Running /Teen Wolf

III

— No, no lo soy —dijo Hannah, secamente. Pero rápidamente se dio cuenta de su error. Una persona normal hubiera salido huyendo, o le hubiera contestado como si estuviera loco. Pero al ser criada desde pequeña así.... Bueno, simplemente fue una respuesta automática. Todos la miraron de diferente manera. Allison y Lydia estaban sorprendidas, Scott parecía confundido y Stiles estaba un tanto decepcionado, claro que una chica linda estaba fuera de su alcance, pero ¿una chica linda que además era un ser sobrenatural? Era imposible.

Al ver que nadie creía su respuesta, añadió murmurando:

— Técnicamente el término apropiado es mujerlobo, porque... ya saben, soy una chica —todos la seguían mirando, por lo cual suspiró frustrada y decidió sentarse en el primer puesto que vio vacío en la mesa.

— Por eso venías ayer en el auto de Derek... Y cuando la profesora de literatura preguntó tu nombre, dijiste Hannah Hale —dijo Stiles. Ella asintió.

— ¿Qué relación tienes con Derek? —dijo Allison de repente seria, sin molestarse en ocultar su aversión hacia Derek. 

— Él... es un amigo de mi familia —dudó un poco, sin saber si ser honesta con ellos—. Él me está ayudando a esconderme de alguien.

— ¿De quién? —preguntó Lydia.

— No es de tu incumbencia —dijo Hannah seria—. Miren, no vine aquí para socializar ni para lidiar con los problemas de Derek.

— ¿Entonces qué haces aquí? —preguntó Stiles

— Esperar que no me encuentren —Hannah se encogió de hombros—. Duraré un par de semanas, si tengo suerte, y después de eso seguiré huyendo y será como si no hubiera estado aquí.

— ¿Por cuánto tiempo has hecho eso? —habló Scott finalmente.

— Un par de años —dijo Hannah vagamente—. ¿El interrogatorio terminó?

Los amigos se miraron entre sí, hablando por miradas. Hannah gimió, exasperada. Después de unos segundos de extraña tensión, Scott dijo:

— Hannah, ¿podrías darnos un momento? —la chica simplemente asintió y huyó en busca de algo para comer.

Una vez que Hannah se había ido, todos empezaron a murmurar entre ellos.

— No confío en ella... —dijo Scott—. Hay algo raro en ella—Stiles asintió, de acuerdo con Scott.

— Vale, es rara. Pero no parece tan mala... —dijo Stiles y Lydia bufó.

— Esa chica es mala, lo puede ver cualquiera. Es una perra y no ha hecho más que tratarnos mal a mí y a Allison cuando amablemente le ofrecimos nuestra amistad. 

— Lydia... —dijo Allison en un intento de tranquilizarla, Lydia rodó los ojos.

— Pero aun así me cae bien, hay que conservarla.

— No es un animal, Lydia —le dijo Allison y suspiró—. Pero a mí realmente me cae bien. Solamente está asustada —dijo mientras miraba a Hannah, quien estaba en una esquina de la cafetería mirando a todos con odio, con los brazos cruzados.

— Sí, claro, asustada... —dijo Stiles sarcásticamente. Scott lo volteó a ver.

— ¿No eras tú él que decías ayer que era el amor de tu vida?

— Sí, bueno, pero eso fue antes de saber que está relacionada con Derek, y todos sabemos que Derek no es precisamente la mejor persona del mundo.

— Démosle una oportunidad —dijo Allison encogiéndose de hombros—. No confiemos en ella, pero tampoco hay que darle la espalda.

Todos asintieron, conformes con lo que había propuesto Allison. Volteó a ver a Hannah, quien los estaba viendo y le indico con la mano que se acercara.