Tráfico

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Capitulo 26.

—Yo también Lindsay—la abracé fuertemente, sabiendo que ella era lo más cercano a Geoffrey. —Entonces... me comunicaré en cuanto llegué a California —les sonreí e inconscientemente recorrí a las personas con la mirada. Aún tenía la espereza de que Geoffrey viniera por mí.

—Muy bien, vamos —mi madre sujetó mi brazo y nos acercamos a la puerta de embarque.

Narra Geoffrey.

En el último minuto decidí tomar mi coche y dirigirme al aeropuerto. Tal vez no estaba completamente resignado a perder a (Tn) como lo había hecho con Rosa. Era consciente del puto tráfico que había y estaba culpándome por haber estado tirado en la cama por más de una hora pensando en que era lo que debía hacer.

Avancé mientras apretaba el volante y me lamentaba profundamente por ser tan imbécil. Supongo que era lento para todo, apenas estaba dándome cuenta de esto. Tal vez estaba viviendo la vida como si fuese un hombre de sesenta años. Tal vez aún estaba joven para el amor y miles de cosas más. Había estado equivocado por años y ahora quería cambiar.

Sabía que cuando mirara a Lindsay a los ojos y me tocara enfrentarla y decirle lo que estaba sintiendo realmente iba a ser un momento realmente difícil. Me había dado cuenta de que las cosas se estaban poniendo de cabeza y yo estaba actuando como si ella fuese la cabeza del hogar.

En otras palabras era simplemente estúpido lo que estaba pasando en nuestra familia; Ella como hija debía de apoyarme y yo como padre tenía que darle un buen ejemplo y guiarla por el buen camino.

Eso era verdad, pero estar con (Tn) no me convertía en una mala persona, yo la quería, y la quería en serio, así que eso no tenía por qué convertirse en algo malo o que afectara nuestra familia, desde mi punto de vista.

Los coches parecían no avanzaban y la música del coche vecino estaba mareándome. Lo único que podía escuchar eran porquerías en aquellas canciones, era estresante.

Miré hacia el asiento del copiloto y tomé mi móvil, necesitaba intentar por otro lado. Busqué el número de (Tn) y marqué la opción de llamar.

—¡Perra yo no te obligo, pero si te pillo te fatigo! —comenzó a cantar el conductor del coche vecino a todo pulmón. —Perra, aquí son muchos los mendigos. Perro, como tú no dan castigo.

Miré con bastante indignación hacia el hombre que conducía, él movía la cabeza de un lado hacia otro mientras intentaba mover su cuerpo en el asiento.

Entonces escuché el mensaje del buzón.

—¡Maldita sea! —tiré el móvil al asiento del copiloto y me pasé las manos por el cabello de forma desesperada.

—¡Dale, perro, dame castigo!

Volví a mirar hacia el conductor del coche vecino. Ya estaba exasperándome con su puta música vulgar y sus gritos que parecían lamentos. Desafortunadamente no dejó de cantar aún después de ver mi mirada de furia. Al contrario, me desafió al subirle más a la música.

De todas formas, no estaba como para ponerme a discutir con un adolescente como él. Tendría que aguantarlo aún si terminaba enloqueciéndome antes de salir del tráfico.

Esperaba un milagro. Tenía la esperanza de que el vuelo de (Tn) y se retrasara por problemas técnicos o algo por el estilo.

Cuando por fin llegué al aeropuerto dejé mi coche en un lugar en el que seguramente luego no recordaría con claridad, pero en ese momento lo único que me importaba era encontrar a (Tn).

Encontrar a (Tn) embarque tan rápido como me fue posible y desde allí pude observar a Lindsay y a la madre de (Tn), quienes afortunadamente seguían allí sentadas, seguramente esperando a que el avión despegara, todo lo contrario a lo que yo deseaba.

—¡Lindsay! —exclamé, llevándome la mano al estómago y deteniéndome antes de tropezar con un hombre quien parecía estar hablado por teléfono.

—¡Papá! —escuché la voz de Lindsay y volví la mirada a ella, viéndola correr hacia mí con una sonrisa en la cara. Se veía feliz de verme aunque pude ver un poco de remordimiento.

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El padre de mi mejor amiga(Prince Royce & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora