VI

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—No tan rápido, Hannah. Deberías de irte a la casa –le dijo Derek.

— ¿Disculpa?

—No deberías de estar aquí, es demasiado peligroso.

— ¿Sabes que tienes a asesinos sueltos por ahí, cierto? Probablemente seguirán matando personas. Soy tu mejor candidata para atraparlos, Scott es bueno, lo admito pero yo he estado entrenando toda mi vida. Y lo que es mejor, no titubearé si tengo que matarlos.

—No es no, Hannah. Debes de mantener un bajo perfil, fue lo que tus padres me dijeron. –Hannah bufó. –Además, ¿te molestarías en decirme de qué te estás ocultando? Tus padres no me dijeron nada.

—Ahora no es el momento –dijo ella entredientes.

—Hannah, quiero saberlo. Necesito saberlo para poder protegerte.

—Yo no necesito de nadie que me proteja –hizo una pausa –te diré si me dejas ayudarlos. –Derek pareció pensarlo.

—Está bien, pero solo en esta ocasión.

—Me estoy ocultando de Víktor Sokolov. –Derek pareció congelarse ante las palabras de Hannah.

— ¿Cómo demonios te metiste en problemas con Víktor Sokolov? Es más, ¿cómo carajo te metiste en problemas con él y sigues viva?

—Es mi ex novio –dijo ella como si no fuera la gran cosa. –Y fui entrenada desde antes que supiera como caminar, tú lo sabes. Y aprendí muchas cosas siendo la Beta de Víktor.

—Aun así... Hablaremos de esto más tarde. No lo puedo creer...

Hannah suspiró exasperada. La vida con Víktor parecía como si hubiera sido siglos atrás. Tan solo acababa de cumplir 15 años cuando lo conoció y dejó que se apoderara de su mundo. Mientras tanto, Scott había ido por el coche, y de una manera u otra terminaron en el estacionamiento de un supermercado, esperando a que Scott hablara con Argent. Hannah se había bajo del coche con él. En cuanto llegaron, Argent volteó apuntándoles con una pistola. Hannah reaccionó al instante y pateó el brazo de Argent, lanzando el arma al aire, la cual atrapó ágilmente. Scott la miró mal.

— ¿Qué? –gesticuló ella sin hacer sonido alguno, pero la mirada de Scott bastó para desinteresarla del asunto. Dejaría que ellos dos se arreglaran, así que decidió regresar al coche con Derek e Isaac. Pero su mente estaba en Víktor. Había logrado huir de él, sí, corriendo de país en país, de continente en continente. ¿Pero cuánto más podría aguantar? Parte de ella lo entendía, lo que había hecho Hannah había sido una masacre, pero por otra parte él la había obligado a convertirse en eso. Pero él la había hipnotizado. Era mayor que ella, más apuesto, era un Alfa y tenía su propia manada bastante extensa y ella era bastante simple. Apenas había concluido su transformación completa en lobo, aún era bastante inestable en sus transformaciones y no hacía más de un año que había dejado de ser enseñada en casa. No tenía amigos, más que los gemelos, y dejaba que todos pasaran sobre ella. Así había sido como Víktor la había encontrado, débil e indefensa. Y de alguna manera él la había transformado en una asesina en cuestión de meses.

El coche se empezó a mover, lo que la trajo de nuevo al mundo real y decidió dejar de pensar en eso. Lo que importaba era el ahora, y no dejar que esos chicos lastimaran a más personas. Llegaron a una parte del bosque.

— ¿Me devuelves el arma? –preguntó Argent en cuanto vio a Hannah, Hannah miró a Scott por su aprobación y él asintió, por lo que la chica se la entregó. — ¿Y quién eres?

—Hannah Mancini. Amiga de Derek. La mejor rastreadora que puede encontrar.

— ¿Los rastrean por sus huellas?

Running /Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora