Luego de explicarle a Connor y a Scott que el tonto de Chris me había asustado y yo había tirado mi tostada al suelo, les conté que éste queriéndose hacer el chef derramó aceite sobre el horno, prendiendo fuego el tocino y yo tuve que apagarlo con el matafuegos. Con tanta mala suerte que, en el proceso, le derramé lo que quedaba de la mermelada encima y él comenzó a perseguirme mientras, me arrojaba la espuma de afeitar. Scott no paraba de reír pero Connor parecía confuso.
-Eso significa que ya dejaran de comportarse como unos inmaduros y se llevarán bien?- no me esperaba esa pregunta, yo ya no estaba enojada con él pero, él ya me había perdonado por las cosas que le dije?
-Sí, volvemos a ser los de antes_ Chris respondió por mi y me miró con una hermosa sonrisa.
-Los mismos molestos idiotas de siempre- dije devolviéndole la sonrisa.
-Genial! Entonces los idiotas van a limpiar la cocina mientras, nosotros miramos la televisión- dijo con una sonrisa de satisfacción en el rostro.
-Pero...- iba a quejarme pero, Scott me interrumpió.
-Pero nada, ustedes lo rompen, ustedes lo arreglan-
-Si papá Scott- dijo Chris poniendo los ojos en blanco. Cuando terminamos de limpiar todo el desastre nos sentamos con ellos en el sillón.
-Y ahora qué quieren parásitos?- preguntó Scott haciendo que Connor riera.
-Bueno son las 4 de la tarde- dijo Chris -Qué tal si continuamos con los retos?-
-Claro!- dijo Connor emocionado -Me había olvidado de los retos!-
-Cuáles elegirán?- preguntó Scott.
-Los tragos y el pastel- dije segura, tenía un gran plan para el reto de la torta -Y ustedes?-
-Vamos por la tanga de Stella y, luego por las pelucas- dijo Scott mirando a su hermano, el cual puso una cara de horror al recordar a Stella.
-Llamaré a las chicas!- Connor salió corriendo a la velocidad de la luz, estaba empezando a pensar que las quería más a ellas que a mi.
-Qué chicas?- preguntaron ambos hermanos, a lo que yo les respondí con una de mis macabras sonrisas de "payaso psicótico".
Las drags ya tenían la fiesta organizada y Connor se encargó de explicarle a los chicos que, "ellas" serían las que los ayudarían a vestirse por obvias razones mientras, nosotros en la fiesta cumpliríamos el reto de los tragos.
-Apuraté Meg!- dijo Connor poniéndose su delantal rosa, que decia en la parte delantera "besa al chef".
-Para qué?- los chicos ya habían salido a cumplir el reto de Stella y nosotras, estábamos en la casa para cumplir el reto del pastel de tres pisos.
-Cómo que para qué?- dijo al borde de un colapso nervioso -Tenemos que hacer ese maldito pastel, antes de que ellos vuelvan!-
-Ya lo tengo todo resuelto Connor- dije sonriente -Sólo sientaté y espera -Él se sentó a mi lado algo confundido pero, aún así no preguntó nada más, porque todo el mundo le temía a mis planes?
Unos minutos después tocaron el timbre y me levanté a abrir la puerta, bajo la atenta mirada de Connor.
Cuando nadie me prestaba atención, había llamado a una pastelería y les pedí que hicieran un bizcochuelo de tres pisos algo desastrozo y sin decoración, para que pareciera casero. Cuando Connor me vió con la gran caja, me ayudó a llevarla a la mesada de la cocina, juntos nos decisimos de las pruebas y manchamos un poco la cocina y a nosotros mismos, para que pareciera que habíamos trabajado duro y nos sacamos una foto con él.
-Crees que no se den cuenta?- Connor parecía nervioso -Sabes que no me gusta mentir-
-No estamos mintiendo, sólo distorsionamos la realidad- dije quitándole importancia al asunto -Además, no es mentirá si ellos nunca se enteran-
-Estamos haciendo trampa Meg- Connor y su maldita consciencia.
-Sí, pero ya sabes lo que dicen, en el amor y la guerra todo se vale- él seguía sin estar convencido -Claro que puedes ponerte a cocinar y perder el reto-
-Eso jamás!- Connor era competitivo pero, no más que yo, eso quedaba claro.
-Entonces cierra la boca y pon tú huesudo trasero en el sillón- dije sonríendole mientras, daba leves golpes en el sillón para que se sentará junto a mi.
Narra Chris:
La casa de Stella no estaba tan mal, me encontraba parado frente a la puerta con Scott a mi lado y no podía decidirme si tocar la puerta o no.
-No seas gallina- dijo mi hermano con una risita.
-Eso lo dices porque tú, te llevas la parte más fácil- habíamos decidido que yo distraería a la loca mientras, Scott buscaba su ropa interior.
Toqué el timbre y nadie respondió
-Que pena, tendremos que volver mañana- dije dándome la vuelta, justo en ese momento la puerta se abrió y una voz chillona dijo:-Chris Evans?- me volteé con una sonrisa fingida en el rostro.
-Hola Stella- seguía igual de fea que antes.
-Yo también estoy aqui- dijo Scott a mi lado.
-Eh? A si hola- dijo sin quitarme los ojos de encima -Qué se les ofrece?- intentó sonar sexy pero, sólo empeoró su chillona y horrible voz.
-Mi hermano quiere pedirte disculpas por lo de hace unos años- dijo Scott -Nos dejarías pasar?-
-Por supuesto- dijo con una sonrisa, que no hizo más que resaltar su nariz de loro.
La casa parecía el lugar perfecto para una mujer de 80 años adicta a los gatos.
-Bonita decoración- dijo Scott mientras, veía con horror todos los cuadros con fotos de diferentes gatitos.
-Son los gatos que tuvé. Todos se morían o se escapaban- dijo algo triste.
-Estas segura de que se murieron? Porque yo creó que se suicidaron- dije casi en un susurro y recibí un codazo por parte de mi amado hermano.
-Qué dijiste?- preguntó la mujer pájaro.
-Dónde esta el baño?- preguntó Scott.
-Por el pasillo, a la izquierda- dijo señalando una puerta y mirándome como si fuera un pedazo de carne -Yo cuidaré de tu hermano mientras no estas- le dijo a Scott mientras, con sus largos y huesudos dedos, me empujaba hacía atrás haciéndome caer en el mullido sofá rosa.
Decir que era el peor día da mi vida era poco, tenía a Stella sobre mi mientras, lamía mi el cuello con su asquerosa lengua y yo, rogaba que mi hermano terminará lo antes posible.
-Ya volví- suspiré cuando mi hermano apareció en el umbral de la puerta, con una cara de asco que no tenía comparación.
-Me dejarías a tú hermano un rato más?- preguntó Stella levantándose de golpe cuando, mi hermano apareció.
-Lo lamento Stella pero, tenemos algo importante que hacer- le agradecí mentalmente a mi hermano -Aunque, mañana esta libre así que, llamaló y arreglan para salir- retiró lo dicho, mi hermano era un maldito imbécil.
Cuando subimos al autor golpeé a mi hermano en la cabeza.
-Eres un idiota- dije mientras me cruzaba de brazos y él, encendía el motor para largarnos de la casa del terror.
-Tú y la mujer pájaro parecían disfrutar la compañía del otro, sobretodo cuando metió su lengua en tú oreja- a ambos nos recorrió un escalofrío al recordar aquella horrible escena.
-No hay que hablar de eso jamás- dije serio -La tienes?-
-Claro que sí- con la mano libre sacó de su bolsillo una tanga rosa, con el dibujo de un gato en la parte delantera.
-Y el sostén?- pregunté con asco.
-No tiene- dijo mi hermano con un tono perturbado.
-Te refieres a que ella... Nunca ha usado un....- él sólo se limitó a asentir y dí por finalizada la conversación.
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La boda de mi mejor amigo
RomancePodríamos resumir la vida de Meg en una sola palabra "fracaso". Luego de recibir la llamada de su mejor amigo anunciándole su casamiento ella emprende un viaje hacia Florida para ayudarlo con los preparativos. Lo que ella no sabía es que estas vac...