23. Panda

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Tres semanas después

-¡Ja! Te gané, tu pagas los helados.-canturrea Apolo haciéndose posesión de los helados que el vendedor mantenía en sus manos, ruedo mis ojos entregándole el dinero al sujeto.

Apolo come su postre con mucho esmero, yo tomo el mio pero no le doy mas que tres o cuatro bocados cuando se lo entrego devuelta. Me gusta el helado, pero tiene muchas calorías, y ya no quiero verme gorda enfrente del espejo de mi baño. Mi amigo me mira entrecerrando sus ojos.

-No sé porque siempre te compras uno, si luego terminas dándomelo.-se queja mientras caminamos.-¿Sabes que, desde que te conozco he aumentado 4 kilos? ¿Estás engordándome para comerme en Navidad o qué?

-El helado no puede ser la única cosa que te haya echo engordar, Apolo.-digo indiferente.-Sera porque siempre comes comida rápida y chatarra.

-Huh, no lo había pensado.

-Por supuesto que no.

-¿Y si me cocinas mi comida en adelante? Así no pierdo mi figura.-me mira con ojos de corderito.

-Claro.-asiento.-Cuando aprenda a diferenciar del bicarbonato de sodio del veneno para ratas, te prepararé un platillo.

-Pero igual deberíamos tener el numero de emergencias por si acaso.-me mira con ojos abiertos.

-Mejor aprenderé a cocinar con recetas de internet.-disimulo una sonrisa limpiándome la boca con una servilleta.

Seguimos paseando por el centro comercial, mamá me dejo salir con Apolo durante estas tres semanas, obviamente en plan amigos. Aunque a Marcus todavía no le cae bien Apolo, no se porque. Estas semanas sin instituto han sido una bendición; sin tener que asistir a clases, soportar a los profesores o a las miradas de los alumnos al saber que yo había "atacado" a Caya, despertarme tarde, dormirme tarde. Lo único que no me ha gustado es que a pesar de que le dije que no quiero saber nada de el, siendo inevitable por ser vecinos, lo he visto en varias ocasiones al salir de casa. Menos mal que nunca lo veo cuando salgo con Apolo a algún lado.

-Oye, no me has dicho sobre porque esa chica te...-me freno de golpe, saco mi celular con mis auriculares, lo dejo por unos segundos en su mano mientras le pongo los cables, cojo mi teléfono y pongo una canción al azar, Apolo abre sus ojos con emoción.-¡Ohhhhhhhhhhhhhhhhhh, jooooooooooooodeeeer!

-Yeah, yeah.-niego con mi cabeza y una sonrisa, tomo su muñeca para hacerlo caminar.-It don't make no sense unless i'm doing it with you. It don't make no sense unless i'm doing it with you.

¿Algo que descubrí sobre Apolo? Pierdes total y absolutamente su atención cuando lo pones a escuchar musica. O le das mucha comida. En este caso, se ha puesto a cantar una de las canciones de mi teléfono, ya que durante estas semanas me ha quitado mi celular para oír que gusto de musica tenia, según el. Obviamente, borre cualquier evidencia de algún mensaje de Cameron o Clarissa para que no pudiera leer los mensajes si es que esa era su verdadera intención.

-It's a new dawn. It's a new day. It's a new life. For me. And i'm feeling good.-canta y algunas personas nos miran mientras seguimos caminando.

Se me ocurre ir a la sección de videojuegos del centro comercial, por lo que comienzo a caminar hacia la escalera eléctrica, Apolo esta perdido en su mundo cantando sin importarle que otras personas les estén mirando confundidos y sorprendidos, seguramente estarían riéndose si el cantara mal, pero como lo hace bastante bien solo se quedan viéndolo. Una vez subimos al siguiente piso, lo arrastro por el camino hacia la sala de videojuegos, en ese sitio siempre hay ruido así que nadie lo escuchara cantar y tampoco molestara a nadie.

Ángeles Entre Nosotros | SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora