Running /Teen Wolf

XXX

-Idiota –murmuró Hannah, intentando no despertar a Aiden con su agudo oído mientras intentaba hacer todo lo contrario con Ethan, a quien estaba moviendo violentamente para despertarlo –Idiota, despierta.

-¿Hannah? ¿Qué carajos haces aquí? ¿No deberías estar descansando para curarte?

-Oww mírate, todo tontito y preocupado.

-Hannah, hablo en serio –dijo Ethan, ya un poco más despierto. Hannah suspiró frustradamente y se sentó en posición india en la cama del chico.

-Víktor me llamó –dijo en un susurro.

-¿Y tú primera opción fue venir aquí? ¡Podría estar vigilándonos!

-Tranquilo, vaquero. No lo está, me aseguré de eso. Además él me lo dijo, no está en Beacon Hills.

-¿Y dónde está? Es más, ¿por qué te llamó en primer lugar?

-Viene en camino.

-Oh, Dios. Conozco esa mirada. No, Hannah.

-Tengo que hacerlo. Les hará daño a mis amigos si huyo.

-¡A la mierda tus amigos!

-¡Ey! No digas nada de ellos –gruñó Hannah.

-¿Entonces qué esperas que diga? Si, Hannah, sacrifícate por esas personas que apenas has conocido hace meses en lugar de salvar tu propio pellejo.

-Ellos harían lo mismo y más por mí. Además, no es un sacrificio. Me lo merezco.

-¿Qué quieres que haga, Hannah? –preguntó Ethan, frotándose los ojos.

-Quiero que les mientas.

-Explícate.

-No quiero... no quiero que me busquen. Quiero que piensen que huí como la cobarde que soy, inventa lo que quieras, que me fui a los Andes en poni, no me importa. Pero debes de asegurarte de que no me busquen, de que no hagan preguntas. No los quiero cerca de Víktor.

-¿Y qué gano yo con eso?

-La satisfacción de que al menos me hiciste un favor en tu vida.

-Tu siempre sabes cómo hacerme sentir mejor, Hannieh –dijo él, sarcásticamente.

-¡Ey! Que yo soy la que va a morir en un par de horas, deberías de hacerme sentir mejor tú a mí.

-Demasiado pronto.

-Perdón –la rubia le dio una última sonrisa antes de darle un beso en la mejilla y salir por la ventana, por donde había entrado.

-Hannieh –susurró Ethan –Hazme un favor y al menos hazle difícil atraparte.

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Hannah mentiría si dijera que ya no le dolía nada. Bien, ya estaba casi curada, benditos genes. Pero aun así, podía sentir algunas heridas abiertas o frágiles. Sin embargo, estaba de acuerdo en algo con Ethan, no iba a ser fácil de atrapar.

La había citado en la zona industrial de Beacon Hills, a las afueras de la ciudad. Hannah sabía que esperarían que ella llegara por su propio pie caminando y desubicada, pero había sido entrenada para más que eso. Subió al techo de un viejo edificio y empezó a rastrear a Víktor y a lo que quedaba de su manada y así fue transportándose, saltando de techo en techo hasta llegar a donde se encontraban: un viejo y triste callejón. Víktor la vio primero que todos, pero fue demasiado tarde.