Parte 26: Luna de Miel

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Cuando desperté, la azafata ya nos había anunciado que habíamos llegado a nuestro destino, los nervios de la boda, el insomnio, todo se junto haciendo que no durmiera casi 2 días, igual laura, ella aun estaba mas nerviosa, también tuvo insomnio según me contó. Mi mirada se centro en mi lado derecho, donde una laura muy hermosa dormía con una sonrisa en su rostro, la amaba, me encantaba esta mujer, sin ella no soy nadie, ella me dio un regalo muy grande, me dio el regalo de ser padre, sentía que tenia todo en la vida, no podía pedir mas. 

Me atreví a despertarla dándole tiernos besos por toda su cara, ella se despertó despacio y su sonrisa aumentaba, hasta que abrió totalmente los ojos y nos dejamos llevar por un beso que demostraba todo lo que sentíamos el uno por el otro, cuando decidimos para el beso, ella fue la primera en hablar.

Laura: hola esposo, por lo visto dormimos todo el trayecto, pero ya estamos en nuestro lugar soñado.  - solamente mencionar la palabra esposo, me hacia sentir especial, sam era mi esposo, estaba a mi lado, lo amo, soy dichosa de tener un esposo como el.

Yo: hola esposa, si, dormimos todo el trayecto, pero que bueno, porque así podremos recorrer el hotel sin problemas, estoy tan emocionado de bajarme de este avión y junto a ti, conocer esta bella isla.  -  nada podía ser mas perfecto, visitar mi lugar soñado con la mujer de mi vida, soy muy afortunado, pocas personas creo que han vivido un amor tan fuerte como el nuestro.

Laura: si, pero antes tenemos que ir a comer, tu hijo y yo tenemos hambre.  -  a pesar de mis cambios de humor, mis antojos, sam siempre estaba a mi lado apoyándome.

Yo: de acuerdo, yo no tengo tanta hambre, pero ustedes mis amores, se deben alimentar bien, para que nuestro bebe este perfecto.  - solo mencionar a mi bebe, me hizo poner una sonrisa tonta en mi cara.

Cuando al fin bajamos del avión, un tanto emocionados y nerviosos, nos dirigimos a recoger nuestro equipaje. Cuando al fin teníamos nuestro equipaje en nuestras manos, rápidamente nos dirigimos a buscar un taxi o algún transporte que nos llevara a nuestro hotel, afortunadamente, en el aeropuerto, había un puesto del mismo hotel con transporte para sus huéspedes, fue llegar, dar nuestros nombre y pronto estar en camino hacia nuestro hotel.

Todo el camino del aeropuerto al hotel, íbamos sonriendo, el lugar era majestuoso, paisajes muy bellos, vi a laura que le escurría una lagrima por su mejilla, la abrace hacia mi y entre los dos disfrutábamos la vista, cuando llegamos al hotel, nuestro asombro se hizo mas grande, tendríamos un bungalow de los que están dentro del mar, era todo tan bello, no podía creer tanta belleza, era increíble, impactante, laura también estaba por el estilo, no habíamos hablado, todo nos tenia impactado, era demasiado hermoso, si creíamos que era bello nos quedamos corto.

Cuando el encargado nos mostró la habitación, después de informarnos lo que ocupábamos, a que hora era las comidas, donde estaba la tienda, entre otras cosas, al fin nos dio la llave y procedió a retirarse, aun apenas había cerrado la puerta y laura brinco a mi, por dios, con el embarazo, estaba muy receptiva, me tenia un poco frito, pero me encantaba, era una mujer hermosa, como pocas veces imagine, me encantaba disfrutarla y hacerla disfrutar, mas bien hacerla disfrutar, era mi prioridad. Después del encuentro tan salvaje, que no vale la pena describir por lo repentino, y después de recuperar nuestros alientos.

Laura: perdón amor, pero no se que me pasa, con el embarazo, siempre tengo ganas de hacerte mio.   - sam, siempre que lo ocupaba el no decía que no, sabia que lo tenia cansado, pero siempre como el decía, su prioridad era yo.

Yo: no te disculpes amor, disfrutar contigo es otro de los placeres de la vida, siempre fui, soy y seré tuyo y de nadie mas, tu eres la única mujer que provoca que siempre tenga ganas de ser tuyo, así que tienes mi permiso.  - siempre bromeaba con ella, sabia que a ella le gustaba sentirme de su propiedad, no muchas veces ella cuando alguna mujer me hablaba o me veía raro, ella siempre brincaba diciendo el es mio.

MENOR QUE ELLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora