¿Qué ha pasado aquí?
Entré a la casa y visualice todo, sillones patas arriba, lámparas y platos rotos, suciedad por todo lado y...
-Oh no -susurro para mí misma. -Kylan, vete -digo con voz fuerte y seria.
-¿Por qué? Sí, ya sé qué le pasa a tu casa, pero juntos podemos...
-No, de eso nada. Vete, por favor.
Kylan intenta pasar pero se lo impido, maldigo el momento en el que mi vida decidió tenerme de enana y a él de jirafa, podía ver fácilmente que había en la pared. Así que hice algo que no pensé que haría.
No es tan malo, sólo salté y puse mis piernas alrededor de su cintura.
-¿Megan? ¿Qué te pasa?
Paso mis brazos por su cuello y le cubro los ojos con mi mano.
-¡Megan! ¿Estás loca o qué? ¡Nos podemos caer!
Empieza a gritar cosas, pero solo me interesa una cosa, que no vea lo que está escrito en la pared.
Me parece increíble que no haya sonreído en todo este tiempo, bueno... No, sólo que... Vamos, cualquiera se estaría riendo con ésto.
Me bajo de Kylan y lo empujo.
-Vete, adiós.
Lo siento en la moto aprovechando que está quieto y no sabe qué hacer, y le pasó el casco.
-¡No olvides el casco! ¡Anda rápido!
Gritaba mientras caminaba de para atrás a mi casa, y cerré la puerta de un portazo, suspiro mientras me apoyo en la puerta, cierro los ojos por un momento, para luego abrirlos y cerrar la cortina de la ventana que hay en la entrada.
Veo la casa y suspiro de nuevo. Éste día no será nada fácil.
Comienzo por la pared, quitando lo que más me molesta.
Leer Ven a la casa Real a las veinte horas, no es nada agradable, ¿saben?
Aun así, tengo que ir, no quiero problemas.
Arreglo mi casa y termino faltando treinta minutos para las veinte horas, así que me doy un baño tranquilo y cuando acabo de bañarme, faltan veinte minutos.
Empiezo a vestirme y me dejo que el cabello húmedo caiga y dejo que se seque naturalmente.
Me encamino a dónde me indicaron y veo a Dorothea y su séquito.
-Vean quién llegó. Megan Candle.
-Cállate, Victor.
Victor es el desagradable novio de Dorothea. No está feo, pero el hecho de que también sea dueño del grupo Real me fastidia.
-No le hables así.
-No tienes derecho a replicar nada, Hugo.
Ahora, Hugo es el hermano de Victor. Horrible, ¿no?
-Qué bien que yo sí.
-Dorothea, usted tampoco tiene derecho.
-Quiero recordarte que tienes casa, instituto y ropa gracias a mí.
Era cierto, pero no lo iba a aceptar.
Después de unos minutos de silencio, decidí romper el hielo.
-¿Para qué querían que estuviera aquí?
Dorothea sonrío con esa sonrisa...
-No, no, no.
Victor se me acercó rápidamente, pero yo empecé a correr hacia otra dirección.
-¡Animales! ¡Estúpidos! ¿Qué mierdas les pasa por la cabeza?
Iba gritando mientras corría. Volteé para atrás y vi que Victor me seguía persiguiendo. Victor no corre nada rápido, solo...
-Hugo -digo con voz temblorosa, estaba al frente mío con una gran sonrisa.
-¿Cuando aprenderás a hacer caso?
Sentía las lágrimas venir, no quiero ver lo que pasará acontinuación.
Hugo me agarra de los hombros y me va llevando para atrás, casi tropiezo con una roca que había, pero me equilibre rápidamente. Intenté zafarme llegando a donde debía estar y fallé, pero Hugo me abrazo de los hombros, y no, no era un abrazo amistoso, era un abrazo para que no pudiera escapar de ningún modo.
-Por favor, no.
-Cállate, niña. Vas a verlo.
A medida que avanzábamos, oía gritos de bebés, niños, y adolescentes.
-¡Hugo!
-Dime, Dorothea.
-¡Deja que venga sola, ya sabe lo que le pasa si no hace caso!
Hugo me suelta y me acaricia la mejilla, me quito inmediatamente y lo miro con repugnancia.
-No me toques. -digo con odio.
Camino lentamente hasta donde Dorothea, y le miro con aún más odio.-Vamos, hijita, no me mires así. -dice irónica y después grita: -¡Victor! ¡Hugo! ¡Ya saben qué sigue!
Ella espero un momento, supongo que esperaba a que se fueran, y continúa.
-Nos divertiremos mucho.
Me lleva hasta la sala de Real y veo a niños llorando. Victor y Hugo estaban ahí, sólo que sonriendo maliciosamente.
Dorothea acerca un micrófono hacia su boca y dice:
-Bueno, bueno. Miren qué tenemos aquí. Unos chicos que no saben donde están. Miren, agarren a ese.
Señala a un chico de creo que catorce años y Victor y Hugo lo agarran de los brazos, para llevarlo donde Dorothea dese arriba puede verlo mejor.
-Nombre y edad.
-Por favor -murmuro al oír a Dorothea.
Me lanza una mirada amenazadora y miro a otro lado.
-Andrew. Quince años.
-Lastima que mueras tan temprano.
-¿Qué...
No lo dejaron acabar, ya que Victor le clavó un cuchillo en el estómago, el niño abrió los ojos enormemente y cuando Victor lo soltó, calló al piso, haciendo que se llenará de sangre todo el área dónde él estaba.
Victor, Hugo y Dorothea reían descontroladamente mientras veían a Andrew morir.
Hicieron lo mismo con más chicos de la misma edad, haciendo una línea con sus cuerpos mientras los iban matando.
Victor agarro al último, se veía más pequeño.
-Nombre y edad.
-Chris... Christopher. Y tengo... Seis años.
El chico todavía no podía pronunciar bien el Christopher.
Dorothea sonrío cínica y asintió en dirección a Hugo.
Hugo agarró un cuchillo aún más grande y se lo pasó a Victor como si fuera lo más preciado.
Interesante.
Victor solo sonrió con malicia por milésima vez en el día y le clavó el cuchillo al niño en el estómago, se lo sacó rápidamente y lo clavó de nuevo con más fuerza. Yo solo veía como el niño se retorcía de dolor mientras sacaban el cuchillo y se lo metían de nuevo. Repetidas veces. Hasta que cerró los ojos y se dejó caer. Hugo soltó sus hombros de donde lo tenia agarrado y lo dejo caer.
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Real (Wattys 2017)
Teen FictionNo sé dónde estoy. No sé mi nombre. No sé qué hago aquí y no sé qué hice en mi vida anterior. No sé quiénes son mis amigos o no sé si aunque sea tengo amigos. No sé quiénes son mis enemigos. No sé quién es mi familia. No sé quién fue él. No sé quién...