Cuando una duda puede mas que mil certezas

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- ¿Tienes que ir otra vez a trabajar? - John asintió haciendo un puchero, Celia sonrió.

- Pareciera que el trabajo allí no va a terminar, pero no me he olvidado de las vacaciones que te prometí, voy a hacer lo que esté a mi alcance para que, una vez que estés completamente recuperada, podamos hacer lo que quieras - Celia lo atrajo hacia ella, busco su boca mientras sentía la sonrisa de John junto a sus labios.

- ¿Llegaras tarde? - John suspiró.

- Hare todo lo posible por que no sea así, podrías evitar hacer demasiado ejercicio, sé que no podremos salir a caminar como te prometí, pero buscaremos algo que hacer mañana, entonces seré todo tuyo.

- Tengo una idea genial de ejercicio ahora mismo en mi mente - John volvió a reír.

- Ya tengo que irme - Celia lo dejo ir, acomodándose mejor entre las sabanas, John besó su frente y salió de la habitación.

Celia esperó a que la señorita Carrillo saliera con el resto de su desayuno y sacó el teléfono. Marcó el número del inspector deseando que esta vez sí contestara el teléfono y así lo hizo.

- Señora Arocha, le tengo buenas y malas noticias - Celia retuvo el aliento.

- ¡Buenos días Oficial!

- No tengo mucho tiempo y sepa que no puedo compartir con usted todos los detalles de la investigación, pero necesitare que su hermano me ayude con un par de cosas.

- Eso depende, dígame las noticias - el hombre bufo al otro lado de la línea, si se molestaba con su actitud le tenía muy sin cuidado.

- Bien, la buena es que encontramos el testamento, y si, usted es la heredera de todos los bienes de sus abuelos y su padre, el Señor Daniel solo había podía disponer de los bienes de su difunta madre, y de eso solo queda la casa, sobre la cual reposan tres hipotecas, la mala es que no hemos podido dar con la conexión entre las personas que la raptaron y Daniel - Celia suspiró.

- Y ¿para qué necesitan la ayuda de mi hermano? - El oficial se disculpó alejándose del teléfono y Celia suspiró nerviosa si alguien entraba a la habitación la descubrirían.

- ¿Señora Arocha?

- Aquí sigo inspector.

- Bien, bueno la cosa es que según todos los datos que aportó su hermano para en encarcelamiento preventivo de Daniel nos llevan a pensar que hay mucho más que el aun no quiere decir, necesitamos más datos, estamos dispuestos a ofrecerle un trato en el caso de que él nos ayude a desmantelar esta banda, creemos que su hermano he tenido contacto con uno de los líderes del narcotráfico de la ciudad y esta es una muy buena oportunidad para atacar dos frentes y acabar con un par de ratas.

- No sé si eso es posible, hay mucho en riesgo aquí oficial, mi hermano estaría en serio peligro si ustedes llegaran a fallar en la investigación y el acusara a alguien que después quedara libre, además de que esa gente tiene conexiones.

- Entiendo lo que le preocupa, pero podríamos ofrecerle a él un historial completamente limpio e incluirlo en el sistema de protección de testigos.

- ¿Y porque no lo han llamado directamente a él?

- No ha contestados nuestras llamadas.

- Le pasaré su mensaje, pero no le aseguro nada Inspector.

- Tengan en cuenta que eso podría significar el fin de Daniel.

- Por muy tentativo que eso sueno no puedo arriesgar la seguridad de mi hermano.

- El sistema de protección de testigos es muy bueno, podemos asegurarle que su hermano tendría una vida nueva en un lugar mucho mejor, además usted podría visitarle.

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