Puedo decir de manera confiada que no soy una persona que siente vergüenza muy a menudo, es más, son contadas las veces que en verdad me he sentido avergonzado por algo o alguien. Pero esta vez... pues creo que las supero a todas con creces.
Después de obligarme a mi mismo a salir de su habitación contra mi propia voluntad, en verdad despegarme de su piel en tan pocos minutos me resulto excesivamente difícil, Rick me mando al diablo, literalmente, por no avisarle que me quedaría la noche con Nadya ya que, como predije, no pego ojo esperando a que bajara. Estuvo a punto de subir en varias ocasiones en mi busca creyendo que me habían retenido, o que había sido llevado del lugar por los agentes rusos o algún otro tipo de escenarios que imagino terminarían, en su caso mas extremo, conmigo siendo asesinado por los rusos. Me disculpe pero igualmente espero una reprimenda mas grabe o algún tipo de tortura en un futuro no muy lejano.
No lo había visto tan preocupado y molesto en mucho tiempo, cosa que inmediatamente me hizo sentir culpable pero la noche pasada... pero en verdad la había extrañado como loco. La había extrañado con todo mi ser, no solo el sexo que de por si es increíble, pero absolutamente todo de ella, desde sus cabellos hasta su roce en mi pecho desnudo, desde el brillo de sus ojos hasta ese condenado color rojo tan sexy que inunda sus mejillas cada vez que digo algo o hacemos algo, pero sobre todo... extrañe tenerla entre mis brazos y sentirme perdido en ella. Durante años leí acerca de lo que se sentía el amor, y lo había condenado como simple deseo y añoranza por una persona, pero la verdad es que es eso y muchísimo mas que si bien comenzaban a cubrirlo también se suman la infinita cantidad de sensaciones y sentimientos que el amor... que Nadya causa en mi.
Mientras me concentraba en ello me deslinde un poco de los gritos controlados de Rick. Yo estaba sentado en la cama mientras el hablaba de lo preocupado que lo tuvo y lo imprudente que había sido al jugar con mi seguridad, sin embargo se corto a causa del desayuno que nos esperaba con Nadya y su madre, por lo que después de desahogarse un poco me ordeno cambiarme y ducharme lo mas rápido posible, note lo ansioso que estaba por salir del lugar, todo lo contrario a mi, dado que si de mi dependiese me encerraría en el cuarto de Nadya con ella el resto de mis días.
La madre de Nadya había dejado para mi un buso gris y unos pantalones de vestir azules oscuros que me puse sin rechistar, procure no hacer esperar a Rick, ademas que me admire el ojo de la señora Belickova dado que eran de mi talla. Rick coloco toda nuestra ropa en una maleta que igualmente nos trajo antes de salir al desayuno vestido el con una camisa blanca igualmente y unos caquis, siguiendo con nuestra tendencia de no llamar la atención.
-Le pagaremos por esto verdad?-pregunte en su momento intentando tantear mi terreno ante su actitud
-Intente hacerlo, pero se negó... dejo en claro que era un regalo suyo para nosotros por las molestias y demás... creo que le agradas y quiere agradarte-dijo simplemente aun molesto
-Entonces me gane a mi suegra?-intente bromea a pesar de su negativa a perdonarme momentáneamente
No me respondió más note que contuvo una sonrisa, pero la verdad no se en donde estoy pisando en relación a la mujer a causa de lo que sucedió en la mañana. Cuando llegamos al comedor Nadya nos esperaba ahí con su madre. Mi chica se veía arrebatadoramente hermosa con sus shorts de tela grises y buso de lineas horizontales azules y amarillas, más seguía totalmente roja y solamente levanto la vista de su comida para sonreírme apenas. Por mi parte cuando nos sentamos la entendí: mantener la vista levantada de mi taza de café durante el desayuno ha sido una de las cosas mas difíciles que he tenido que hacer. No me refiero a mirar a Nadya o Rick, pero no podía mirar a su madre a causa de la vergüenza... y no ayudaba que estuviera sentada frente a mi. Sin embargo parecía divertida ante mi actitud y la de Nadya mientras que Rick nos miraba sin entender, y Dios sabe que no esta en mis planes contárselo, caso contrario me arrancaría la cabeza de un golpe.
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El Hijo Del Presidente Vol.1
RomansMi nombre es Will Harrison. Toda mi vida he lidiado con como las personas a mi alrededor me miran, a la primera ven a un joven atractivo, inteligente, confiado, divertido, algo narcisista, mujeriego... pero luego, y sobre todo lo demás, ven al hijo...