Escándalo debería ser mi segundo nombre

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Este se tardo bastante, pero ya llego asi que disfrutenlo, falta poco pues he decidido hacer una historia corta de Adrian, disfruten de la lectura, y les cuento que me encuentro corriendo los errores de El Primer Beso no se Olvida, pues me he decidido a enviarla a una editorial, deseenme suerte, si aun no la han leido, pues leanla pues lo mas seguro es que tenga que quitarla. Cuidense mucho, no olviden comentar y votar si lo desean.


- ¡Esto no puede ser John! - Celia estaba tan molesta que sólo se calmaría viendo la cabeza de alguien rodar - no fue lo que acordamos, dijiste que solo averiguaríamos cuales eran sus posibilidades - se acercó a él de forma amenazante - si algo le llega pasar allí adentro tu serás responsable, no te lo voy a perdonar nunca - le molestaba en sobremanera que estuviese tan tranquilo, su teléfono volvió a sonar y el sin dejar de observarla atendió.

- ¿Cuando?  - Le observó asentir - ¿cuánto? - Volvió a asentir - ok, arréglalo - frunció el ceño, mientras Celia veía a los lados que podría arrojarle a la cabeza - yo me encargo - Celia lo vio con escepticismo, eso mismo le había dicho a ella cuando habían entrado con Adrián en la comisaría, ¿y cómo había terminado todo? Su hermano estaba preso, preso, y solo los cielos sabían cuando lograrían sacarlo de allí - usted hágalo y lo demás déjemelo a mi, solo sacaré de aquí a mi esposa y volveré en unos momentos.

La vena homicida de Celia, porque la tenía, estaba segura de que estaba en alguna parte esperando que se dieran las condiciones para poder ejecutar su plan, deseo que John no tuviese esa cara de preocupación,  le haría más fácil la tarea, lo vio desviar la mirada de ella y ver el celular como buscando en el algo que por lo visto no encontraba en ella, pues hacia bien porque por su mente solo acudían escenas terribles de situaciones que involucraban mucha sangre, una de sus manos se trasladó hasta la parte de atrás de su cuello y le escuchó suspirar parecía a punto de entregarse al pelotón de fusilamiento, Celia se relamió los labios, eso era bueno,  necesitaba verlo pasarla tan mal como ella la estaba pasando.

- Celia, tenemos que salir de aquí - John finalmente abrió los ojos mirándola - estas complicando mucho las cosas, todo este escándalo esta haciéndole daño a tu hermano.

- ¿Que puede ser peor que estar en una celda? Dime y no, no me moveré de aquí sin mi hermano,  no vine a dejarlo aquí.

- Nos están esperando en la puerta, no dejan pasar a Jesus porque tiene un arma - Celia lo miró incrédula,  ella no saldría de allí.

- No me voy a mover se aquí sin mi hermano.

- Sí que lo harás, empieza a caminar - se acercó a ella haciéndole señas para que avanzara, Celia permaneció en su sitio, definitivamente John no la conocía.

- Oficial, oficial - llamo con mortal tranquilidad - tengo que confesar un delito - John la observó achicando sus ojos.

- No vayas por ese camino Celia, no pruebes mi paciencia, he sido todo lo considerado que he podido porque sé que estas preocupada por tu hermano pero estoy a esto - levantó su mano mostrándole un pequeñísimo espacio entre sus dos dedos pulgar e índice - de sacarte de aquí cargándote si es necesario - Celia bufó - no creo que ninguno de los policías intervenga, creo que estarán más que agradecidos por sacarte de aquí, ya no te queda uno a quien decirle cuanta palabrota te sabes - Celia se encogió en hombros, apenas estaba calentando.

- Señora llamaba usted a alguien - un joven vestido con uniforme y visiblemente nervioso se acercó a ellos.

- Sí, hace 7 años entre a robar en el supermercado de la calle diez, el dueño intento detenerme y le clave un cuchillo en una pierna, no pudieron imputar me porque mi cara no se veía en la cámara de seguridad, pero aquí estoy puedo darle más detalles si los necesita - el chico tomó nota.

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