Running /Teen Wolf

XXIX

Stiles se hizo un poco para atrás, sorprendido, pero antes de que Hannah tuviera la posibilidad de separarse avergonzada, él la tomó del cuello y la atrajo más hacia él. Hannah estaba segura de que nunca se acostumbraría a besar a Stiles, aunque claro, no era muy seguro que existiera otro beso. Pero no quería pensar en esos momentos, quería solamente sentir sus labios en los de ella, nada más. Minutos después se separaron, muy a renuencia de la chica.

— ¿Por qué hiciste eso? –preguntó Stiles, con los ojos abiertos de par en par.

— Yo... Yo... No lo sé.

— ¿No lo sabes?

— Yo solo quería... No lo sé.

— ¿Qué quieres, Hann? –Stiles le tomó la mano a Hannah mientras ella evitaba su mirada.

— No es importante lo que quiero.

— ¿Entonces te vas a rendir?

— No lo entiendes.

— ¡Sigues repitiendo eso cuando no has hecho el intento de explicármelo!

— ¡Acabo de hacerlo!

Hannah había alzado la cabeza y ahora miraba fijamente a los ojos a Stiles, analizándolo.

— ¿Estás seguro que no me odias? Porque ahora precisamente no puedo sentir mucho amor de tu parte –dijo Hannah mordazmente ante el tono de Stiles.

— ¿En serio estás planeando en irte?

— Debo de hacerlo. No saben de lo que él es capaz si sabe que estoy aquí.

— Quédate.

— Stiles...

— Quédate. Por mí.

— No puedo. ¿Crees que no quiero? ¿Crees que no quiero quedarme y fingir que todo va a estar bien?

— Creo que si quisieras quedarte, lo harías. Nosotros no dejaremos que te lastimen, te lo juro.

— ¿Y si alguno de ustedes sale lastimado qué? Nunca me lo perdonaría.

— Quédate –dijo Allison. Los chicos habían estado demasiado enfrascados discutiendo para darse cuenta en que habían abierto la puerta. Los demás la miraron, asintiendo.

— Si algo les llegara a pasar...

— No nos pasará nada –la interrumpió su amiga. Hannah iba a replicar, pero unos gritos los distrajeron a todos. Después de un breve sonido de forcejeo, Hannah pudo ver entrar a los gemelos. Los demás se abrieron a su paso, evitándolos. Pronto, Hannah pudo sentir como Stiles se alejaba de ella mientras Ethan envolvía sus brazos en su cuerpo adolorido. La chica hizo un sonido de dolor.

— Suéltala, la estás lastimando –espetó Stiles, molesto. Ethan se alejó de Hannah al instante y le lanzó una mirada de disculpa para después fulminar con la mirada al chico. Aiden, por otro lado, se había quedado alejado de todos y miraba a todos fríamente, como si estuviera molesto.

— ¿Estás bien?

— ¿En serio te importa si estoy bien? –preguntó Hannah mordazmente. Ethan rodó los ojos.

— No seas infantil, Hannah.

— Cállate, gremlin.

— ¡No me digas gremlin!

— ¡Gremlin, gremlin, gremlin!

— ¿Pueden ustedes dos callarse? –gritó Aiden, interrumpiéndolos mientras se dirigía amenazadoramente hacia Hannah –Ahora, tendrías la amabilidad de decirme en qué carajo estabas pensando.