Capítulo 5

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No estoy seguro de que veo lo que veo.

La chica tiene el cabello negro en hondas cayéndole con naturalidad sobre los hombros, de tés blanca perfecta casi como la porcelana con un poco de rubor en las mejillas, es casi de mi estatura, su cuerpo es sencillamente hermoso, delgado, oculto bajo una blusa blanca con pequeños puntos que me tentan a observar de pechos perfectos, con un ligero escote mostrando su nacimiento de manera sensual pero sin llegar a ser corriente, un abrigo colgando de sus brazos desnudos de manera moderna y unos shorts de moda ocultos bajo el largo de la blusa vestido junto a tacones que ponen fin a sus largas y torneadas piernas.

Sin embargo si su cuerpo es hermoso, su rostro es una obra de los propios ángeles, de nariz perfecta, pómulos marcados a la perfección, junto con unos labios carnosos de apariencia suaves, por un segundo imagino tocar aquellos labios, poner los míos sobre los de ella, sentir en mi carne su suavidad, pero todo desaparece cuando veo sus ojos. Son de un azul similar al mío casi igual un color verdaderamente hermosos. Toda ella es hermosa, nunca en mi vida e mirado a una chica de la manera que la estoy mirando a ella. No parece real.

Me devuelve a la realidad al momento en que se cubre el rostro con las manos, recordándome que estoy desnudo y ella acababa de entrar en un baño público. Eso y su rodilla que atina a golpear mis genitales. No me había dado cuenta a que momento me había acercado a su rango de alcance. Por lo menos la puerta esta casi cerrada cuando me encorvo del dolor. Me cubro con la camisa rápidamente intentando recuperarme, pero vaya la chica tiene fuerza. No es la primera vez que una chica me ve desnudo por obvios motivos, pero si la primera en que me golpeaban por ello. Ella al darse cuenta me mira pálida pero para mi sorpresa ella aun me tiene procesandola sobre el dolor mientras intento cerciorarme que es real o no... pero el dolor me da una buena idea sobre ello.

-Esto, perdóname...-dice con una dulce voz como si fuera música realmente con un ligero acento en ella. Parece aun en shock por la situación y sus acciones pero inmediatamente cambio su tono-¿Qué haces desnudo aquí? ¿Quién te crees? ¿Es algún tipo de broma o similar? ¡No es nada gracioso! así que haz el favor de salir de aquí ahora, ¡es un baño de mujeres! Idiota! lárgate de aquí pervertido!

Por primera vez en la vida siento como el enojo recorre mi cuerpo ocasionado por una chica, aquella chica es la que ha entrado sin siquiera tocar la puerta y enzima para estallar en reclamos, gritos, ordenes e insultos en un baño de hombres, ¿que quien me creo yo?, ¿Quién diablos se cree ella?

-Deja de gritar-pido con la voz inerte-no entiendo a que vienen los reclamos, gritos y el rodillazo, me derramaron alcohol sobre toda la ropa, y estaba cambiándome, eres tú la que acaba de entra sin siquiera tocar la puerta. Además antes de atacarme deberías cerciorarte, este es el baño de hombres-me mira como si estuviera loco, por lo cual me irrita-prueba uno-digo señalando los urinarios, noto la sorpresa en sus ojos pero aun así noto que va a contestar por lo cual me adelanto, que testaruda-y en la puerta justo en la mitad hay un cartel de un hombre. Es baño de hombres, el de mujeres es el de alado.

La chica mira la puerta esperando que yo mienta. Noto inmediatamente como su rostro adquiere un leve tono rojo, me parece adorable la hace ver aún más hermosa, pero de todas maneras la actitud de aquella chica me molesta, aún más cuando me mira para fulminarme unos segundos con la mirada.

-¿Algo más?-pregunto igualmente irritado-quisiera cambiarme, o planeas volver a darme en la entrepierna? Vete.

Pude haber bromeado sobre que la situación o sobre mi cuerpo o algo pero aquella chica de verdad me parece odiosa por decir lo menos. Sin una palabra más gira y cierra la puerta de un portazo. Su actitud es mas que ridícula pero de cierta manera entendible. Si yo hubiera encontrado a una chica desnuda en el que pensaba era mi baño... bueno las cosas hubieran resultado en sexo ardiente, es verdad, pero para aquella chica parece haberse sentido verdaderamente consternada, como si nunca hubiera visto a un chico desnudo.

El Hijo Del Presidente Vol.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora