Capítulo 12

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El tour y los eventos en la Alcaldía de Washington D.C. no se ven tan mal después de todo. Sigo estando perdido en torno a como manejarme con ella, hasta yo, Will Harrison, estoy un poco torpe y con una ridícula sonrisa que todos notaron gracias a Nadya. Pero no me puede importar menos, soy feliz, feliz como no lo he sido desde hace varios años, y todo gracias a Nadya.

Al volver a la Casa Blanca me había topado con Rick que no paraba de observarme con una sonrisa y una ceja arriba, no creía ni por un segundo de que me caí por accidente en el Espejo ademas de que no estoy actuando como siempre, lo se, pero esto es totalmente nuevo para mi. Aun sentía las corrientes de su toque por todo mi cuerpo y el calor de sus labios sobre los míos, podía percibir el aroma de sus cabellos, ver el brillo del azul de sus ojos, la luz de su sonrisa...Y no me da pena, es mas estoy absolutamente contento de poder recordar hasta el mínimo detalle de ese momento y creo que ese beso nunca, ni en un millón de años, desaparecerá de mis recuerdos.

Ya había estado cambiado y listo veinte minutos antes de que tuviéramos que salir para reunirnos con la alcaldesa de la ciudad, la mujer no me podía importar menos, pero la chica que sabia que me esperaba ahí ocupaba hasta el mas mínimo de mis pensamientos. Rick continuaba mirándome e intentando sacarme que sucedía, peor no se lo dije, una de las pocas cosas que Rick no se había enterado de primera mano, pero por mas que lo quisiera y por mas mi amigo que fuera, este momento es mio y de Nadya, de nadie mas. Al llegar al John A. Wilson Building, City Hall de Washington D.C., podía ver ya a varios periodistas y una multitud que nos esperaba.

Al bajar recibo los aplausos sonriendo y me deje entrevistar en algunos puestos mas fácilmente que de costumbre, pero quiero seguir avanzando lo mas rápido posible al interior del edificio. Conque esta es el ansia de esperar ver a una persona, nunca la había sentido, pero Dios si que es poderosa. Las ultimas gradas las subo de dos en dos ansioso por verla...pero aun no llega. Me echo a reír ante mi actitud mientras saludo a Sam, Adam, Li, Jin y Nico ganándome sus miradas curiosas y una que otra broma del francés.

Pero cuando llega me quedo sin aliento a la vez que le sonrío, y yo que pensaba que me veía ardiente en mi traje azul. Lleva una blusa blanca de manga corta con un ligero escote metida en una falda negra tubo que marca su trasero y sus muslos, unas mallas negras y zapatos de tacón. Apenas me ve sonríe y viene directamente a mi para abrasarme. No estoy seguro si nos están mirando pero no me puede importar menos mientras la tengo unos segundos en mis brazos. La suelto para darme cuenta, y para mi desgracia, que Jin y Sam nos miran fijamente.

-¡Oh, por Dios!-grita Sam

-No es lo que crees!-dice inmediatamente Nadya

-¿Entonces qué es?-pregunta Jin sin creernos nada

-¿Qué pasa?-aparece Adam

Excelente, todos están ahora reunidos mirándonos, noto que Nico ya tiene mas de cien comentarios de los que elegir cual decir a continuación, pero yo me adelanto a cualquiera, no les daré la oportunidad definitivamente.

-No es lo que parece, y aunque lo fuera no es su problema-digo primeramente causándoles que estallen en risas-solamente nos estamos saludando, a todas ustedes las abraso cuando las veo-digo señalando a Sam y Jin-Listo tema zanjado. Ahora si no les molesta tenemos que comenzar.

Mi mentira parece haberlos convencido por lo cual se ríen un poco más antes de comenzar a trasladarse a donde debemos esperar para reunirnos con la alcaldesa. Para mi sorpresa Jin se ha quedado observándonos unos segundos más lo cual hace que Nadya y yo nos pusiéramos algo rojos.

-No nos abrasas de la forma que acabas de hacerlo, a mí no me engañan-dice ella sonriendo calculadora pero nos guiña un ojo-entiendo porque no lo dicen, no se preocupen su secreto está a salvo conmigo.

El Hijo Del Presidente Vol.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora