Capítulo 37

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N/A: Este capítulo también es un recuerdo.

-Kylan, estoy muy nerviosa.

-¿Por qué? Todo va a salir perfecto, mi familia te va a amar, vamos a estar juntos y luego podremos ir por un helado. ¿Te parece? -dice acariciandome dulcemente la cabeza para dar un fin a sus palabras con un beso en la frente.

-Es que no es eso -me suelto de su agarre y me siento derecha -tengo ese sentimiento malo, tengo esa mala sensación.

-Megan, tu poder no es ese y lo sabes -broma y ríe. -Anda, vamos. Ponte aun más guapa de lo que ya eres, si es que eso es posible.

Sonrío bajando la cabeza y una risa inesperada sale de mi.

-Bonita, te dejo. -agarra mi cara con sus grandes manos, se queda mirándome fijamente un tiempo, el suficiente para hacerme sonreír de nuevo - Puede que seas mi novia pero eso no me da derecho a quedarme acá mientras te vistes. Me encantaría como no tienes idea, pero...

-Por mi no hay problema -no sé de donde salieron esas palabras.

Kylan niega y me da un beso en los labios.

-A mi sí, y sé que todavía no quieres que se dé, yo te esperaré. Así... Solo nos queden unos meses para que se acabe el descanso, pero haré hasta lo imposible para estar contigo, y lo sabes, Candle. Te amo. -me da un beso en la frente y se levanta.

Abro el armario y saco un vestido que Dorothea me obligó a comprar, ahora mismo agradezco eso. Es un vestido delicado y suave, no tiene nada de brillos y es muy cómodo. Es de color azul claro.

Me lo pongo y me veo al espejo. Bien.

Un dolor repentino de cabeza me ataca, cada segundo es más fuerte. Me agarro del tocador pero eso no ayuda a nada. El dolor me obliga a tirarme al piso, es infernal. El dolor es real.

-Hola, Megan. ¿Como estás? -la voz de un hombre al frente mio, pero su cara de ve borrosa. ¿Por qué? Sí está bastante cerca. -puedes estar un poco mareada, es lo normal.

-¿Dónde estoy?

-Tu mamá acaba de morir, no saben si fue asesinato o accidente. Y nunca lo sabrán, eras la única cosa que tenía tu mamá, y lo único que tenías tú, era tu mamá. Ahora vas a ver qué es ser real.

-Megan -oigo lejano pero no hago caso.

-¿Qué estás diciendo? No puedo entender nada.

-Oh, linda -siento su caricia en mi cabeza -estás muy pequeña para entender algo así. De grande, vas a ver que nos agradecerás.

Asiento con la cabeza, sonriendo. Mi mamá me decía que si ella se iba algún día, que confiara en un adulto responsable. Él se ve como uno.

-Mierda. ¿Por qué no puedo hacer esto? -pido la misma voz lejana, pero con ese tono de rendimiento.

Una mano grande acaricia mi cabello, tal como lo hizo el señor.

Abro mis ojos repentinamente y Kylan me mira con asombro.

-¿Qué pasó?

-No lo sé. Escuché un golpe fuerte y tu grito. ¿Qué pasó?

-Es un hombre. Me persigue.

-Es él. -afirma con voz gruesa.

-¿Cuál «él»?

-El que... -se detiene.

-¿Él qué? Kylan, dime.

-No puedo, si mi... Dorothea no te ha dicho, y ella es la que lo debe hacer, o Victor, pero sé que él no lo hará.

Suspiro y asiento, me levanto del suelo y me miro de nuevo en el espejo. Agarro el cepillo y arreglo mi cabello. Me pongo un poco de maquillaje para estar por lo menos presentable para la familia de Kylan. Fui a agarrar el labial rojo que tenía, pero veo a Kylan a través del espejo, negar con la cabeza, entonces lo dejo ahí y agarro el delineador líquido. Él niega de nuevo y suspiro, lo dejo ahí, luego agarro de máscara de pestañas, pero ahora el que suspira es él, se acerca a mi, me toma la mano y abre mis dedos.

-No necesitas de esto, eres perfecta. Tienes suerte que no te haya detenido apenas empezaste.

Toma mi mano y salimos de la habitación, salimos de la casa y nos dirigimos a su casa. Estaba un poco lejos, pero no le tomé importancia a eso.

Kylan saca unas llaves de su bolsillo y abre la puerta.

-¡Familia! ¡Llegó Kylan! -dice una chica, adolescente. Corre y abraza a Kylan, sus piernas entrelazadas a su cintura.

-Hola, linda -le da un beso en la cabeza y la baja -mira, ella es mi novia...

-Megan, ya mi tío me ha contado mucho de ti. Mucho gusto, eres mucho más linda en persona.

Alto. ¿Ya me había visto?

Iba a responder pero un grito nos interrumpe.

-Hijo -una mujer con algunos kilos de más y baja de estatura abraza a Kylan.

-Mamá, te extrañé mucho.

-Yo a ti.

-¿Quién más vendrá?

-Tu otro sobrino, y tu tía pensaba venir con él, pero no se sabe con certeza si vendrá.

-Hablas de...

-Sí, de ella.

Me mira apenado y se disculpa con la mirada. Toma a su mamá de la muñeca y se aleja con ella. Los observo y parecen estar discutiendo sobre un tema.

-Megan, cuéntame. ¿Te gusta mucho mi tío?

-Demasiado -le sonrío sin mostrar mis dientes.

-¿Lo amas?

-Como no tienes idea.

-Nunca lo vayas a lastimar. Ha pasado por mucho y yo a él lo quiero demasiado. Es mi vida entera.

Asiento con la cabeza y nos quedamos calladas. Entra la mamá de Kylan y seguido entra Kylan.

Me levanto y me presento con su mamá. Muy amable.

Empezamos a comer, ya que la comida ya estaba servida, y hablamos de todo tema, como si los conociera de toda la vida. No tocaron el tema de la familia y eso me alegra.

-¡Adivinen quien llegó! -oigo una voz gruesa.

Kylan sonríe y me toma de la mano. Sale casi corriendo y tropezando con todo.

-¡Tu! ¡Engendro! -Grita un chico bastante parecido a Kylan.

-¡Estúpido! Te extrañé demasiado -se abrazan fuertemente y luego de unos segundos se sueltan. Kylan toma mi mano y me presenta.

-Kyle, ella es Megan, mi novia.

-Bastante guapa. Debo decir.

-Lo sé -me abraza de los hombros, iba a sonreír pero veo a la persona menos indicada entrar por la puerta.

-¿Vino tu mamá? -pregunta Kylan.

-Sí. ¿Ya entró? -se voltea pero no puedo parar de verla.

-Megan, sé que es complicado y difícil de entender, pero debes escucharme.

-¿Qué hace ella aquí? -le pregunto con ira.

-Ella es mi...

-Hola, Megan. Jamás pensé que fueras novia de mi sobrino. Oh, espera, siempre lo supe.

El silencio reina el lugar, hasta que digo.

-Dorothea es la tía de mi novio. Bien, vaya mierda. -digo para después salir de la casa.

Real (Wattys 2017) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora