55. Susan

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Cuando los furgones se fueron salí de mi escondite. Marcus y el ejército han secuestrado a mis amigos sin motivo aparente. Tengo que rescatarlos, pero no sé cómo.

La única idea que se me ocurre es intentar encontrar a ese tal Evan que se refugia en la excavación arqueológica, situada a unas horas de camino, más teniendo en cuenta que todo está plagado de zombies.

Si pudiera conseguir un coche sería más fácil, pero tendría que tener las llaves puestas. Si me dirijo hacia allí pasando por la carretera es posible que allí me encuentre con alguno.

A lo lejos se escucha un disparo y me tiro al suelo por el miedo. Cierro los ojos y empiezo a contar hasta diez antes de levantarme.

Uno, dos, tres, me permito pensar en cómo el mundo se está derrumbando.

Cuatro, cinco, seis, un sollozo escapa por mi garganta.

Siete, ocho, nueve, todo se arreglará.

Diez, abro los ojos y los veo.

Dos zombies se abalanzan sobre mí y apenas tengo tiempo de ponerme de pie. Sin embargo, al hacerlo tan rápido, tropiezo y vuelvo a caer al suelo. Saco mi cuchillo mientras el primero cae sobre mí. Puedo sentir su aliento junto a mi piel y cierro los ojos enfrentándome a mi futuro.

De pronto, un estallido. Después un segundo y un tercero. Luego, silencio. Abro los ojos y descubro a los dos zombies caídos, les han disparado.

- ¿Te han mordido?- grita una voz.

Susan: No-digo levantando las manos en señal de paz y sin ver a mi salvador todavía.

De pronto una figura sale de entre un grupo de árboles. Por su apariencia es un hombre. Viste completamente de negro y el sol me impide ver su cara hasta que está junto a mí.

-Soy Jack-dice mientras me ofrece la mano.

Mi boca se abre de asombro. Por su apariencia no debe de haber cumplido los diecisiete años. En contra de eso, lleva un rifle de francotirador y un par de pistolas y de cuchillos de caza. En la espalda lleva una enorme y pesada mochila, ya que pese a su aparente corta edad es alto y fuerte.

Susan: Yo soy Susan.

Jack: ¿Dónde vas?

Susan: No puedo deci...bueno, da igual. A la excavación arqueológica.

Jack: Mucha suerte. Allí hay un grupo grande de gente.

Susan: ¿Sí? - pregunto sin poder ocultar la emoción.

Jack: Sí, bueno. No hay soldados ni nada de eso, pero al menos van armados.

Susan: Gracias Jack, tengo que seguir.

Jack: Voy contigo.

Susan: ¿Qué?

Jack: He pensando que quiero ir contigo. Me has caído bien y la gente casi nunca me cae bien. Voy contigo.

Susan: Tú mismo, pero sin tonterías. ¿Qué edad tienes?

Jack: 16, y llevo 122 zombies.

Susan: Imposible.

Jack: Nunca fallo- asegura mientras empezamos a andar.

Susan: Necesito una ducha.

Jack: Y yo ropa limpia. Llevo esta desde el principio.

Susan: ¿Quien dijo que hiciera falta ropa en el Apocalipsis?-bromeo.

Jack se pone completamente colorado y centra su mirada en el camino.

Susan: ¿No hay nadie contigo?

Jack: Éramos mi padre y yo. Ahora solo yo, le mordieron.

Susan: Lo siento. Yo solo tengo amigos.

Jack: Hombre, yo también. -se para- zombies.

A unos metros de nosotros hay cuatro zombies que no se han dado cuenta de nuestra presencia. Jack se saca una honda del pantalón y la carga con una piedra de su bolsillo. La piedra vuela a gran velocidad hasta que se estrella con la cabeza del zombie más cercano, atravesándola.

Hace lo mismo con otro de ellos antes de que los otros se den cuenta de que estamos aquí. En ese momento Jack saca su cuchillo y corre hacia el primero, tirándolo al suelo de un empujón. Mientras, le clava el cuchillo al cuarto en el cráneo y vuelve a sacarlo. En cuanto el otro se levanta, muere de la misma forma.

Jack: Vamos, aún nos queda bastante camino.

Divergente zombieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora