Mi último día con Nadya y no la he tenido en toda la tarde. Supe por mensajes que estaba saliendo del salón, más cada una se dirigirá a las residencias de sus padres para vestirse y llegar con ellos al baile final. Estoy ansioso, pero hago lo mejor que puedo para controlarme. Me convertí en uno de esos melosos impacientes... es perfecto, simplemente perfecto.
La charla con Tía So me ha tenido todo el tiempo pensando en cada una de sus palabras. Sé que en verdad está contenta por mí, pero no estoy seguro si seguiría igual de contenta de saber que mi chica es la hija del Presidente de Rusia. Sé que las esperanzas de mi padre también están en que encontrase en alguien que me ayudara a superar toda esta mierda, alguien que me haga feliz, alguien que me devuelva mi Luz. Tener algo parecido a lo que él tuvo con mi madre.
Y si tengo suerte puede que lo haya encontrado. Mis padres habían gozado de una relación casi perfecta, llena de altos y bajos, pero el amor que se tenían es algo que nunca eh vuelto a ver. Era como si ambos hubiesen sido parte de una sola unidad, orbitaban el uno junto al otro en perfecta sincronía y armonía, y la forma en la que se miraban era indescriptible.
No eran perfectos, pero es lo más cercano a una relación perfecta si es que eso existe. Cada pelea o discusión que tenían los hacia más fuerte, y eso que eran sumamente escasas. Cada risa, cada regalo, cada sonrisa a la vez hacia lo mismo por ellos. Crecer mirando ese tipo de cosas me hizo fuerte, me hizo feliz, pero a la vez llego a aportar a mi actual estado tras la muerte de mi madre.
Por un tiempo después de perderla me convencí a mí mismo de que aquel tipo de amor no existía, no a menos de que ambas personas estuvieran echas para la otra, no a menos de que encontrara a alguien que me hiciese sentir. Sentir porque por muchos años me he abstenido de cualquier emoción que me vincule demasiado a alguien, la perdida es algo que no puedo tolerar, y estoy seguro de que jamás lograre tolerarla.
Parte de ese miedo, de esa reserva al involucramiento emocional se lo debo al ver a mi padre afrontar su muerte. Si yo quede roto para siempre, una mitad de él había muerto con ella. Él estuvo...destruido. No hay otra palabra, nadie dentro de su administración o amigos cercanos lo sabían, siempre actuó fuerte y no se dejó vencer, solamente Tía So, el señor Rousseau, el Primer Ministro, la señora Spencer, Steph y yo somos los únicos que lo vimos soportar el dolor y dejarse vencer por él en las noches.
Desde entonces tuve miedo. Miedo a quedar más lastimado de lo que quede. Miedo a morir de la forma en que mi padre moría cada noche cuando estaba solo. Miedo a la vulnerabilidad. Miedo a la necesidad. Miedo a la dependencia. Miedo a algún tipo de vinculo emocional. Miedo...miedo al amor.
Y, aun así, con todo lo que había vivido, todo lo que me había protegido, todo el miedo que tenía, esa chica de ojos azules y cabello negro se había metido en mi piel como creí que jamás sucedería. Aún tengo muchas dudas, miedos, y peros en mi mente, pero estoy dispuesto a darnos esta oportunidad tal como Tía So había dicho.
Pero ahora mientras me coloco mi esmoquin no tengo otra cosa en la cabeza que averiguar la forma en continuar con esto. En especifico, ver la manera en que podamos sobrevivir la separación. No estoy dispuesto a permitir que tan rápido como esto comenzó esto termine. Tomo el corbatín desecho de encima de la cama de la Residencia antes de salir. Rick esta en mi puerta como siempre ya vestido con su traje, me sonríe intentando ocultar su lastima por mí.
-No comencemos con...-comienzo
-Si hay alguien que podrá con esto eres tu chico-dice simplemente palmeando mi hombro
-Gracias por el voto de confianza Rick-comento con una media sonrisa-pero la verdad es que no tengo la menor idea de que hacer
-¿Qué hacer sobre qué?-pregunta mi padre apareciendo en el corredor poniéndonos tensos a los dos al segundo
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El Hijo Del Presidente Vol.1
Lãng mạnMi nombre es Will Harrison. Toda mi vida he lidiado con como las personas a mi alrededor me miran, a la primera ven a un joven atractivo, inteligente, confiado, divertido, algo narcisista, mujeriego... pero luego, y sobre todo lo demás, ven al hijo...