-Will
Antes de abrir los ojos siento una ola de dolor recorrer todo mi cuerpo. La adrenalina oficialmente ha dejado mi sistema. Mi pierna se siente como si fuese a explotar en cualquier momento lo cual me lleva a pensar que el hueso también recibió el impacto, además siento cada una de las cortadas en mis brazos y en el resto de mi cuerpo latir al contacto de la suave brisa que entra por una de las ventanas. Los moretones y diversos golpes en mis costillas hacen que apenas tomo un poco más de aire se resientan de dolor. Cuando abro los ojos me fuerzo por disimular un poco, encontrándome con el rostro de Nadya con una pequeña sonrisa de preocupación mezclada con una disculpa por despertarme. Pero ver su rostro hace que fuerce una pequeña sonrisa, después de todo ella esta bien y eso es suficiente para mi sin importar en que estado me encuentre.
-Lo lamento-dice ella acariciando mi rostro-pero tenemos que volver a desinfectar las vendas y tienes que comer algo.
-Cuanto he dormido?-pregunto intentando incorporarme un poco más haciendo lo posible por no darle tanta importancia al dolor. Sigo con el pecho desnudo cobijado con lo que parece una cobija del tren. Mi cuello me reciente un poco supongo por la mala posición en la que dormí.
-Casi tres horas-me responde, estoy por preguntar como es que eso fue posible en un tren de siete horas a París, sumados a mis desordenes del sueño y los hechos de estos días. Pero ella simplemente sonríe y levanta despacio nuestras manos entrelazadas-Fue un poco difícil terminar de limpiarte así o taparte. Pero me alegra que hayas podido descansar un poco.
Asiento con la cabeza aun sintiéndome fatigado. Mi pierna sigue presionando por lo que un poco de mi atención se desvía a ella. Nadya me dedica una sonrisa corta antes de tomar una gasa y pasarla por la cortada grande del brazo. Dejo escapar un sonido de protesta sintiendo el ardor más fuerte que antes, ya sin las corrientes de adrenalina todo duele más. Nadya me vuelve a dedicar una sonrisa de disculpa. Me centro en su rostro mientras ella continua, en el brillo de sus ojos y en aquellos cabellos que ocultan la mitad de su rostro. Esta vez hago un esfuerzo para retirarlos y posar mi mano en su mejilla. Ella lo vale. Todo el dolor, todo el sacrificio ella lo vale.
Mi cuerpo se mueve por si solo incorporándome más sobre el sillón y hacia adelante. No despego ahora mis ojos de sus labios alternando con sus ojos pidiendo silenciosamente autorización. Nadya igual mira mis labios mientras me voy acercando centímetro a centímetro. Mi nariz ya rosa la suya cuando ella sonríe y cierra los ojos. Cada vez que estoy por besarla vuelvo a sentir aquella sensación eléctrica como si fuese la primera vez y, francamente, es intoxicante.
-Despacio chico rudo-susurra directamente en mis labios, noto que ella esta igualmente haciendo un esfuerzo por contenerse.
-Como acabas de llamarme?-pregunto sonriendo abiertamente ahora yo en sus labios pensando en besarlos
-Voy a ir por algo de comer-me dice con una rápida sonrisa poniendo punto final a ese pequeño coqueteo, yo la miro como si estuviera hablando otro idioma-no te muevas de aquí, no tardo Will.
Algo no esta bien. Puedo notarlo en sus ojos. Siento su preocupación pero hay algo más que no entiendo. Ella se aleja de mi pero hago lo posible por agarrar su mano y traerla de nuevo a mi. Si puedo aliviar como sea un poco su preocupación tanto como ella alivia la mida lo haré sin miramientos. La beso con fuerza dejando que aquella explosión de emociones haga lo posible por quitar cualquier otro pensamiento de su mente. Debe estar nuevamente preocupada por mi y por la situación, puede sentirse culpable por lo que ha pasado, puede... no quiero seguir pensando más escenarios. Ella tarda un segundo en devolverme el beso lo cual hace que mi preocupación crezca por una milésima de segundo... antes de que me devolviera el beso con fuerza rindiéndose ante el sentimiento que estoy seguro que le transmite tanto como a mi, olvidando lo que sea que la preocupaba.
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El Hijo Del Presidente Vol.1
RomanceMi nombre es Will Harrison. Toda mi vida he lidiado con como las personas a mi alrededor me miran, a la primera ven a un joven atractivo, inteligente, confiado, divertido, algo narcisista, mujeriego... pero luego, y sobre todo lo demás, ven al hijo...