capítulo 28: el regreso de los tortolitos

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Había pasado un mes desde la boda de Connor y había logrado olvidarme de Chris, le había pedido perdón a Ellie por mi comportamiento y las cosas habían vuelto a la normalidad entre nosotras dos. Llamaba a mi madre una vez a la semana y mi vida volvía a ser completamente aburrida como antes de la llamada de Connor.

-Qué te parece?- le pregunte al hombre de unos 30 años que había entrado en mi tienda de tatuajes hacia unas dos horas, pidiendo que le hiciera un tribal en el brazo, él se levantó y miró su brazo en el espejo.

-Ha quedado fabuloso!- dijo el hombre feliz con su nuevo tatuaje -Te recomendaré con mis amigos, eres fantástica-

-Gracias, te daré el número de mi madre para que se lo digas, ya que no me va a creer si yo se lo digo- dije riendo, el hombre pago y se fue con una sonrisa en el rostro, me encantaba cuando uno de mis clientes se sentía feliz por el tatuaje que le había hecho, después de todo lo tendría en su piel para el resto de su vida.

Me senté en el escritorio y me dispuse a terminar el diseño que había hecho de un gran cocodrilo con un reloj y un barco pirata detrás, tenía que estar listo para mañana cuando el gran fan de Peter Pan viniera para que lo tatuara. Estaba concentrada hasta que la campanilla de la puerta sonó, indicando que alguien había entrado, no pueden imaginar la emoción y sorpresa que sentí al ver a Connor y a Scott parados frente a mí con un impresionante bronceado.

-Vas a quedarte allí todo el día o vas a abrazarme?- dijo Connor con una sonrisa, me levante corriendo y los abrace a ambos con todas mis fuerzas, los había extrañado tanto.

-Los extrañe mucho- dije cuando los solté -Qué hacen aquí?-

-Si quieres que nos vayamos sólo tienes que decirlo- dijo Scott quien recibió un golpe de mi parte.

-Venimos a hacernos un tatuaje, quieres ser tú la encargada de tan difícil tarea?- dijo Connor sonriendo.

-Claro que si!- dije emocionada- Qué quieren hacerse?-

-Algo que represente nuestra pareja- dijo Scott tomando la mano de mi amigo, quien lo miró con los ojos llenos de amor, y al ver eso no pude evitar recordar a la única persona a la que yo había visto de esa manera, aleje lo más rápido que pude esos pensamientos de mi cabeza y continúe hablando.

-Ya sé que hacer, me tomara unos minutos hacerlo mientras tanto cuéntenme que tal les fue en su luna de miel!- dije emocionada sentándome en mi silla de trabajo, mientras ellos se sentaban en unas que estaban cerca de mí.

Connor y Scott me contaron sobre todos los lugares a los que fueron, me mostraron las fotos de las playas de aguas transparentes y los grandes monumentos, los cosas que comieron y los amigos que hicieron. También sobre las cosas que compraron y lo que fueron aprendiendo con el paso del tiempo, mientras yo diseñaba su tatuaje y reía debes en cuando por las cosas que estos dos me contaban.

-Qué les parece?- pregunte mostrándoles el dibujo ya terminado.

-Me encanta!- dijeron los dos al mismo tiempo, el tatuaje consistía en un corazón sujetado por dos manos y una corona enzima que iría en uno de sus dedos.

-Bueno quién es el primero?- ellos se miraron con algo de miedo, ya que era su primer tatuaje.

-No se preocupen, no duele tanto como la gente dice- les dije tranquilizándolos.

-Yo voy- dijo Scott tomando la iniciativa y sentándose en el sillón de cuero negro.

-Manos a la obra- no tarde más de 30 minutos con cada uno y cuando termine, ambos estaban contentos por el trabajo que había hecho.

-Cuánto es?- preguntó Scott mientras sacaba la billetera.

-Es gratis, cuéntenlo como un regalo extra de boda- les dije sonriéndoles.

-Pero...- lo interrumpí antes de continuará insistiendo.

-Me conformó con que vengan a comer a casa- ellos aceptaron felices y nos fuimos a mi departamento, también llamé a Ellie y comimos todos juntos, como hacia bastante no hacíamos.

No me divertía así hacia bastante tiempo, sólo había algo que me molestaba y era que sabía que faltaba alguien en la mesa de la cocina y ese alguien era Chris. Desde que volví de Florida me había convencido a mí misma de que no lo extrañaba y de que estaba bien lejos de él, pero cuando Scott y Connor aparecieron no pude evitar recordar todas las risas y recuerdos que habíamos compartido los cuatro juntos y eso estaba matándome.

Las horas se pasaron demasiado rápido y lo chicos tuvieron que irse para poder llegar en la mañana a Florida, Ellie y yo nos encontrábamos limpiando los platos mientras comíamos el helado que había sobrado.

-Tienes algo que hacer este fin de semana?- me preguntó mi amiga con la boca llena.

-No, por qué?- le pregunte llevándome una cucharada de helado a la boca.

-Recuerdas a Cal?- dijo ella.

-El chico de la recepción de cabello negro y ojos grises que siempre tartamudea cuando te ve?- dije insegura de si se trataba de él o no, ese muchacho estaba loco por mi amiga y no le prestaba atención a ninguna otra chica.

-Ese mismo!- dijo entusiasmada -Me invitó a cenar con él este sábado y va a llevar a un amigo así que...-

-Dime que no me organizaste una cita doble Ellie!- dije interrumpiéndola, odiaba las citas dobles, siempre me tocaba el amigo feo y aburrido.

-Te prometo que la pasarás bien- dijo tomándome de las manos -Por favor Meg-

-No, no hay manera de que me convenzas- le dije soltando mis manos.

-Por favor Meg! Haré lo que quieras- retiró lo dicho, quizás si hay algo que me haga cambiar de parecer.

-Limpiarás mi departamento por una semana- le dije sabiendo que rechazaría mi oferta porque, ella odiaba tanto como yo limpiar.

-Trató hecho, pero tendrás que quedarte hasta el final de la cita- wau, mi amiga de verdad quería ir a esa cita como para aceptar el trató.

-Está bien- dije cerrando el trató -Este sábado será-

Nos despedimos y ella se marchó, no me gustaba la idea de salir con un desconocido, pero lo haría por Ellie.

La boda de mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora