Capítulo 32

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#140                                                     #APOV.

Se cerraron las puertas del ascensor y lo único que pude hacer fue gritarle a éste para que se abriera, obviamente no se abrió.

Estaba realmente cabreado, con ella, con Joe, con el mundo.

Fui a las escaleras de servicio y corrí hacia la planta dos, a la velocidad de la luz.

Me encontré con el papá de Brenda enfrente de la expendedora.

-Hola señor Loughty. - saludé agitado debido a que había subido las escaleras corriendo.

-Hola Andrew. A propósito, ¿tienes algo que ver con el enojo de Brenda? Salió del elevador echando chispas.

Me encogí de hombros.

El Sr. Loughty se apretó el punte de la nariz, frustrado. Señaló el pasillo, ordenándome que fuera a arreglar las cosas.

Caminé por el pasillo bastante iluminado y me encontré con Brenda con la cabeza entre las rodillas, en el piso.

Me senté enseguida de ella.

Me recordó el día en el que ella estaba llorando, cuando hice la fiesta y ella me habló de su papá.

-¿Qué quieres, Andrew? - dijo sin levantar la cabeza.

En realidad no sabía que quería, había venido tras ella sin pensar, dejando que mis pies tomaran el mando.

-No lo sé. - suspiré.

Ella gruñó y levantó la cabeza, violenta.

-¿Cómo que no lo sabes? Maldita sea, Andrew. Me haz hecho una maldita escena allá abajo, me dijiste que te estaba engañando con Joe. Y ahora vienes y no dices nada. ¿No crees que me debes una disculpa?

Entrecerré los ojos y apreté mis puños de rabia.

-¿Una disculpa? ¿Por qué? Dije lo que vi, y éso es claramente un engaño. No me voy a disculpar.

-Retráctate. -dijo un frialdad.

-No lo haré. - dije simplemente, con el mismo tono frío que ella había usado.

Ella se paró y se puso enfrente de mí poniendo sus manos en su cintura, echando humo por las orejas.

-Eres un imbécil, te odio, Andrew.

Me paré y la miré. No podía creer que me hubiera dicho que me odiaba, sus palabras habían estado llenas de rabia.

-¡Dí que me odias, otra vez!

-¡No!- gritó.

-¿Por qué? -también grité.

-¡Por que no puedo mentir dos veces! - gritó pero en las dos últimas palabras se quebró como un vaso de vidrio que dejas caer al suelo, ella estaba de nuevo en el piso, con su cabeza en sus rodillas, sus hombros se movían de abajo a arriba y escuchaba sus sollozos.

Oh, ¿qué había hecho? Era un idiota, mas que un idiota, la había herido. Maldito orgullo de mierda.

Me senté enseguida de ella y puse mi cabeza en su espalda.

Comencé a hacer los acordes de Here Comes The Sun con mi boca.

-Here comes the sun, here comes the sun, and i say it's all right. - comencé a cantar.

Era estúpido, si, pero era algo que se me había ocurrido. Además, sabía que cantar su canción favorita podría ayudar.

-Little darling, it's been a long c... 

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