12. Oveja Somnolienta

355 33 6
                                    

Me encuentro todavia en la cafeteria, solamente estan Clarissa, Cameron y el chaval desconocido que me mira con labios apretados y brazos cruzados. Estoy comiendo mi almuerzo en silencio, y teniendolos observandome. Bebo un poco de agua y aclaro mi garganta.

-No les voy a dar, asi que dejen de mirarme.-digo sencillamente.

-Ouh.-suspira el tio con decepcion.

-Por cierto, ¿tu quien coño eres?-pregunto frunciendo el ceño.

-¿Como no sabes mi nombre? ¡Soy el popular de aqui!-chilla indignado.

-No lo eres.-dicen Cameron y Clarissa al mismo tiempo, me rio.

-Vaya. Gracias por el apoyo, compañeros.-dice sarcastico, los mira cabreado.-¡Podrian haber dicho que si para que pensara que soy cool!-susurra/grita en su direccion.

Aclara su garganta y pone su vista en mi, sonrie coqueto y extiende su mano en mi direccion.

-Soy Emmett.-dice y me guiña un ojo, dubitativa acepto su mano.-Un placer conocerte, muñeca.

Cameron le da un golpe en la nuca, Emmett chilla con sorpresa y lo ve furioso. Me pregunto desde hace cuanto se conocen para tener esa confianza entre ellos. Clarissa toma asiento a mi lado.

Emmett tiene un cabello negro, corto a los lados y mas largo arriba, pero peinado hacia atras. Sus ojos son grises con matices celestes muy diminutos. Viste con unos jeans rotos blancos y una camiseta azul oscuro. Tiene una mirada y actitud muy infantil.

-Dime muñeca otra vez y no tendras hijos.-le digo con tranquilidad, Emmett mira a Cameron y este asiente con los labios apretados, Emmett traga saliva y me mira con recelo.

-Thea, ¿puedes decirnos que te pasa?-me dice Clarissa insistente.-Estas demasiado rara.-pone su mano sobre mi brazo unos milisegundos hasta que lo retira disculpandose.

Termino de almorzar y de pronto comienzo a sentir un calor asfixiante en mi cuerpo, me saco mi sueter, quedandome con mi camiseta de mangas largas.

-¿No les hace calor? Joder, esto parece un sauna.-jadeo levantandome de la mesa.-Deberian ir a sus clases.

-Pero...-dice Emmett confuso.

-Tiene razon.-anuncia Cameron inmediatamente, cortandolo.-Vuelvan a sus clases, yo me encargare.

-Me refiero a que los tres vuelvan a sus clases, no solo ellos.-digo seria, apuntando a Emmett y Clarissa.

Cameron hace caso omiso a mis palabras y les dice:

-Ustedes dos, largo.-dice frio.

-Cam...-comienza Clarissa.

-Ahora, si no les importa.-finaliza él seco.

Ambos suspiran, pero se dan vuelta y comienzan a alejarse en silencio, una vez la puerta se cierra, Cameron me dice:

-Sientate.-ordena.

-¿Y si no quiero, que?-bufo irritada.

-Me ire y te las arreglaras tu sola con lo que sea que este sucediendote.-dice impasible.-No voy a perder mi tiempo con una mocosa infantil.

Aprieto mis puños.

-Bien, vete. No te necesito a ti ni a tu gilipollas amigos.-le digo cabreada.-Anda, ¿que esperas, un gracias?

Se levanta de la mesa y dandome la espalda, se retira en silencio. Resoplo y tomo asiento, arremango mis mangas para aliviar el calor que siento. Aunque al ver las marcas, vuelvo a ponerlas en su lugar.

Ángeles Entre Nosotros | SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora