Un día más en Chicago. Cada mañana me despierto esperando encontrar algo de emoción ese día. Luego recuerdo la realidad. Soy un triste enfermero de ambulancia sin familia a menos de dos años de jubilarme. Prácticamente un anciano que ha desperdiciado casi toda su vida y al que los pequeños placeres de su vida cada vez se la logran alegrar menos. Si pudiese volver atrás...
Tal vez lo de hoy sea algo más importante, seguramente o lo sea . A las 6:50 p.m. el servicio de emergencias ha recibido una llamada desde las afueras de la ciudad afirmando que una mujer necesita atención médica debido a que fue encontrada inconsciente y tiene una gran herida en el cuello. A las 6: 54 me han asignado a la ambulancia que acudirá al lugar. 7:12 llegamos al lugar del incidente, una excavación.
Un hombre calvo y trajeado se presenta como presidente de la asociación de arqueología y nos dice que cuatro personas entraron en los recién descubiertos túneles. Cuando dos de ellas salieron no supieron informar de donde se encontraba la otra pareja y decidieron esperar. Sin embargo, con el paso del tiempo, al no recibir noticias de ellos un equipo fue en su busca. Una de las personas, un arqueólogo, continúa desaparecido mientras que Amanda Fisch fue encontrada inconsciente y sacada a la superficie, donde continúa en el mismo
Tras observar el estado en el que se encuentra acordamos que lo mejor es transportarla de urgencia al hospital, dónde llega a las 7:36 . Dos minutos después es ingresada en la zona de urgencias. La gravedad de su situación hace que deba ser intervenida por el doctor Aurelius, un abundante equipo de enfermeros y ayudantes y la maquinaria más moderna de la que dispone el hospital.
El increíble trabajo del doctor funciona a medias. No ha conseguido curarle, pero sí salvarle, al menos de momento . A las 8:02 la noticia se hace oficial, es necesario trasladarla. El doctor A da orden de que se le traslade a las oficinas de Bienestar Genético, donde los recursos son más abundantes y eficientes. Y por supuesto, vuelve a tocarme a mí. Lo bueno de estar tantos años trabajando aquí es precisamente que los doctores saben que soy de confianza.
A las 8:07 Amanda es cargada en la ambulancia, el motor de esta ruge y partimos velozmente, ella, el conductor.
Cuando ya queda menos de la mitad del camino todo empieza a derrumbarse. La paciente entra en parada respiratoria y comienzan las convulsiones las convulsiones. Su cuerpo Amanda se agita velozmente arriba y abajo, los cables que la mantienen sedada comienzan a soltársele, sus pulsaciones se disparan y después cesan completamente . Su corazón no lo ha aguantado, ha dejado de latir.
Advierto a mi compañero a través de la radio y me informa de que debemos seguir hasta nuestro destino para elaborar los trámites de defunción.
Suelto los cables que sedan a Amanda de su cuerpo , de los goteros y los guardo en un pequeño armario al lado derecho de la camilla, después hago lo mismo con los propios goteros. Y cuando voy a desconectar las máquinas ocurre un milagro. Suena el pitido que indica que su corazón ha vuelto a ponerse en marcha, después otro, y otro. Suenan débiles, muy alejados unos de otros, pero es algo.
La única solución es tratar de reanimar sus pulmones, por lo que debo aplicar la respiración artificial .
Junto mis labios con los suyos, comprimo una decena de veces su caja torácica y comienzo a introducirle aire En el momento en el que abre los ojos una gran satisfacción se apodera de mí. He salvado una vida. Han sido unas cuantas las que he logrado salvar a lo largo de mi carrera, siendo ese uno de los placeres más grandes que he llegado nunca a sentir.
Me dispongo a volver a sacar los cables por si fuera necesario. Pero no llego a hacerlo.Sólo lo pienso porque antes de reaccionar ella se lanza sobre mí y me da el bocado que me arranca prácticamente la mitad de la cara.
Mi compañero , alertado por mis gritos para la ambulancia , baja de ella y abre las puertas traseras. En ese momento , encontrándome yo a un paso de la muerte veo como lo que alguna vez fue Amanda Fisch y ahora es solo su cuerpo se abalanza sobre mi compañero y comienza a devorarlo, dandole así muerte.
Sé que es el final. Y sin embargo no puede serlo. Me deben quedar tantas cosas por hacer, por sentir, que no puede serlo. Es irónico que justo ahora cambie mi perspectiva de la vida. Pero es demasiado tarde, todo se oscurece.
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Divergente zombie
FanfictionLa sociedad ha vuelto a reconstruirse. Tris Prior y Tobías Eaton junto a sus conocidos habrán de enfrentarse a una nueva amenaza sin precedentes. Los dos primeros capítulos hablan desde el punto de vista de personajes que no aparecen en la saga. En...