Thea P.D.V.
-¿Cuánto falta?
-Muy poco, no te muevas. Sólo me faltan los labios...-murmura Apolo concentrado, se mueve rápido para cambiar de una brocha a otra.
-¡Listo!
-¿Terminaste?-asiente con una sonrisa suficiente y orgullosa.
Me dice que no me vea en el espejo hasta que termine con mi pelo, así que paso otro rato sentada en la silla de mi habitación. Una canción suena en el stereo de mi cuarto: "The Beautiful & Damned", de G-Eazy. Apolo tiene buen gusto en la música, por suerte. Espero que no me haya maquillado demasiado, detestaría no poder reconocerme a mí misma.
-Bien.-resopla.-¡Estas completamente lista!
-¿¡Ya terminaron!? ¡Quiero entrar a verlos!-escucho de repente detrás de la puerta.
-¿Mamá? ¿Estabas espiándonos?-digo avergonzada, mientras Apolo le dice que pase.
Ella entra y abre su boca con asombro luego sonríe como siempre con su sonrisa reluciente, se ve feliz. Me sonrojo.
-¡Estás hermosa, cariño!-dice aproximándose, me abraza con fuerza y me sigue examinando con una sonrisa y un brillo de orgullo.-Preciosa, despampanante, bella, nunca había visto a una chica tan hermosa y bonita como tú, hija.
-Apolo, si algún día pones un salón de belleza, yo seré la primera en pedirte que seas mi maquillador.-dice mi madre viéndolo agradecida.
-Le haré descuento.-guiña mi mejor amigo a mi madre.
-¿Ya puedo mirarme al espejo?-pregunto.
-¡No! ¡Todavía falta el vestido! ¡Ten, cámbiate!-Apolo me lo pasa en su perchero y luego el coge otro.-Tú cámbiate aquí, yo usaré el baño.
No me da tiempo a replicar, se mete en el interior y mi madre se retira del cuarto para darme privacidad. Lo apoyo sobre la cama y abro el cierre, saco del interior ese vestido que compre hace unos días. Largo, de seda, y lo más importante, totalmente negro. Bastante escote, pero ajustado en la cintura, dando la ilusión de que tengo curvas con la caída de la tela. Es simple, y por eso me gusta. Me cambio y me pongo unos zapatos de tacón alto negros y también súper sencillos. Al estar ya vestida, me doy cuenta de la brisa de aire que toca mis hombros, mis brazos... recuerdo mis cicatrices, y mi reflejo es cruzar mis brazos sobre mi abdomen, nunca nadie había visto mis cicatrices en público. Es... es... me siento vulnerable sin algo cubriéndolas.
La puerta del baño se abre y Apolo sale vestido con un traje, una impecable camisa blanca, una chaqueta, pantalones y corbata negra a juego, se ve asombroso.
-¡Wow!-digo atónita mirándolo, el alza la vista y me mira.
-¡HOSTIA PUTA!-grita observándome en shock.-¡Joder!
-¿Qué? ¿Se ve mal?-comienzo a mirarme ansiosa.
-Si Cameron se queda impasible ante esto voy a cuestionar severamente su heterosexualidad.-dice todavía mirándome divertido y travieso, silba burlón.-Joder, no sabía que podías tener unas buenas tet...
-¡Apolo!
-¡Okey, okey, lo sé, me pase!-dice riendo, saca de su bolsillo unos guantes de encaje y me los pasa.-Conociéndote, sé que no te gustaría descubrir tus brazos.
Lo miro agradeciéndole, y asiente con una mirada amable y comprensiva, mientras me coloco los guantes, extrae un esmalte de uñas azul oscuro de su bolsillo y me lo pasa.
-¿El esmalte combina con mi maquillaje?-ríe.
-No es para ti, mensa. Venga, píntame las uñas.-dice en un falso tono chillón y soberbio.
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Ángeles Entre Nosotros | SIN EDITAR
Novela JuvenilThea es una chica con bastantes problemas consigo misma cuando conoce a Cameron. Un chico que al igual que ella, está roto. Ambos probaran lo que es ese dulce sabor del amor y la amargura de la vida. Hasta que uno ya no soporte estar en este mundo. ...