Final de Victoria.
Es increíble como las personas pueden cambiar al estar al lado de otra. Algunas veces se cambia para bien, otras veces se cambia para joderle la vida a los demás, mejor dicho, para mal.
Yo había cambiado para bien, pero en ése camino que tuve que tomar para hacerlo, hubieron muchos baches, muchas piedras. Me caí cientos de veces, pero aún así me levanté pude superar cosas. Por que se que soy fuerte.
Miré mi nueva acta de nacimiento por milésima vez, incrédula.
Victoria Loughty Adams.
No mas ése estúpido apellido que tantas burlas había causado en mi infancia.
Miré a mi mamá, que había viajado desde NY a Chicago, junto a mi supuesto papá, para cambiar mi apellido.
Max, o mas bien, papá, me sonrió y levantó los pulgares.
Me reí bajito.
Mamá se acercó a mi y yo la miré con dureza, advirtiéndole que si se acercaba podría pasar algo feo.
Está bien, había cambiado, pero mi mamá me había lastimado todos estos años mintiéndome, no era algo que yo fuera a superar fácilmente, no.
-No seas grosera, Victoria. - dijo Ruben, mi antes papá.
Lo miré con rabia.
-Tú no me mandas.- dije simplemente.
Mamá miró a Max, mi ahora papá, y entrecerró los ojos.
-¿No le vas a decir nada?- dijo ella con los dientes apretados.
Él se encogió de hombros.
-Ella tiene todo el derecho de tratarte como te trata, la lastimaste... Janice, es tu hija como mía, pero se supone que la conoces mas que yo, deberías saber ya como reacciona tu hija. Yo he estado con ella unos cuantos meses y ya se lo que significan todos sus gestos y sus ademanes- suspiró.- Si me disculpan, tengo un vuelo mañana temprano.
Me miró y se acercó a mí.
-Vicky, todavía tienes tiempo para decidir.
Negué con la cabeza.
-Me quedaré aquí en Chicago... Los visitaré de vez en cuando, lo prometo.
Él entrecerró los ojos, no muy convencido, pero asintió.
-Entonces, nos vemos pronto... Hija. - dijo y me abrazó.
-Adiós, Max. - dije.
Él sonrió, entendía que no podía decirle "papá" al instante, ya que había vivido con que Ruben era mi padre... No es que quisiera y respetara a Ruben, pero era extraño, simplemente no podía decirle luego luego papá a Max. No podía.
Sabía que un día lo haría, pero no hoy... ni mañana, pero si algún día.
Cuando el de fue, decidí hacerlo yo también, no tenía ganas de lidiar con mama y con Ruben... Suficiente tenía ya con los lamentos y lloriqueos de Brenda.
Me dirigí a la puerta pero mamá me habló con su estúpida vocecita molesta.
-¿a dónde vas?
Puse los ojos en blanco mientras la volteaba a ver.
-Iré con mi novio, que por cierto está bien bueno, y no se, tal vez me acueste con él o algo parecido.
Mamá abrió los ojos de sorpresa.
-¡Eres una cualquiera!- medio gritó Ruben ya que estábamos afuera de un edificio del gobierno.
Respiré profundamente, conté a diez y repetí mil mantras en mi cabeza para poder controlarme, pero aún así, la rabia seguía ahí.

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The Bet.
Teen Fiction"...-El último reto va a ser para... Andrew. - dijo Doyle. Todos estaban muy borrachos, yo tenía alcohol en la sangre, pero no como ésos idiotas. Todavía sabía como me llamaba y a que numero llamar en caso de emergencia. -Anda pues, ponlo.- dije cr...