26. Lágrimas

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Todo esta oscuro, estoy en medio de una calle, el cielo empieza a soltar gotas de agua que muy rápidamente empapan todo a mi alrededor, veo unas luces rojas y azules a unos metros, un cumulo de gente formando una barrera a su entorno. Mis oídos zumban a medida que me aproximo, hasta que logro pasar la barrera y solo se escucha ese zumbido sordo, no se escucha nada mas. La gente mira arriba de un edificio, alzo la vista y mis piernas comienzan a temblar.

Mi padres biológicos. Dalia, Marcus, Kyle, Apolo, Clarissa, Cameron. Todos ellos están en el borde de la azotea, los que fueron antes mis padres comienzan a apuñalar a cada uno de ellos, grito y grito, el cuerpo de Dalia cae a unos metros de mi, aunque abra mi boca no sale ningún sonido, la gente a mi alrededor esta inmóvil, observando como caen los cuerpos de mis conocidos como si esto fuera algo común, rutinario, sin importancia. Golpeo a un oficial para hacerlo reaccionar, para que detenga este matanza, pero soy como una pluma tratando de derribar una pared de concreto, débil. Noto que se acercan a Cameron, mi cuerpo se petrifica, mi padre lo apuñala repetidas veces y luego mi madre le abre el cuello y lo empuja, cae a unos centímetros de mi. Mis rodillas me vencen, caigo sentada observando atónita todos los cuerpos de mi familia, amigos y de la persona que me gusta, el rostro de Cameron esta vacío como sus ojos que me miran inertes, una lágrima de sangre sale de su ojo. El sonido vuelve. Los gritos de angustia, desesperación y horror aparecen e invaden todo el lugar. El nudo de mi garganta se enciende también y puedo sentir enseguida mis mejillas mojadas, y el dolor en mi pecho. Esto no se compara a nada. La voz de mi cabeza comienza a gritarme:

¡Esto es tu culpa! ¡Tu culpa! Debiste detenerlos, ¿porque no lo hiciste? ¡Todos están muertos!

¿Que te hace pensar que puedes arruinarle la vida así a alguien? ¿Tan podrida estas por dentro? ¿Esto te hace sentir bien?

Parpadeo varias veces y de pronto estoy en el mismo techo que estaban ellos. Siento los gritos de abajo, veo mis manos y veo un cuchillo lleno de sangre, toda mi ropa esta bañada en ella al igual que mis manos. Veo a un lado de mi, Caya coge el cuchillo de mis manos y hace un movimiento rápido, siento que el nudo en mi garganta se desvanece. Paso una mano por mi cuello y veo mis manos llenas de sangre, mi sangre. Doy unos pasos atrás cuando noto que el aire ya no entra, hasta que mi pie toca solo aire. No duele cuando mi cuerpo llega al piso, estoy otra vez en silencio, como mi entorno, las voces se han callado. Observo las estrellas, y cuando siento alguien apretar mi mano uso la poca cordura y fuerza para mover mi cabeza, veo a Cameron.

—¿Porque nos traicionaste, Thea?—Silencio y todo se oscurece.

Me levanto de un salto de la cama. Los latidos de mi corazón no cesan, mi mente esta en blanco, no recuerdo nada de la pesadilla y sin embargo, siento una opresión en mi pecho. Contengo el aire para intentar controlarme. Es como una sombra que me persigue, como una sensación de culpabilidad y miedo que me acecha cuando duermo.

Las lágrimas pican en mis ojos. ¿Que paso, Thea? ¿Mal sueño? Hace mucho que no hablamos. ¿Todavía la gente te sigue teniendo pena? ¿Todavia eres patética?

—¡Callate! ¡Callate!—tiro de un manotazo mi lampara, esta se hace añicos.

La voz continua hablando, diciendo cosas sobre mi, me levanto y corro al baño, intento retener mis lágrimas mientras busco mis pastillas, las encuentro y abro el frasco pero todas las pastillas se me caen y se van por la canilla, gruño. Sigues sin hacer una cosa bien.

—¡CÁLLATE!—venga, no seas idiota, sabes que estoy diciendo la verdad, solo aceptalo.

¿Te acuerdas lo que te hacían esas chicas en el orfanato? Se robaban las galletas de la directora y, ¿adivina a quien culpaban? ¿Quien recibía una visita del padre Weskt? Pero... El no iba a visitarte solo en esas ocasiones, ¿verdad? Mi cuerpo tiembla, sujeto mi cabeza, mientras momentos con el se pasan por mi cabeza. Oh, ¿y te acuerdas el primer baile de la secundaria? Tus amigas te invitaron a comprar vestidos pero tu no cabias en ninguno que ellas te recomendaban, y te mataste una semana vomitando para caber en el vestido azul que habías elegido, lastima que tus amigas lo rompieran "accidentalmente" y que tu cita del baile te diera un planton. ¿Aunque no lo viste en unas fotos del baile besándose con una de tus "mejores amigas"? Sigues siendo igual de estúpida e ingenua que esa chica, Thea. No se para que te esfuerzas en continuar. Es decir, mirate. Cierro mis ojos con fuerza. ¡Dije que te miraras al espejo, estúpida perra! Inhalo aire bruscamente, pongo mi vista con miedo en el espejo enfrente de mi. Eso. Muy bien. Ahora fíjate, ¿no ves esos cachetes regordetes?, ¿esa piel flácida en tus brazos?, ¿esa papada horrible? ¿o ese abdomen grotesco?

Ángeles Entre Nosotros | SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora