John observaba como su esposa conversaba al teléfono con Patricia la amiga de Abi quien en su segundo embarazo había sentido repulsión por su esposo, John se llevó las manos a la cara mientras suspiraba, donde encajaba toda esa locura en sus futuros planes, ¿Cómo le iba a hacer para seguir planificando su sorpresa si la protagonista del asunto se encontraba en un estado Anti-John?, ya había pagado y reservado casi todo y la verdad era que estaba sumamente ilusionado con toda la idea como para que unas hormonas vinieran a sabotearlo, volvió a enfocar la mirada en su esposa y la observó reír inmediatamente una sonrisa surgió en su rostro, tenía algunas semanas sin verla sonreír de eso modo, ella lo miró y volvió a reír y la sonrisa de John se esfumó, no supo bien porque, pero el solo hecho de estar siendo el objeto de una conversación donde el no salía muy bien parado le molesto, se obligó a respirar profundo y clamarse, eso no podía durar para siempre ¿o sí?
- John Elías quiere conversar contigo - John se acercó a su esposa y notó como contenía la respiración, se sentó en la silla que ella le ofreció y evito maldecir, no sabía cómo le haría pero eso tenía que terminar.
- ¿Que tal Elías?
- ¿Que tal John? ¿Cómo van los negocios?
- Bastante bien
- Para ir bien no pareces muy contento y entiendo porque, estuve escuchando la conversación que tuvieron nuestras esposa y decidí hablar contigo, hay que apoyarnos, ya sabes esas mujeres son muy poderosas y más cuando saben que lo tienen a uno babeando por ellas - John sonrió.
- Debo entender que la pasaste mal también - Se escuchó una carcajada al otro lado de la línea.
- ¿Que si no? eso fue una locura, si te soy absolutamente sincero todo lo que pasaba por mi cabeza era, ¿Dónde está la mujer con la que me casé, de la que me enamoré? fueron días de mucha desesperación, yo no me lo tome bien al principio, pero hice lo que pude por entenderla aunque no sabía que le pasaba, Patricia es sumamente independiente y todo lo que yo pensaba era que un día me iba a encontrar las maletas en la entrada de la casa al llegar del trabajo.
- Pero todo se arregló, ¿no? - John preguntó ahora más preocupado.
- Si - escuchó un suspiro al otro lado y el mismo soltó el aliento que no sabía estaba conteniendo.
- ¿Cómo fue?
- Me busque información por internet y decidí que su actitud era pasajera y que yo debía asegurarme de estar allí cuando mi esposa volviera a ser la misma, llegaba a casa la saludaba y le daba un beso en la mejilla, cabeza u otro lugar que no fuera su boca, me cambie de jabón incluso de champú, al llegar del trabajo me daba un buen baño y así evitaba que me dijera que olía mal o cualquiera de esas cosas, al cabo de un tiempo se le paso y ya, ahora nos reímos de todo ese tiempo.
- Bueno eso suena esperanzador - John no lo sentía así, pero no quería que Elías sintiera que era un malagradecido.
Buscó con la mirada a Celia y la observó reír y conversar con Abi y Jared y no parecía muy afectada por la presencia u olor de Jared, evitó sentir celos a algún sentimiento malo y decidió que si él quería de vuelta a su esposa, no podía ser tan pasivo y solo esperar a que sus hormonas volvieran a su lugar, él era un Arocha y luchaba por lo que le pertenecía así que despidiéndose de Elías colgó el teléfono y se acercó al trio.
- Gracias Abi, todo esto ha sido muy instructivo, creo que llego la hora de irnos - Jared se acercó y le abrazó.
- ¿Todavía sigue en pie lo de la semana que viene? - Le preguntó muy bajito mientras Abi lo observaba apenada.
- Si - y asintió hacia Abi.
- Los acompañaremos a la puerta - Abi tomó de las manos a Celia y le paso un brazo por los hombros - Ya verás como en unos días te sentirás mejor - Celia sonrió agradecida.

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Lecciones de Amor
Chick-Lit¿Puede un corazón acostumbrado a la decepción confiar en el amor? Celia esta convencida de que en la vida no se puede esperar nada de nadie, aprendió desde muy niña que las personas como ellas no son capaces de retener a alguien a su lado por mucho...