Divergente zombie

1.Amy

Cuando la llamada telefónica finaliza me apresuro a alertar al resto de mi equipo, a recoger todo lo necesario y a montar en la furgoneta hasta que todos llegan. Menos de dos minutos de espera después comenzamos el recorrido hacia nuestro destino.

Un grupo de arqueólogos ha hecho un gran descubrimiento y ha determinado que es el momento de que nosotros actuemos para hacer nuestro trabajo, eliminar cualquier plaga que se encuentre en el lugar del descubrimiento y prepararlo para que los arqueólogos lo estudien.

Realmente ya hace unos días que los arqueólogos comenzaron a sospechar de la importancia de su descubrimiento,lo que inicialmente parecía ser una casa sepultada, hasta que comenzó a expandirse a lo largo y descubrieron la existencia de una extensa red de túneles artificiales mucho más antiguos que nuestros edificios de antes de la gran guerra , que ya son bastante antiguos.

Para acceder a estos primero intentaron abrir un hueco en  uno de los extremos pero comprendieron que esto podría causar el derrumbe de gran parte de la estructura, así que buscaron otra posible entrada hasta que la han encontrado. Inmediatamente después recibí la llamada del presidente de la asociación arqueológica de la ciudad para que acudiéramos al lugar.

Cuando llegamos ya está todo preparado para que podamos efectuar el primer acceso, el cual tiene el objetivo de evaluar la situación y el lugar. Después de los saludos protocolarios y de que nos presenten a los arqueólogos jefe nos informan de que el aire del interior de los túneles no parece dañino(debe de existir algún tipo de ventilación interna) por lo que no necesitamos traje de protección.

Cuando cumplimos los requisitos para poder entrar (llevar casco botas y linterna) se nos permite acceder al interior de la estructura a un total de cuatro personas, dos de mis compañeros, un joven arqueólogo y yo por una gran grieta causada por las raíces de un árbol ya cortado.

Descendemos lentamente  por unos anchos escalones, una treintena aproximadamente, y llegamos al inicio de un largo y angosto corredor que tras andar durante unos minutos se ramifica en un puñado de túneles de menores dimensiones.

Escogemos uno de los más grandes y a los pocos metros nos topamos con una angosta escalera que desciende . Uno a uno descendemos por los estrechos y resbaladizos escalones hasta que llegamos a una pequeña caverna oscura .  Aquí el olor ya es más desagradable, pero no es en eso en lo que pensamos, sino en la pintura de grandes dimensiones de la pared que se encuentra enfrente nuestra "DANGER".

Uno de mis compañeros sugiere regresar y sinceramente, me parece una idea maravillosa. Sin embargo, cuando mis compañeros ya han comenzado a ascender, veo que el arqueólogo se dirige hacia la puntada, o mejor dicho hacia algo situado inmediatamente debajo de esta. Por curiosidad y por deber, nadie puede quedarse solo, informo y le sigo.

Cuando llego a su altura nos encontramos delante de una pequeña puerta visiblemente desgastada por el paso del tiempo. Aunque está cerrada sin llave el óxido obliga a que finalmente, y en contra del procedimiento habitual, sea finalmente abierta con una patada. Una vez dentro nos vemos atrapados por una espesa nube negra que nos cubre. El grito del joven reafirma mis sospechas.
Murciélagos.

Ambos sabemos lo que hay que hacer en estos casos , arrodillarse o tumbarse en el suelo y taparse la cabeza con los brazos para prevenir aletazos en el rostro. Sin embargo, en lugar de lo esperado, noto como uno de los animales me muerde en el cuello y caigo en el inicio de un profundo sueño.