Capitulo 9.
-¿Por qué? –levante la mirada para encontrarme con sus ojos café
—Mira disimuladamente hacia las mesas que están detrás de ti. —una sonrisa pícara se formó en su rostro.
Me giré lentamente y vi a Alexander Ramírez platicando con unos amigos. Tenía que ser una maldita broma, jamás almorzaba en ese lugar y justo tenía que hacerlo ese día.
Me volví para mirar a Lindsay.
—Oh, sí... es tan guapo. —susurré, tratando de confundirla. Tomé el vaso de jugo y le di un sorbo. Mi garganta estaba seca, quien sabe con que mierda iba a salir Lindsay.
—Iré, le pediré su número o una cita. Todo eso de parte tuya. —sonrió, mientras se levantaba.
—No, no, no. —sujeté su blusa turquesa, impidiendo que caminara hacia él.
—¿Por qué? Déjame darte una ayudita.
—No necesito de tu ayuda. —la miré enojada. —Yo lo haré, pero debes darme tiempo.
Me miró por unos segundos y asintió. Volvió a sentarse, un poco más calmada.
Volví a comer, un poco intranquila por lo que Lindsay acababa de intentar. Hubiese sido mejor que le hubiera dicho que me gustaba un chico que vivía cerca de mi casa, o algo por el estilo, porque en realidad no sabía si Alex estaba en una relación, y no quería tener problemas.
Luego de unos minutos, a mi cabeza llegaron los recuerdos de la noche pasada, como el Sr. Rojas me había besado. Todavía podía sentir el sabor de sus labios, su aroma, su respiración.
Había sido algo maravilloso que me hacia sentir hormiguitas por todo el cuerpo al solo recordarlo.
Algo de mí quería más. Pero no, eso no podía ser de ninguna manera.
—Mírate —escuché la voz de Lindsay. Volví a la tierra y la miré a los ojos. Ella sonreía con malicia. —Estás excitadísima. —se burló.
—¿Qué? ¡No! —protesté, alterada.
—Oh, si. —se inclinó para verme. —Lo único que te faltaba es gemir. —susurró, manteniendo aquella sonrisa.
—Ya. —rodé los ojos. —Lindsay, solo déjalo.
—Te excita el saber que estás respirando su mismo aire. Yo de ti caminaba hacia él, le robaba un beso, y además le tocaba el trasero. —me guiñó el ojo.
—Ya basta. —hablé entre dientes, apenada por la situación.
—Estás sonrojada. —siguió burlándose.
—Me voy. —me levanté de la silla. No estaba dispuesta a seguir escuchando esas tonterías, además estaba afirmando que yo estaba excitada, por favor. —Nos vemos luego.
—(Tn), no seas pesada. —exclamó.
—Tú lo estás siendo. —me volví para verle.
— ¡bueno ya no te jodo!
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El padre de mi mejor amiga(Prince Royce & Tú)
FanfictionLo único que quisiera decir acerca de esta novela es que por favor no la copien ni la adapten, me a llevado mucho trabajo escribirla y realmente le tengo mucho cariño. Como dato extra se suponía que esta novela debía terminar en el capítulo 34 pero...