capítulo 30: confusión en la oficina

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Narra Chris:

La despedida de Meg no fue una despedida ya que ella aún seguía en mi cabeza después de dos meses, todo me recordaba a ella, no importaba lo que hiciera su recuerdo siempre volvía. Había salido con otras mujeres para intentar olvidarla, pero ninguna había logrado hacerme sentir igual que ella, no habían podido llenar ese vacío que ella había dejado y cuando me acostaba con ellas sólo podía recordar el cuerpo de Meg y eso me había costado varias cachetadas, ya que sin querer dejaba escapar su nombre en lugar del de la pobre chica.

Y cuando creía que nada podría empeorar, recibo un mensaje de Scott en el que me cuenta además de que su luna de miel fue genial que Megan, MI Megan está saliendo con otro, la furia que sentí cuando me entere de esto no tenía comparación y no sé de donde, saque la fuerza de voluntad para resistirme y no buscar al tipo para matarlo.

Estaba viendo un partido de fútbol americano cuando mi teléfono sonó y por un momento desee que fuese Meg, pero luego recordé que ella seguramente estaría muy ocupada con aquel hombre que ocupaba mi lugar en su corazón, con un sabor amargo en la boca atendí el teléfono.

-Hola- dije serio.

-Vaya alguien se ha levantado de malas- dijo Stan lee del otro lado de la línea.

-Lo lamento, he tenido una mala semana- mejor dicho unos malos meses.

-Todos tenemos de esos días, pero no dejes que te arruinen la semana- el señor Lee era el anciano más simpático que había conocido.

-Tiene razón, debo dejar de preocuparme- el director de Marvel río del otro lado.

-Bueno Chris, no voy a quitarte más tiempo así que iré al grano- dijo volviendo a ponerse serio -Te necesito el viernes aquí para discutir los términos del contrato para El Capitán América y el soldado del invierno-

-Estaré allí- le dije feliz, amaba mi trabajo y tenía la esperanza de que me sirviera de distracción para no pensar en Megan.

-Cuento con ello Chris- dijo Lee, se notaba que el anciano sonreía -Esperó que soluciones tus problemas, nos vemos-

-Lo hare señor Lee, nos vemos- dije mientras escuchaba como me regañaba por haberlo llamado señor, ya que él se consideraba "un adulto joven en su mejor estado" y cortaba la llamada.

Narra Megan:

Era viernes por la tarde y ya iba por la cuarta taza de café, Dylan no me había dejado dormir en toda la noche pero claro que no podía quejarme de eso. Estaba dándole los últimos toques a una portada de los X-Men cuando el teléfono de la oficina sonó haciendo que me sobresaltase.

-Hola Carter al habla- dije cuando levante la bocina.

-Megan necesito que me traigas las nuevas portadas- dijo Stan del otro lado.

-Pero Stan, ese no es trabajo para Carla?- le dije con duda ya que Carla era su asistente personal.

-Ella está enferma, además tengo a alguien que dice conocerte aquí conmigo- alguien que me conocía?

-Quién?- pregunte con la curiosidad invadiendo todo mi cuerpo.

-Es sorpresa- Stan sonreía del otro lado, él sabía que no podía aguantar una sorpresa, esa palabra sólo me desesperaba.

-Voy para allá- dije cortando la llamada y juntando todas las portadas que tenía desparramadas por la oficina, digamos que no soy una persona muy ordenada.

Llegue al último piso y golpeé la puerta de la gran oficina en la que se encontraba mi jefe, se escuchó un "adelante" y entre, fue pura suerte que todos los papeles no se me cayeran al piso cuando vi que junto a el señor Lee se encontraba Chris.

-Hola Meg- dijo con una sonrisa aunque se notaba el enfado en su voz, estaría enojado porque no lo había llamado?

-Hola Evans- dije recobrando la compostura y extendiendo mi mano en su dirección, él la miró por unos segundos para luego estrecharla con fuerza -Aquí tiene las portadas que me pidió Stan- deposite los papeles en la mesa frente a él.

-Creí que eran amigos- dijo Stan sin entender la razón de nuestro comportamiento tan distante.

-Lo éramos- dijo Chris con un evidente enojo en su voz -Ahora somos parientes- esta ves me miró y yo sentí la necesidad de salir corriendo.

-Entiendo- dijo Stan algo incómodo.

-Iré a seguir con mi trabajo Stan- dije mirando a mi jefe, quien asintió -Felicidades por el papel Evans- no me quede a esperar una respuesta y salí lo más rápido que pude de allí.

Cuando entre en mi oficina alguien golpeó la puerta y el miedo me invadió, cuando la idea de que fuera Chris se cruzó por mi cabeza, pero la borre rápidamente al escuchar la voz de mi amiga al otro lado de la puerta.

-Adelante-dije dándole permiso para que pasara.

-Qué quería Stan?- mi amiga se sentó delante de mí y apoyo ambos brazos sobre el escritorio, ella amaba los chismes -Santo dios, dime que no te ha llamado para decirte que te despide?!-

-Qué?- ella seguramente habrá visto mi horrible cara y saco conclusiones erróneas -No, es que Chris estaba en su oficina-

Su silencio corroboró lo que yo ya suponía.

-Tú le dijiste a Stan que éramos conocidos- ella atendía mis llamadas, así que tenía la oportunidad perfecta para hacerlo y eso explicaría porque Chris se mostró bastante enojado cuando me vio entrar.

-Meg yo creí que sería buena idea- dijo arrepentida.

-Pues no lo fue Ellie, por fin he logrado sacarlo de mi cabeza y tú haces que volvamos a encontrarnos- mi amiga estaba seria.

-Connor me dijo que él ha estado muy mal después de que te fuiste y yo creí que podrían volver a ser amigos-

-Pues si me extrañaba no se le ha notado, es más, creó que me odia- ella me miró a los ojos con enojo -Dime lo que quieras decirme Ellie-

-No, para que voy a decírtelo si sólo vas a fingir que me escuchas- se levantó del asiento y salió de la oficina, ella tenía razón, cada vez que tocábamos el tema Evans, yo hacía oídos sordos con ella.

Había logrado calmarme y volver al trabajo cuando alguien volvió a golpear la puerta, sabía que no era Ellie porque se había enojado con migo, así que me levante y abrí la puerta para encontrarme a Chris parado detrás de esta, la iba a cerrar en su cara pero el la freno y me empujó dentro, cerrándola detrás de él.

-Pero que mier...- no me dejó terminar mi pregunta, ya que me tomó de la cintura y me aprisionó contra una de las paredes de la oficina, para luego besarme con desesperación.

Yo intente alejarme de él empujándolo con mis manos, pero con un rápido movimiento tomó mis dos muñecas y las colocó juntas sobre mi cabeza impidiendo que me moviera, apretándome aún más a él. No podía creer que le estuviera correspondiendo el beso, mi cuerpo se transformó en gelatina cuando sentí su lengua en mi boca. Lo admitía. Admitía que me encantaba y que quería que el beso nunca terminara.

Solté un gemido que él aprovechó para poder morder mi labio inferior, en el tiempo que llevaba saliendo con Dylan jamás me había sentido así. De un momento a otro él se separó de mí cortando el beso, aún tenía el ceño fruncido.

-Puedes seguir engañándote a ti misma diciendo que amas a ese idiota con el que sales, pero a mí no me engañas Megan- soltó mis muñecas pero aún seguía muy cerca de mi -Estoy seguro de que él jamás ha logrado hacerte sentir así con un simple beso- se dio media vuelta y se fue dejándome allí parada sin saber qué hacer.

Estaba confundida, incluso más que antes.

La boda de mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora