Divergente zombie

29. Uriah

Miércoles
Esta noche he visto a mi madre. Y a Cuatro, y a mi hermano, también a Caleb el hermano de Tris y a muchos otros, todos muertos.
Ha sido horrible.

Esta tarde vamos a salir, hemos conseguido ser parte del grupo de búsqueda de alimentos de hoy.

La verdad es que no sé que es lo que esperamos de este lugar. Tendríamos que haber intentado salir de la ciudad, tal vez tenemos que hacerlo. Supongo que lo que realmente deseamos es ver cómo ha quedado la ciudad después del bombardeo.

Esta mañana alguien ha avisado de un incendio en un grupo de edificios a un par de manzanas, pero no nos afectará. Aunque tal vez el fuego fue ocasionado por una persona, o varias.

A las seis de la tarde ya está todo el equipo listo para salir. Cristina, Amar, Tris, un par de chicos que no conozco y yo. El objetivo es una pequeña tienda familiar a mediana distancia que servirá para abastecernos durante un tiempo. Si todavía existe, claro.Cada uno de nosotros tiene una pistola y un fusil además de un par de cuchillos.

Cuando la única puerta no sellada se abre comenzamos a correr y oímos como se cierra tras nosotros. Esto es horrible. Hay muchos de ellos y quieren hacernos  daño . Tenemos que ocuparnos de un par antes de continuar.

Convencí a los demás para ir a echar un vistazo al lugar del incendio para encontrar más supervivientes, pero primero iremos a la tienda.

Corremos haciendo poco ruido y a unos ritmos similares , procurando no dispersarnos. Hemos matado ocho zombies en total. Es fácil cuando van uno o dos solos.

La tienda se encuentra en una pequeña plaza construida después de la abertura de la ciudad, antes había edificios viejos.

Tiene la verja metálica y una gran puerta de madera como separación.
No podemos entrar por este lado de la plaza porque hay bastantes zombies y nos verían así que damos un rodeo y entramos por la calle que da a nuestro destino.

Y surge el primer problema. ¿Como se abre una de estas verjas?

Amar: mierda.

Chico 1: yo la abro, cubridme.

Cristina: sin problemas.

Nuestra pequeña conversación ha atraído la atención de los muertos, que se dirigen a nosotros. El chico que no abre la puerta, Amar, Tris y yo avanzamos hacia ellos, son muchos. Las marcas del dolor pueden verse en sus carnes.

Amar le atraviesa a uno la cabeza sin pensarlo. A los demás nos cuesta un poco más, la verdad. Tris empieza a hacerlo pero yo no puedo , no puedo matar. No debo hacerlo.

Amar: chico, cuidado!

Perdido en mis pensamientos no había notado como un zombie se acercaba a mí por la espalda. Amar se abalanza sobre él y lo tira al suelo. Allí quedan cara contra cara peleando por matar al otro.

Alguien le dispara al zombie en el pecho varias veces y deja de hacer fuerza. Amar se levanta. Los demás zombies han caído a base de tiros.

Cristina:vaya, eso sí que fue suerte.

Amar: sí. Lo cierto es que sí. Uriah tendrías que... - dice girándose hacia mí.

No puede acabar la frase porque el zombie vuelve a abrir los ojos y le muerde el tobillo, destruyendolo todo a su paso. No estaba muerto. No le dimos en la cabeza , nos dijeron que para matarlos había que hacerlo pero nadie lo pensó.

Esta vez alguien lo abate definitivamente y Amar cae desmayado.

Tris:mierda.