scott había sido elegida por Connor por lo tanto no estaba ni informal ni elegante, como a mi amigo le encanta.
-Te ves increíble- me dijo con una sonrisa -Hasta estas más alta- lo golpeé cuando pase a su lado.
-Tú tampoco te ves mal, es más, esa remera hasta disimula tu panza - Qué panza? Él no tenía panza, él tenía esos hermosas abdominales que me volvían loca. Cuando nos subimos en el auto nos tocó la parte de atrás y él se acercó a mi oreja y susurro.
-Mi "panza" no te desagrado cuando me caí encima de ti el otro día, estoy seguro de que lo disfrutaste- me sonroje inmediatamente al recordar aquello y lo mire mientras el reía.
-Eres un idiota- él me miró de reojo con una media sonrisa en el rostro.
-Ya veremos si sigues pensando así, después de esta noche- a qué se refería con eso? Estaba nerviosa y quería salir lo más rápido del auto, para poder alejarme de él.
-Cuánto falta para llegar?- le pregunte a Scott ignorando a Chris.
-Un rato- contestó sin sacar la vista del camino.
-Estoy empezando a creer que quieres alejarte de mí Meg- dijo Chris pasando su brazo sobre mis hombros, atrayéndome hacia él -Dime que me equivocó-
-Estas muy equivocado- le mentí mientras miraba a Connor, el cual al escuchar esto miró por el retrovisor en mi dirección -No me alejó de ti, me alejó de tú estupidez, quizás sea contagiosa- él me miró y sacó su lengua como un niño pequeño, mientras los demás reíamos, el momento incómodo fue sustituido por risas hasta llegar a la fiesta.
-Estas segura que es el lugar correcto?- preguntó Scott.
-Sí, este es el lugar- dije mirando la dirección que Ellie me había enviado en el mensaje.
-No dijiste que sería algo pequeño?- él seguía preocupado, había autos de todo tipo estacionados en la vereda y la gente bailaba tanto dentro, como fuera de la gran casa, incluso había algunos en el balcón y unos pocos atrevidos se encontraban sentados en el techo, esperaba que ninguno se cállese o la fiesta terminaría antes de empezar.
-Ellie tiene una extraña definición de pequeño- dije riendo -De todas formas es genial y nos ahorraremos la despedida de soltero, por lo tanto hay que emborracharnos hasta no poder más- todos me miraron con sonrisas pícaras y asintieron.
-Megan!- el grito se escuchó desde la puerta de la casa, y al voltearme vi a Ellie sonriente -Van a entrar o qué?- dijo a los gritos para hacerse escuchar y no hizo falta que lo repitiera, porque Connor nos arrastró a todos al interior.
A los minutos de entrar los perdí de vista y la masa de gente que saltaba dentro de la casa me arrastro, por un momento creí ver a Connor bailando y a Ellie besándose con una pequeña castaña, esperen, Qué? Supongo que vi mal, también vi a Chris y a Scott en la barra hablando.
Estuve bailando y tomando quien sabe que, hasta que un castaño de ojos verdes se acercó a mi.
-Hola preciosa, cómo te llamas?- dijo el sexy castaño.
-Quieres bailar?- una segunda voz se escuchó y gire mi cabeza para ver mejor, no estaba borracha pero aun así veía doble, el castaño debió ver mi cara de confusión y agregó.
-Somos gemelos- ambos sonrieron, haciendo que Chris se borrará de mi mente.
-Megan, pero pueden decirme Meg y claro que me encantaría bailar con ustedes- les dije mientras le devolvía la sonrisa -Cómo se llaman?-
-Ian- dijo el de la derecha tomándome de la mano.
-Damon- dijo el de la izquierda imitando a su hermano y dicho esto, me arrastraron al medio de la pista.
Los gemelos eran unos excelentes bailarines y me compartieron de sus tragos, que contenían algo que no supe identificar. Llevábamos bailando un largo rato y varios tragos, bueno quizás más que varios cuando ellos desaparecieron.
Estaba bailando cuando unas manos me tomaron por la cintura, supuse que era uno de los gemelos así que no le di importancia y seguí con lo mío, hasta que una de las manos se metió dentro de mi remera causándome un cosquilleo. Antes de que pudiera reaccionar, una lluvia de besos regó mi cuello haciendo que soltara un ligero gemido, me di la vuelta para enfrentar al dueño de aquellos labios.
-Chris?!- me paralice en el acto y él me sonrió de lado, el olor a alcohol me invadió, no me dejó seguir hablando ya que se abalanzó sobre mí, y me beso con desesperación y brusquedad como si hiciera tiempo que quisiera hacer eso.
Mi mente no estaba funcionando bien, ya que en lo único que pensaba era un seguir con el beso, acercarlo más a mí, saborear sus labios por más tiempo. Por qué mierda pensaba eso?
Solté un gemido cuando su otra mano se metió debajo de mi remera y las mías subieron hasta su cabello rubio, volviendo el beso aún más ardiente, el mordió mi labio inferior y yo quería que siguiera. El alcohol y los sentimientos que había tenido desde que llegue a Florida, tomaron el control y enviaron a mi conciencia y sentido común a la basura.
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La boda de mi mejor amigo
RomancePodríamos resumir la vida de Meg en una sola palabra "fracaso". Luego de recibir la llamada de su mejor amigo anunciándole su casamiento ella emprende un viaje hacia Florida para ayudarlo con los preparativos. Lo que ella no sabía es que estas vac...