Ángeles Entre Nosotros | SIN EDITAR

49. Sonrisa Inocente

Tres meses después...

Apolo P.D.V.

Me reincorporo con cansancio, resoplo y me estiro. La habitación por fin está limpia, las camas tendidas, hay un olor bonito y no a baño público, me quito mi bandana de la cabeza, luego mi delantal y por ultimo mis guantes amarillos de limpieza. ¿Qué? Me gusta ser organizado e higiénico.

Escucho la puerta del departamento abrirse y luego las risas de Thea y el pendejo de Cameron, salgo de la habitación y los encuentro en la sala de estar, hablando muy callados entre si, tienen esas miradas de deseo. Aclaro mi garganta con exageración para interrumpirlos.

—Todavía no empiecen los preliminares que aun estoy aqui, par de conejos con las hormonas alborotadas.—digo rodando mis ojos, ellos toman distancia rápidamente.

—¿No que te ibas a algún lado, maricon?—dice Cameron y luego Thea golpea su hombro y le dice que no me diga así.

—Estuve limpiando el departamento, ya que alguien, no lo ha echo desde nunca al parecer.—digo con suficiencia, sonrio con travesura.—  Por cierto, tus pañales de adultos los deje en el baño.

—¡Yo no uso pañales de adultos!—grita Cameron con las mejillas rojas, totalmente avergonzado.

Thea aprieta los labios para contener una risa y trata de mantener la calma.

—El doctor te los dio a ti.—Thea estalla en una carcajada, el idiota me mira con dagas en los ojos.

—Te odio.

Me encojo de hombros, él que me odie no es nada nuevo. Y el sentimiento es recíproco. Thea logra calmarse y me dice que me quede con ellos, que no es necesario que me vaya. Veo en los ojos de Cameron el deseo nulo para que me quede, le digo que tengo que salir de todas formas.

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Empujo a Patrick contra la pared de ladrillos y continuo besándole, el pasa sus manos por mi rostro y mi cabello, yo sujeto su cadera para mantener un poco la distancia. Oigo sus suspiros de deleite y mi piel se eriza, muerdo su labio y el suelta un pequeño quejido-gemido. Se aleja un poco y veo una sonrisa contenta y algo lasciva, rio un poco.

—Te extrañé.—me dice sincero.

—No hace falta que me digas esas cosas si ya sabes que vamos a follar de todas maneras.—digo volviendome a acercarme para besarlo, el mueve su cabeza evadiendome.

—Como te encanta acabar con el romanticismo.—dice algo seco.

—Pat, ya hablamos de esto.

—Sigo sin entender porqué no quieres ser mi novio.—refunfuña.—¡Te prometo que puedo hacerte feliz!

—Sólo dame una oportunidad y te lo demostraré.—me hace un puchero y bate sus pestañas, seductor.

—Nunca voy a cambiar de opinión.—digo borde.—Así que no jodas.

Rueda sus ojos y vuelve a besarme.

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Observo a Patrick dormir, boca abajo, con las sabanas tapandole el culo. Joder, es que se ve mucho mas inocente asi, y vulnerable. Suspiro, rasco mi nuca, pensativo.

Me ha dicho que me ama.

Lo dijo mientras los dos nos corriamos. Ojala haya sido algo del momento, porque si no lo es... de solo pensarlo me dan escalofrios.

Miro mis muñecas que cada vez tienen mas cortes y quemaduras. En estos tres meses que han pasado, las cosas han ido con muchos altibajos; siguen acosandome en el instituto, ya no abusan de mi gracias a que los evito a toda costa, pero alguna que otra apaleada no me escapo, he perdido rastro de mis padres y de mi hermano, no contestan sus móviles ni mensajes, las cosas con Thea un día estaba bien y al otro no, y asi, con los hermanos Hyde no han cambiado mucho las cosas, Emett ha conseguido varias veces quedarse conmigo solo y casi siempre hemos terminado o insultandonos o follando, no me pregunten porque estoy así de pendejo para siquiera hacer eso. Y por último, Patrick.