Nota: La siguiente historia está en el proceso de edición, por lo que a lo largo de la historia se van a encontrar con faltas ortográficas, falta de coherencia, etc. Aún así, espero que disfruten de la lectura y la vuelvan a leer cuando esté ya editada, jé. :)x
—El último reto va a ser para... Andrew. — dijo Doyle.
Todos estaban muy borrachos, yo tenía alcohol en la sangre, pero no como ésos idiotas. Todavía sabía como me llamaba y a que numero llamar en caso de emergencia.
—Anda pues, ponlo.— dije cruzándome de brazos, esperando la estupidez que vendría a continuación.
Los chicos protestaron y Seth se puso en medio.
—Que cierre esto con una apuesta, así será mas jugoso ¿no creen?
Doyle se rió, pero al ver que todos animaban esa idea, él asintió. Se lo pensó buen rato mientras escaneaba todo a su alrededor, hasta que sonrió como el gato de cheshire.
—¿Quieres entrar?—me preguntó con sus ojos brillosos de la emoción.
Debía ser algo malo, muy perverso como para que brillaran sus ojos de esa manera, debía admitir que me daba algo de temor, pero como soy un macho que se respeta, asentí desafiante.
—Debes ir con la tipa de trasero bueno, sí aquella la del vestido azul feo. Tienes que enamorarla, llenarle su mundo de corazones y flores. Debes hacerla tu novia y luego rompes todo con ella, la dejas sin más. Y si se puede, tocále el trasero de mi parte.—terminó y todos rieron.
—Eso no se hace en unas horas, Doyle. Necesito tiempo, además.. ¿Qué me das?
—Tienes de aquí hasta la graduación. Si lo cumples, te daré un beso.—se rió.—No es cierto. Te daré quinientos dolares. Pero si no lo consigues...— se puso serio.— Haré que te quiten tu puesto de mariscal de campo.
No parecía algo dificil de hacer, pues no había chica que no cayera ante mí. Estaba seguro que ella estaba secretamente enamorada de mí. Dinero fácil, perfecto.
—Está bien. Trato hecho.

ESTÁS LEYENDO
The Bet.
Novela Juvenil"...-El último reto va a ser para... Andrew. - dijo Doyle. Todos estaban muy borrachos, yo tenía alcohol en la sangre, pero no como ésos idiotas. Todavía sabía como me llamaba y a que numero llamar en caso de emergencia. -Anda pues, ponlo.- dije cr...