El servicio de emergencias se colapsó hace ya casi un día. Primero una llamada pedía ayuda porque un hombre golpeaba la puerta de una casa y no se marchaba. Una patrulla fue enviada.
Después más: una señora le había intentado agredir , un joven le había mordido o un anciano agredía a alguien en la calle. Todas las patrullas y las ambulancias quedaron ocupadas. El hospital principal se llenó, y también las clínicas privadas. El ejército fue avisado para que enviaran ayuda. Todo apuntaba a un brote de rabia.
Cuando realmente nos dimos cuenta de lo que sucedía era demasiado tarde para salvarlos a todos : zombies, esas mismas criaturas que aparecen descritas en los libros: mueren, resucitan y matan, si te muerden te transformas, de eso último estaba seguro porque se dieron casos en el hospital de la muerte y resurrección de pacientes que solamente habían sido mordidos.
Cuando eso pasó, cuando nos dimos cuenta de la amenaza, muchos se fueron. Sólo unos pocos nos quedamos y pasamos de ser el servicio de emergencias al de comunicaciones. Hablábamos con Johanna Reyes, con los miembros del gobierno y con la oficina de Bienestar Genético , también con el ejército y las unidades policiales.
Cuando reunimos a toda la policía que pudimos les ordenamos evacuar a toda la población posible al interior de la ciudad. Después informamos a Johanna de la necesidad de activar el canal de emergencias y los delegados del gobierno decidieron activar el plan de ahorro de energía de grado 2. En el grado 2 de ahorro de energía todas las fábricas y lugares empresariales serían despojados del suministro eléctrico, también se desconectaría el alumbrado público, excepto el del centro, por otra parte todas las viviendas seguirían disponiendo de electricidad para no producir levantamientos.
Lo único que faltaba era enfrentarse a los zombies y además a grupos de ciudadanos enfadados por no recibir el suministro.
Abandoné mi puesto en el último momento posible , tras desconectar los gastos de energía de la oficina y coger unas cuantas botellas de agua. Fui hacia el interior y me destinaron en uno de los refugios. El ejército había llegado. Un coronel gritaba órdenes a sus tenientes, y ellos a su vez a los soldados. Se dispuso un cerco militar en formación circular alrededor del centro y creo que fue entonces cuando se dieron cuenta de su error. Sé que Amar estaba con los demás en casa de Tris y Cuatro , pero yo estaba demasiado lejos.
En una posición en círculo bastaba con que se hiciera un único agujero para que los zombies estuviesen dentro. Se pasó al plan B, supuestamente llamar a todas las fuerzas aéreas y evacuar a todos los civiles a otras ciudades, después a los soldados.
Pero de momento no ha sido así, tan sólo un grupo de helicópteros llegó y se llevó a los líderes de la ciudad , a los coroneles y a los ciudadanos más selectos. No llegaron más helicópteros y ahora los soldados van a intentar una última jugada, sacar a todos los que puedan de la ciudad, en tanques, camiones, furgones, coches y autobuses, formando una única caravana
Estoy en un autobús entre la parte delantera y la mitad de la caravana, la mayoría de las ventanas están ocupadas por tiradores .. Avanzamos despacio , algunas veces nos separamos en dos grupos, rodeamos una manzana por ambos lados y volvemos a juntarnos. Vamos despacio para no hacer mucho ruido y a ambos lados de la caravana caminan soldados que disparan a los zombies que se acercan.
Pero llega un momento en el que algún vehículo por delante nuestro para y dejamos de poder movernos, no podemos huir.
Después veo a la gente corriendo entre los zombies y se que uno de los vehículos de delante ha caído y que no es posible sortearlo, la marcha atrás no es una opción.
Cuando voy a la parte delantera veo por el cristal que el vehículo caído está a tan sólo a un par de vehículos del autobús. Los ocupantes del vehículo de delante huyen.Los vehículos de detrás pueden huir por una calle que conecta con la que vamos. Los que iban más adelante del vehículo volcado también logran huir. Sólo nosotros, los tres o cuatro vehículos de entre el accidentado y la siguiente calle lateral estamos bloqueados.El propio militar encargado de llevar el autobús abre su puerta y corre, corre lo más rápido que puede hasta un destino que ni él mismo conoce.
Voy a abrir la puerta y correr yo también pero recuerdo las botellas de agua y vuelvo hacia atrás, consigo recuperarlas.
Vuelvo hacia delante y lo que veo me deja mudo , los zombies ya han llegado. Golpean la puerta por donde yo debía salir y la del lado del conductor también está rodeada. Como los zombies están ocupados comiendose a alguien cierro la puerta y corro hacia atrás de nuevo, buscando una salida. Pero no la hay, el autobús sólo tiene una puerta y las ventanas son blindadas, irrompibles, prácticamente indestructibles.
Hay que salir por delante pero esto es el caos. Los militares cierran los diminutos huecos de trozo de ventana por donde disparaban y se ponen en formación en el pasillo, de seis en seis. Cuatro tras los asientos de cada fila, dos en los huecos del pasillo, diecisiete soldados y un cabo.
Una mujer llora de frustración un poco más atrás que yo, un matrimonio de la tercera edad se abraza fuertemente, un padre que logró salvar a su hija de apenas unos meses la acuna mientras ella duerme pese al caos que tiene alrededor. Desearía poder hacer lo mismo.
Cuando las puertas ceden y el primer zombie entra una bala impacta en su corazón y el muerto sigue andando, otra bala en su cerebro y cae. Desde ese momento todas las balas irían a los cerebros. Algunos de los zombies devoran a sus compañero caídos, otros siguen hacia nosotros. Y así estamos un rato los zombies entran y los militares disparan , mientras un grupo de beatas reza al patrón de las causas pérdidas un poco más atrás de mi , mientras el pequeño bebé sigue durmiendo, mientras el servicio de emergencias ha caído, mientras la caravana abandona la ciudad, mientras los lideres de la ciudad son acogidos en un lugar llamado Washingtong, mientras Amar está en un lugar desconocido junto con mis mejores amigos, mientras decenas de miles de personas mueren en las calles de Chicago, mientras aunque no lo sepa el canal de emergencias deja de emitir, mientras el matrimonio de ancianos sigue abrazándose y mientras yo siento la necesidad de salir de aquí.
Despues todo cambia , los soldados se quedan sin munición y sacan sus cuchillos, poco después la mayoría muere , el cabo saca su pistola reglamentaria y se pega un tiro en el cráneo. Un joven que ha logrado hacerse con la pistola del cabo gasta todas las balas disparando a los zombies. Después carga contra ellos intentando escapar. Obviamente no lo logra. El anciano es atrapado y arrastrado por las criaturas, pero su esposa no se separa de él. El padre de la pequeña la esconde el el guardamaletas de arriba y cierra la compuerta, tal vez alguien la encuentre. Todos los pasajeros caen , uno tras otro. Las beatas abandonan sus oraciones y se arrodillan como mártires ante un legionario romano.
Me situó junto a ellas, pero no por fe, sino porque ya están aquí. Ellas caen primero, después, el tío, último pasajero junto a mí me entrega un cuchillo y me pide lo peor. Matar es algo imperdonable, pero más lo es dejarle morir descuartizado. Le pido perdón, ambos cerramos los ojos y lo hago. Cuando los zombies vienen hacia mí intento hacer lo mismo conmigo , pero no soy capaz.
Empujo al primero , que retocede y provoca la caída de otros dos, golpeó al de mi derecha , después a otro y finalmente pierdo. Tal vez esas mujeres tengan razón y ahora me reúna en un lugar mejor, con Tory, pero se que realmente a los que me reuniré es a mis asesinos. Entonces, todo cambia.

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Divergente zombie
FanfictionLa sociedad ha vuelto a reconstruirse. Tris Prior y Tobías Eaton junto a sus conocidos habrán de enfrentarse a una nueva amenaza sin precedentes. Los dos primeros capítulos hablan desde el punto de vista de personajes que no aparecen en la saga. En...